TOLEDO.- El Gobierno castellano-manchego fijó ya su posición y anunció que
planteará al nuevo Ejecutivo central una «estrategia» que pase por un
«innecesario» trasvase desde el Tajo «en un futuro», y por las desalinizadoras como alternativa «viable y posible».
Es uno de los asuntos que el socialista Emiliano García-Page abordará con Pedro
Sánchez, en una reunión «en la que ya estamos trabajando», según explicó el secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha,
Sergio Gutiérrez.
Frente a la «herencia envenenada» que, según Gutiérrez, deja el
Gobierno de Rajoy al de Sánchez respecto a Castilla-La Mancha, que se
resume en el «maltrato» a la comunidad autónoma en materia de agua,
el dirigente socialista explicó que la «estrategia» que quiere plantear
Castilla-La Mancha al Gobierno de Pedro Sánchez pasa por «un futuro en
el que el trasvase Tajo-Segura sea innecesario», la desalinización «como
alternativa viable y posible» al trasvase y, en suma, «acabar con el
agravio que mantuvo el Gobierno de Rajoy con Castilla-La Mancha» ya que
«tenemos la oportunidad de revertirlos», manifestó.
Sobre un
posible pacto en materia de agua, señaló que si lo hay, tendrá que
incluir los intereses de Castilla-La Mancha ya que «el Gobierno de Page
no va a hacer con ninguna Administración nacional lo que hizo Cospedal
con Rajoy, que fue vender y ceder los intereses de nuestra tierra en materia de agua
precisamente por agradar al jefe».
La alcaldesa de Toledo, la
Asociación de Municipios Ribereños y Ecologistas en Acción pidieron días
atrás el cierre del acueducto.
La reservas en los embalses de
Entrepeñas y Buendía alcanzaban ayer los 703 hectómetros cúbicos. Reciben
aportaciones de agua a razón de 44 metros cúbicos por segundo.
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