VALENCIA.- La ministra de Sanidad, Carmen Montón, ha asegurado que desde el mismo día en que prometió el cargo trabaja para "intentar devolver la asistencia sanitaria de manera universal" y en eso es en lo que van a estar volcados durante el primer mes en el Ministerio.
Montón ha dicho que el Gobierno dejará "bien claro que la
salud es un derecho" y que no admite "exclusión sanitaria por razón de
procedencia, origen o situación administrativa".
“Estamos hablando de decencia y un Gobierno decente no deja a nadie
atrás, y una sociedad decente y solidaria como la española tampoco
quiere tener una exclusión sanitaria”, ha afirmado la ministra, quien ha
advertido de que para lograr este objetivo es necesaria “más de una
semana”.
Montón ha destacado que no se trata de dinero, sino de salud
individual y también comunitaria, ya que la comunidad también se ve
perjudicada "por tener a personas que están fuera, desatendidas del
sistema, por las vacunaciones por ejemplo o por enfermedades de
declaración obligatoria, que son las contagiosas y se quedan sin
registrar".
El pasado sábado, Montón aseguró haber mantenido sus “primeras
conversaciones” en el cargo con la titular de Hacienda, María Jesús
Montero, para ver cómo “revertir la situación” de los copagos sanitarios.
En una entrevista en laSexta, Montón apuntó que, aunque “es más difícil
construir que destruir”, va a intentar recuperar “los derechos
arrebatados en 2012 con la excusa de la crisis”.
Sobre sus retos al frente del Ministerio, ha asegurado que lo que
intentará hacer es "poner a las personas en el centro de todas las
decisiones" y mantener diálogo, especialmente con las comunidades
autónomas, que son "las que realmente se encargan de la gestión
cotidiana".
“Vamos a ser facilitadores de su gestión y les vamos a ayudar a
planificar mejor y establecer mejor las reglas del juego para que haya
equidad y tengan los suficientes elementos para llevarlo adelante", ha
manifestado, y ha defendido que “las puertas del Ministerio están
abiertas”.
Montón ha afirmado que tampoco se olvida del bienestar social y ha
asegurado que la de Dependencia es "una excelente ley que aprobó el
gobierno de Zapatero en 2006 y que hay que poner en vigor".
En este
sentido, ha señalado que pactarán con el tercer sector y con las
comunidades esa puesta en marcha "que ha quedado rezagada", y ha
añadido: "Es momento del diálogo, dialogo, diálogo, del consenso y de
ponernos a trabajar a toda prisa".
“Magia este gobierno no tiene, pero lo que sí que tiene son muchas
ganas de trabajar. Ha recogido la ilusión de la calle, y vocación y
voluntad de diálogo la tenemos toda y esperamos empezar a cambiar las
cosas, que este país bien lo necesita", ha manifestado.
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