BMN ha guardado silencio, ¿tienen algo que decir los sindicatos? / Cartas de los Lectores

Hemos asistido al silencio sepulcral de BMN, ante las noticias publicadas en este medio y en otros medios igualmente digitales, sobre unos presuntos derechos del colectivo constituido por los empleados de la Caja de Ahorros de Murcia que eran plantilla fija antes del 29 de mayo de 1986.

Es referencia obligada, el recordar las famosas pólizas de vida en las que aparecía como tomador la Caja de Ahorros de Murcia y el papel de compañía aseguradora correspondía a Caser, S.A.

Ser directivo o ser plantilla fija antes de la mencionada fecha, teóricamente aseguraban la pertenencia a ese club de Vips.

Fuentes fiables confirman que todavía persiste el misterio sobre las actas de los consejos de administración correspondientes al 2 de octubre de 2001, génesis de la primera de las pólizas, la nº 52.781 y al 28 de octubre de 2010, igualmente origen de la segunda póliza, la nº 54.561.

Información que, solicitada a diferentes actores participantes, avalada por unas Diligencias Preliminares ante el Juzgado nº 2 de Lo Social, de Murcia, sigue inmersa en una diabólica partida de ping-pong, donde la pelotita pasa de BMN, a Cajamurcia, de Cajamurcia a la Fundación Cajamurcia, y en la actualidad en vías de ser direccionada hacia Bankia.

No es el primer caso en el que “alguien” pisa la pelotita y la partida se da por finalizada ante el estupor del jugador que siempre ha respetado las reglas del juego.

La expectación creada por la noticia inicial, totalmente respaldada documentalmente, ha sufrido en estos días de tiempo tan frío e inestable, un nuevo impulso, aunque está vez a modo de chorro de agua fría, puesto que dos documentos llegaron a la plataforma de afectados que siguen recabando cuanta información y documentación pueden, con el único y claro objetivo de saber finalmente el criterio para ser considerados asegurados y, por tanto, beneficiarios de las pólizas de vida que instrumentalizaban compromisos por complementos a la jubilación.

Con fecha 16 de noviembre de 1999, empresa y sindicatos firmaban un preacuerdo que posteriormente se ratificaría en un Acuerdo de fecha 29 de diciembre de 2000.

Para la inmensa mayoría de la plantilla de la desparecida Caja de Ahorros de Murcia, integrada posteriormente en un SIP, y finalmente en un banco fallecido en su todavía inocente niñez, el horizonte de una posible jubilación, el horizonte de un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) o el horizonte de una excedencia subvencionada, etc., era algo que, por improbable, se etiquetaba como imposible. Nadie funcionaba en esas claves y el inocente canto de la cigarra seguía con reforzado atrevimiento basado en una ignorancia sublime y una supina estupidez.

Se recoge a continuación el contenido íntegro de la comunicación de fecha 2 de enero de 2000, firmada por el expresidente de BMN, recientemente nombrado consejero del Consejo de Administración de Bankia, y la totalidad de los sindicatos.

EL NUEVO MILENIO NOS TRAE UN NUEVO SISTEMA DE PREVISION SOCIAL

El viernes 29 de Diciembre del año 2000, último día laborable del milenio, después de más de una década reivindicando la externalización y el cambio de sistema de nuestro Fondo de Pensiones, por fin se firmó el Convenio definitivo entre la empresa y la totalidad de la representación sindical.
 

El convenio tiene vigencia a partir del 1 de Enero del 2001. A partir de esta fecha previsiblemente hasta el mes de Marzo, se procederá a la redacción del Reglamento del nuevo Plan de Pensiones. Una vez ultimado este, se comunicará individualmente a todos los trabajadores de la entidad su dotación por servicios pasados, conforme a las especificaciones del acuerdo y su plan actuarial.
 

Como sabéis el pasado 16 de Noviembre se firmó un preacuerdo sobre jubilación, que con la firma del convenio hemos podido mejorar en la que se refiere a aportaciones de futuro para los colectivos que antes estaban en prestación, pasando del 5% al 5,5% del salario pensionable a partir del 1 de enero del año 2006. Para el colectivo que estaba en aportaciones, ha sido imposible aumentar esta por la intransigencia de la Caja a realizar un mayor gasto.

En el apartado de contingencias de riesgo de activos, hemos mejorado las prestaciones de viudedad y orfandad, pasando del 50% al 55% el porcentaje para viudedad y de 20 a 25 años la edad de cobertura para orfandad. Además se introduce una nueva prestación, consistente en un seguro de accidentes para muerte e invalidez absoluta de 5 millones de pesetas, con los límites globales por siniestro que sean normales en este tipo de seguro. Este seguro es complementario del ya existente de 1,5 millones por muerte, 3 millones por accidente laboral y 4,5 millones por accidente de circulación.

Este convenio constituye el nuevo sistema de previsión social complementario de los empleados de CajaMurcia a partir del 1 de enero del 2001, quedando sustituido y derogado en esta materia, tanto el Convenio Colectivo de Cajas de Ahorros, como los Convenios de Empresa existentes, así como los pactos de integración de los empleados procedentes de Deutsche Bank y Credit Lyonnais.

Nuestra valoración global de este Convenio es positiva, porque nos da el derecho y la titularidad sobre las dotaciones de nuestro fondo de pensiones que anteriormente no teníamos, y porque despeja incertidumbres a futuro antes ligadas a los cambios de legislación de los Gobiernos en temas de Seguridad Social. 

En cuanto al contenido económico del convenio, pensamos que la Caja podía haber realizado un  esfuerzo presupuestario mayor del que definitivamente ha hecho, pero no hay que olvidar que hace tan solo unos meses este acuerdo era impensable por la cerrazón de la entidad a discutir sobre este tema.

En definitiva con la firma de este documento, hemos ascendido a la división de honor de las Cajas de Ahorros españolas, pero seguimos teniendo uno de los presupuestos más bajos de la liga.

Murcia, 2 de enero de 2001

Revisando el párrafo sombreado en negrilla, nos hacemos la siguiente e inquietante pregunta: ¿Quién entendió el significado real de lo recogido con precisión cirujana en él?

Lo que se decía ahí, era que lo conseguido en multitud de negociaciones a lo largo de muchos años (hasta el XIII Convenio de Cajas de Ahorro), era atacado por el virus de la caducidad que, a cambio de la externalización y la propiedad individual de los importes asignados, se renunciaba a la prestación definida o dicho en lenguaje coloquial, a que la Caja hiciera las previsiones necesarias para cuando el empleado llegaba a su jubilación, el fondo creado cubriera la brecha entre su pensión y el último salario pensionable obtenido en su etapa de trabajador en activo.

Realmente, ¿qué motivó esta concesión, cuando la legislación obligaba a esa externalización, precisamente para salvaguardar los derechos de los trabajadores? Ahí estaba de testigo el R.D. 1588/1999.

¿Cómo se justifica que, si expresamente se dice que con fecha 01 de enero de 2001, el Plan de Pensiones del Sistema de Empleo, será el nuevo sistema de previsión social, aparezcan pólizas de vida que instrumentalizan compromisos a la jubilación para directivos y un número de escogidos empleados de plantilla fija antes del 29 de mayo de 1986?.

Opacidad, silencio, discriminación, soberbia y prepotencia, no pueden ser méritos sobre los que basar una promoción profesional, ni el enarbolar las banderas de causas perdidas, cuando estas se pudieron evitar en origen, con rigor y profesionalidad.

Caser, podría aportar mucha claridad a este contaminado mar, y más teniendo en cuenta que está en fecha de cumpleaños en el que alcanza la no despreciable cifra de los 75 años y, debería comportarse como un adulto que peina las canas de la experiencia y porque no, de la sabiduría. 

M.T.B.

Ex empleado de la entidad