viernes, 6 de julio de 2018

Sanidad universal: nadie en la UE presta la atención sin límites

MADRID.- Sanidad para todos, ¿con el dinero de quién y en qué condiciones? Son algunos de los reproches que los responsables autonómicos de Sanidad de las comunidades gobernadas por el Partido Popular y de regiones como Extremadura hicieron a la ministra Carmen Montón en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del pasado jueves, ante la falta de concreción y, sobre todo, de memoria económica que fije el coste real de la propuesta ministerial para "recuperar el carácter universal del derecho a la protección a la salud y a la atención sanitaria a todos los ciudadanos, incluyendo a los inmigrantes en situación irregular", según Expansión.

El consejero de Sanidad de Extremadura, José María Vergeles, reclamó poner "limitaciones", como que los residentes en España estén empadronados durante al menos dos años para poder ser trasplantados, y "evitar así el turismo de trasplantes". Y lo mismo cabría decir de la atención farmacológica a enfermos con hepatitis C o con otras terapias de alto coste en enfermedades raras u oncología. 
Porque, ¿qué Estado podría financiar los nuevos antirretrovirales a todas las personas que entrasen en territorio nacional? O ¿qué ocurre con la asistencia en inmigrantes irregulares que, pese a que han sido reconocidos con el derecho a ser atendidos, salen de las fronteras de España? "¿Entra en marcha la Directiva 2011/24/UE sobre los derechos de los pacientes en la asistencia sanitaria transfronteriza o no?", se preguntó Vergeles.
Porque en ningún país europeo existe el derecho a la protección y asistencia sanitaria "universal" que ha reclamado el Partido Socialista en la oposición y que ahora quiere convertir en una realidad en España a través de un real decreto que "desliga la cobertura del concepto de asegurado y la reorienta a la condición de ciudadanía española o residencia en España", según especificó la ministra.
En el caso de los países que tienen una sanidad más abierta, se impone una limitación temporal. Francia, por ejemplo, ofrece una carta de Asistencia Médica del Estado y la asistencia sanitaria urgente a los irregulares que acrediten una estancia irregular superior a tres meses e ingresos bajos. 
La tarjeta tiene un año de duración y es renovable. En cirugías no urgentes planificadas con 15 días de antelación, que cuesten más de 15.000 euros, el extranjero ha de justificar una estancia superior a un año, según los datos recabados por elEconomista del Ministerio de Sanidad.
Italia también presta asistencia sanitaria a extranjeros en situación irregular a través de la tarjeta STP (Extranjero Temporalmente Presente), que garantiza asistencia ambulatoria y hospitalaria, "por enfermedad y accidente, urgente o considerada esencial, aunque sea continuada". La atención de médicos especialistas se grava con un copago.
En Dinamarca solo tienen derecho de asistencia de urgencia, en situaciones de accidente, enfermedad grave repentina, parto y empeoramiento de una enfermedad crónica. Alemania es uno de los países que ofrece una red de seguridad más extensa. Comprende toda terapia médica y odontológica necesaria para el tratamiento y curación de enfermedades de carácter agudo y situaciones de dolor. 
Para que los costes sean cubiertos a través de los fondos públicos, el extranjero en situación irregular debe solicitar un volante de atención sanitaria en la oficina de gestión de los subsidios de carácter social. Estas oficinas, así como los médicos y los hospitales, tienen la obligación legal de informar a las autoridades de extranjería de la situación de permanencia irregular.
Por su parte, el Reino Unido se plantea cobrar la asistencia sanitaria que presta a los extranjeros ilegales. Además de ofrecer asistencia de urgencia gratuita, los extranjeros en situación irregular tienen derecho a la atención primaria en su área sanitaria, sin que el NHS valore su situación legal en el país, y a la atención hospitalaria en un amplio número de supuestos.

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