FERROL.-
En los años 2000, los astilleros públicos españoles dieron el mayor salto tecnológico de su historia al lanzar el programa de las fragatas F-100 para la Armada española. La empresa pasó de copiar los modelos de otros constructores a diseñar y desarrollar su propia tecnología, incorporando el sistema de combate Aegis. «El resultado fue el mejor barco del mundo», afirmó en Ferrol, sin titubear, Ángel Recamán, director del Centro Tecnológico de Navantia, tal como publica La Voz de Galicia.
Fruto de aquella confianza depositada por la Armada española, la compañía pública se internacionalizó y llegaron contratos en Noruega y Australia.
«Esta fragata sirvió de palanca para que Navantia saliese al mundo y
para la marca España», aseguró el presidente, Esteban García
Vilasánchez, en un acto en Ferrol de reconocimiento a los trabajadores
que participaron en las F-100.
Ahora, los astilleros esperan el encargo de la siguiente generación de fragatas para la Armada española, pendiente de los Presupuestos Generales del Estado. «Esperemos que pronto sea una realidad la orden de ejecución, sabemos que el Ministerio de Defensa
está absolutamente implicado. Navantia está preparada para empezar
cuanto antes estos buques», afirmó el máximo responsable de la empresa.
Un pilar esencial
Las
F-110 son uno de los pilares en los que se asienta el plan estratégico
de la compañía. Supondrán diez años de trabajo para el astillero
ferrolano, que transformará sus instalaciones para atender la
construcción de estos cinco buques. Se trata de un encargo, insistió
García Vilasánchez, que generará ocupación para 7.000 trabajadores y que aumentará el PIB de la economía española en 590 millones
de euros anuales. Aunque no hay un presupuesto oficial cerrado
-rondarán los 4.500 millones- por cada uno de los euros invertidos se
recuperarán 3,4, según los datos que maneja Navantia.
En su intervención, Javier Galán, presidente del comité de empresa
del astillero ferrolano, reclamó el rejuvenecimiento de las plantillas
como uno de los retos que tiene que afrontar la compañía para fabricar
las futuras F-110.
En el taller en el que se celebró el acto se dieron cita alrededor de
un centenar de trabajadores que participaron de una u otra forma en la
ejecución de las fragatas y se proyectó una película -dirigida por el
realizador José Antonio Muela- para dar a conocer la trascendencia de
este programa.
Eduardo Criado fue uno de los empleados presentes, quien
recordó la faena constante que supusieron las F-100. «Ahora contamos con
que se repita con las F-110, porque hace mucha falta el trabajo, sobre todo para los que están en la calle».
Los futuros buques incorporan destacadas innovaciones, están «a la
vanguardia en ciberseguridad» y tienen las más altas capacidades en
sistemas y requisitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario