martes, 19 de febrero de 2019

Miguel Sánchez se despide de ustedes / Ángel Montiel *

El secretario nacional de Organización de Ciudadanos, Fran Hervías, se deja caer por Murcia y sugiere al líder institucional del partido, Miguel Sánchez, que no se presente a las primarias para la candidatura a las elecciones autonómicas. Ambos pactan una escenificación no traumática de esa imposición, quizá con el señuelo de que Sánchez tendrá algún papel en cualquiera de los procesos electorales futuros o funciones ejecutivas en lo que resulte de ellos. Bien.

Sánchez cumplió ayer el pacto al protagonizar una rueda de prensa en que atribuyó su retirada a motivos familiares, un recurso habitual en estos casos, incontestable. Pero el portavoz parlamentario miente a sabiendas, pues ante la opinión pública asegura que la decisión es suya cuando es obvio que se trata de una inducción indisimulada. Es falsa hasta la fecha en que asegura que comunicó su decisión a Hervías; no fue el sábado, cuando se celebró la asamblea de Ciudadanos, sino la noche del viernes, en el hotel NH en que se hospedó el ejecutivo del aparato nacional.

Ciudadanos es un partido raro, algo anarco, como tengo dicho. Se sale temerariamente de la agenda que marca las elecciones generales como asunto prioritario. En vez de aplicarse a esto se adentran en el debate sobre el liderazgo autonómico, que tocaría después. Van al revés. Es la consecuencia de que en la Región de Murcia se han resignado a ser franquicia antes que organización autóctona, y simulan la existencia de unas elecciones primarias ultrademocráticas a la vez que es el aparato nacional el que dicta quién puede presentarse o no a ellas.

De hecho, hay que suponer que si Hervías pide a Sánchez que no opte a las primarias para la Comunidad autónoma es porque tiene decidido de antemano el nombre del candidato (se supone que candidata) que vendría a sustituirlo, pues en buena lógica no cabe pensar que, una vez que la dirección nacional interviene para relevar al líder sólo tenga prevista la salida del ejerciente y no la personalidad concreta que ha de sustituirlo.

De hecho, quienes están atentos a la oportunidad de presentarse a las primarias autonómicas ponen el foco, como todos, en un escenario vacío en el que sospechan que hará su aparición El Ungido, la persona que, sin recibir explícitamente el respaldo de la dirección del partido, todos puedan leer que es el preferido de ésta.

En esa espera están algunos, calculando si se lanzan a unas primarias verdaderamente abiertas o si lo prudente sería retraerse para no competir con el candidato (o más probablemente, candidata) del aparato a fin de no crear molestias a éste y disponer de opciones para una 'segunda vuelta', que sería el posible reparto de cargos (consejerías, direcciones generales, etc.) de un posible Gobierno a la andaluza en que Ciudadanos dispondría de parte del staff.

¿Quieres ser un candidato que se estrella ante el determinado por la dirección o mejor te esperas, sin crear competencia a éste, a ser reclamado para una posible función en el futuro Gobierno en que, con el PP o con el PSOE, Ciudadanos participaría como bloque decisivo para la gobernación? Un dilema que no tendrían algunos si creyeran que las primarias son de verdad.

La deducción lógica es que las primarias autonómicas no serán de verdad. Si la dirección ha decidido sustituir a Miguel Sánchez es porque tiene previsto el repuesto; lo contrario sería abocarse a una posibilidad de suicidio, pues el líder electoral resultante podría tener un perfil de inferior calidad política al relevado.

Además, será necesario que Ciudadanos explique este relevo de manera convincente, pues enviar a bóxes a quien lo ha representado durante estos últimos cuatro años supone transmitir la impresión de que la política del partido ha sido insatisfactoria para la propia organización, lo cual no es el mejor punto de partida para crear expectativas electorales.

Que la caída de Miguel Sánchez se haya producido de manera tan grosera, con el espadón Hervías como enviado especial y a la vista de todos, es también una señal de que la 'nueva política' de C's es tributaria de la de siempre.


(*) Columnista


https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2019/02/19/miguel-sanchez-despide/998112.html 

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