MURCIA.- La Dirección General de Salud Pública y Adicciones,
dependiente de la Consejería de Sanidad, ha elaborado recientemente un
informe [1] con recomendaciones en materia de salud pública en relación a
la realización de quemas de alpacas de paja y similares en cultivos.
Este
tipo de quemas es una práctica minoritaria que, desde hace pocos años,
se utiliza de manera recurrente en comarcas como la Vega Alta durante
los meses de febrero y marzo. Con ello se pretende paliar los daños de
las heladas en cultivos de variedades extratempranas. Sin embargo, el
resultado es que se generan densas nubes de humo que disparan los
niveles de contaminación, afectando durante horas a poblaciones como
Cieza o Abarán, entre otras.
En su informe, Salud
Pública explica que “las quemas de balas de paja y de sustancias
químicas como parafina en cultivos agrícolas con objeto de mitigar el
efecto de las heladas, han ocasionado varios episodios de problemas de
contaminación atmosférica, al superar ampliamente niveles permitidos de
contaminantes” [2]. Por lo que se recomienda su prohibición, y su
sustitución por técnicas alternativas a la quema que no supongan daño
para la salud humana o el medio ambiente.
Ecologistas
en Acción, que muestra su satisfacción porque desde Sanidad se
reconozca la gravedad de estas prácticas, demanda a las
administraciones, ayuntamientos y Comunidad Autónoma, que dejen de hacer
como si no pasara nada y que busquen soluciones a una situación que
sigue afectando a miles de personas.
De hecho,
explican, el último episodio tuvo lugar el pasado 24 de febrero. Ese
día se registraron niveles de contaminación muy elevados durante 8 horas
seguidas, llegándose a alcanzar picos de partículas (PM10) cercanos a
los 500 microgramos/m3, diez veces por encima del límite permitido. [2]
Por
último, el informe de Salud Pública también hace referencia a las
quemas agrícolas de restos de podas y rastrojos. Sobre estas, se
recomienda que las mismas tengan un carácter excepcional, y que su
autorización responda siempre a un riesgo fitosanitario real y
comprobado por parte de la administración competente en materia de
Sanidad Vegetal, a diferencia de lo que ocurre actualmente. Asimismo se
reclama que la autoridad ambiental competente regule las condiciones de
las posibles autorizaciones, de manera que se eviten episodios de
contaminación atmosférica que pongan en riesgo a la población.
[1]
Informe sobre recomendaciones en materia de salud pública en relación a
la realización de quemas agrícolas y de alpacas de paja y similares en
cultivos. Dirección General de Salud Pública y Adicciones. Consejería de
Sanidad. 15 de enero de 2018.
[2] El episodio de
contaminación más grave hasta ahora registrado tuvo lugar en febrero de
2016. La unidad móvil de la Red de Vigilancia de la Calidad del Aire de
la Comunidad Autónoma registró promedios horarios de partículas de 915
microgramos/m3 (PM10), 797 µg/m3 (PM2,5) y 858 µg/m3 (PM1).
Manteniéndose niveles de contaminación muy elevados durante 11 horas.
Puede consultarse en:
https://sinqlair.carm.es/calidadaire/Documentacion/Documentacion.aspx Campañas Unidades Móviles > Campañas 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario