LORCA.- La red de sucursales que las entidades bancarias
tienen distribuidas por todo el territorio español no ha parado de
descender en los últimos años, con cierres constantes que dejan sin un
servicio esencial cercano a miles de clientes. En territorios tan
complejos como Lorca, con treinta y nueve pedanías y una configuración
urbana lineal con barrios distantes de la ciudad, los efectos se
multiplican.
Esta situación viene de lejos, se ha
multiplicado en los años de la crisis económica, y con la fusión de
Bankia con el BMN se incrementará su incidencia en las pedanías y
barrios de Lorca.
IU-V recuerda que los propios
responsables de Bankia informaban semanas atrás que la fusión con el BNM
implicará el cierre de nada menos que 99 oficinas a lo largo de 2018,
por su parte el BMN informa que entre diciembre de 2017 y enero de 2018
han cerrado 47 oficinas -25 en diciembre y 22 en enero-
El
cierre de estas oficinas supone un perjuicio evidente a miles de
personas, especialmente gravoso para ciudadanos de pedanías y más aún si
son mayores y presentan problemas de movilidad derivados de la edad o
la enfermedad.
Pero incluso cuando frente el
cierre de una sucursal se tiene la alternativa de cambiar por otro banco
con sucursales próximas al cliente, en no pocos casos eso implicaría
una penalización, es lo que sucede con los miles de usuarios con
hipotecas que reciben bonificaciones por mantener las tarjetas de
crédito y la nómina en la cuenta vinculada al préstamo, y que podrían
perder esas bonificaciones si cambian de entidad.
Ahora con la fusión entre las dos entidades de crédito, los problemas se multiplican para todos: pierden
las pedanías y los barrios de Lorca y de muchas otras poblaciones de la
Región de Murcia, miles de ciudadanos tendrán que desplazarse, con el
coste en tiempo y dinero que ello implica, para realizar gestiones
bancarias absolutamente imprescindibles en una sociedad como la actual.
Pierden
los trabajadores que son obligados a irse con un expediente de
regulación de empleo (nada menos que 2.500) que además llevará
anticipadamente a muchos de ellos a la jubilación con tan solo 55 años
de edad, mientras que la derecha política pretende ampliar la edad de
jubilación robando los españoles los primeros años "años de vida
saludable".
Pierden los trabajadores que se quedan trabajando, y que serán objeto de homologación salarial a la baja
Además
de otras consideraciones de mayor alcance como la necesidad cada vez
más acuciante de contar con una banca pública y de denunciar la política
del Banco Central Europeo de préstamos a coste cero a la banca privada a
la que después tienen que acudir los estados y administraciones a pedir
préstamos con intereses.
Hay que accionar el
poder del Ayuntamiento de Lorca, como cliente preferente de las
entidades bancarias, y como actor que cada mes ingresa las nóminas de
centenares de trabajadores.
El gobierno local
tiene que anticiparse y ver cómo quedará el mapa de las sucursales
bancarias en Lorca tras la fusión, para ver en qué medida se pueden
minimizar los efectos en barrios y pedanías de Lorca.
Ese
relajamiento de competencia también lleva a que el resto de entidades
bancarias procedan a cerrar también oficinas, es el caso de Banco
Sabadell
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