MURCIA.- El Centro de Restauración, dependiente de la Consejería
de Turismo y Cultura, ha restaurado la talla de Virgen de los Dolores,
de Francisco Salzillo, que se venera en la iglesia de San Miguel de la
capital. El director general de Bienes Culturales, Juan Antonio Lorca,
entregó esta obra, que ha sido intervenida en el centro de restauración
con el fin de devolver el esplendor perdido a una magnífica obra de
Francisco Salzillo.
Lorca destacó el trabajo realizado por el centro en la "recuperación,
conservación y puesta en valor del patrimonio cultural y artístico,
seña de identidad de la Región, parte esencial de nuestra historia y
reclamo cultural y turístico de primer orden".
La talla procesiona cada Martes Santo con la Cofradía de la Salud
bajo la advocación de Virgen del Primer Dolor, a lo que se une que,
desde hace unos años, es la Titular de una joven Hermandad, con sede en
la iglesia de San Miguel, que lleva por título Nuestra Señora de los
Dolores y Santos Pasos. Es sacada en Vía Crucis el primer viernes de
Cuaresma.
La escultura presentaba repintes y barnices oxidados y la abrasión de
distintas zonas de la policromía original, así como la modificación de
elementos originales como las devanaderas. Las actuales devanaderas no
son las originales y fueron sustituidas en un momento dado de la segunda
mitad del siglo XX.
Ello alteró el diseño primitivo de Salzillo y
modificó la posición original del pie derecho, que fue colocado en una
posición errónea desde ese momento. Un lugar que nunca ocupó, pues en
ese sitio se encontraba uno de los listones originales de la devanadera,
como desveló el proceso de limpieza. Precisamente en esta fase de
limpieza de la policromía de la peana se conoció su lugar original,
marcado en la base de la peana por un desgaste irregular.
Eliminación de aportaciones no originales
La intervención ha consistido en una limpieza donde han sido
eliminadas todos y cada uno de las aportaciones no originales, lo que ha
dejado al descubierto la importante abrasión que presentaba el pelo.
A
continuación, se ha reintegrado mediante una técnica cromática
diferenciada (regattino) las faltas de película pictórica existentes.
Resalta el laborioso trabajo de reintegración realizado sobre la
cabellera, tomando como referencia los escasos restos conservados, lo
que ha permitido recuperar el cabello con el tono original.
El proceso de intervención acabó con un barnizado final de
protección, así como la colocación, en su lugar de origen, del pie
derecho, al que se le hizo un nuevo anclaje.
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