MADRID.- Mariano Rajoy
dio inicio este lunes a la carrera interna por la Presidencia del PP
con sólo dos condiciones: unidad al final de la meta y juego limpio. El
ex presidente del Gobierno ni siquiera tuvo la tentación de abogar por
una candidatura única, como reclaman algunas voces en el partido. En su
discurso ante la Junta Directiva Nacional, en el que propuso convocar el Congreso Extraordinario para su relevo el 20 y 21 de julio, dio por supuesto que puede haber más de un candidato de peso, relata hoy El Mundo.
Por ahora, las dos personas que el PP contempla como posibles aspirantes -Alberto Núñez Feijóo y Soraya Sáenz de Santamaría- siguen guardando silencio. Aunque los dos podrían ya confirmar sus intenciones, el propósito del presidente de la Xunta de Galicia
es apurar al máximo el plazo de presentación de candidaturas (del 18 al
20 de junio).
Pese a que en el PP gallego dan por hecho que Feijóo será
candidato, él insiste en que lo está pensando. Su promesa de permanecer
en Galicia hasta 2020 y el hecho de que se vea obligado a decidir una
rápida sucesión inquietan al líder gallego.
La ex vicepresidenta
del Gobierno parece tener menos conflicto interior, pero su mutismo no
deja de ser un sonido. Sáenz de Santamaría no dice nada pero tampoco
descarta que pueda optar a la Presidencia del PP. En su entorno se asume
que tiene una "oportunidad", por su trayectoria y por el hecho de ser
mujer.
En su contra se sitúa, según fuentes populares, la falta de sentido político exhibido al frente del Gobierno. Personas cercanas a ella han sondeado a dirigentes territoriales en busca de respaldo.
María Dolores de Cospedal, la otra posible aspirante, está inmersa en una reflexión personal, según reveló la semana pasada.
A
los tres parecía hablar este lunes Rajoy en el análisis que hizo sobre
el proceso. La elección de un nuevo liderazgo, reconoció, puede provocar
"tensiones lógicas" dentro de una competición "natural y sana" pero lo
importante es que al finalizar el PP "tendrá que estar más unido que
hoy".
Por eso, advirtió, "sean cuales sean las decisiones personales que
unos y otros adoptéis en los próximos días, estoy absolutamente
convencido de que sólo estarán dictadas por vuestra vocación de servicio
y por el bien de nuestra formación política".
La frase parecía
destinada a Cospedal, ante la sensación general en el PP de que sólo
optaría a la Presidencia para frenar a Santamaría, en el caso de que
ésta se presentara.
Rajoy reclamó a los suyos un "debate
de altura" y "con grandeza"; la manera sutil de pedir que no se maten
entre ellos. Es inevitable, dijo, que hablemos de personas, pero
"hagámoslo comparando méritos y virtudes y no señalando carencias y
defectos".
Esta reflexión invitaba de nuevo a pensar en el enfrentamiento personal que mantienen Sáenz de Santamaría y Cospedal,
pero también en el hecho de que en el entorno de Feijóo se atribuya a
la ex vicepresidenta, y al control que ha tenido del CNI, la difusión de
la fotografía donde el dirigente gallego aparecía con el narco Marcial Dorado, en aquellos años en los que éste empezaba a sonar como futuro sucesor de Rajoy.
Pese a lo que en el PP se haya podido pensar en algunos momentos -se
ha especulado tanto con sus preferencias por Feijóo como por Soraya- el
presidente aseguró que no tiene "ni sucesores ni delfines".
"No podría
hacer distingos porque todos habéis trabajado mano a mano conmigo estos
años".
Lo único que quiere Rajoy es que al concluir el proceso "gane
quien gane, al día siguiente deberá contar con sus rivales, porque
necesitará las manos, la experiencia y la energía de todos" para
afrontar las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2019.
El
todavía líder del PP, al igual que hizo en el Comité Ejecutivo
en el que anunció su retirada, volvió a defender que pueden celebrarse
elecciones generales a corto plazo por la inestabilidad del Gobierno
socialista.
"España puede volver a necesitarnos
pronto". En esta circunstancia y el reconocimiento de que el proceso de
elección de un nuevo liderazgo en un partido "es cualquier cosa menos
fácil", Rajoy justifica que el Congreso se celebre dentro de cinco
semanas.
En la línea del discurso de Rajoy, Feijóo defendió que "no pasa nada porque haya varios candidatos". Sobre él sólo dijo que va a intentar ser "responsable, como presidente de una comunidad autónoma y como militante popular".
Con el mismo peso en sus hombros sobre el futuro del partido se siente
Sáenz de Santamaría: "Es un momento muy importante que hay que afrontar
con mucha responsabilidad y mucho compromiso".
La Junta Directiva se resolvió con sólo cuatro intervenciones. El ex presidente balear José Ramón Bauzá, que ha amagado con presentarse como candidato,
reclamó que haya también debate de ideas, pero la sensación en el PP es
que apenas trata de asegurar para el futuro su cargo de senador.
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