MADRID.- Los continuos ERE y procesos de ajuste que han acometido los bancos desde que se inició la crisis han provocado un aumento de los riesgos psicosociales entre los empleados, de acuerdo con el ‘I Estudio: Empleo Postcrisis en la Banca Española’ elaborado por Federación Fine, que concluye que “despedir a los trabajadores ha sido la mejor inversión de la Banca en los últimos años”, según recoge www.elboletín.com
El estudio elaborado por el sindicato cifra en más de diez millones las horas anuales no trabajadas, de las cuales aproximadamente más de la mitad se corresponden con bajas por estrés. El autor del informe, José Manuel García Diego, destaca “las consecuencias que esta situación tiene en términos de salud y también para las arcas del Estado”.
Para el responsable del Área de Estudios de Fine, “el absentismo en
el sector financiero registra en la actualidad una pérdida de 4,44 horas
por trabajador y mes”. Es preciso tener en cuenta, añade García Diego,
que “por nuestra información y experiencia, más de la mitad de las bajas están causadas por el estrés laboral, habida cuenta de que estamos hablando de un sector en el que no existen prácticamente los accidentes de trabajo”.
Desde el comienzo de la crisis el empleo de la banca –contando
también las antiguas cajas de ahorros- ha caído en más de un 30% hasta
finales de 2016, lo que representa más de 84.000 empleos.
Se trata de “una caída sin precedentes”, según considera el sindicato,
que denuncia que el empleo perdido no se corresponde con el que fue
creado durante la burbuja del ladrillo.
Por ello, Fine se remonta a 1997, año que se ha venido asociando al
despegue del “ladrillo”. A finales de ese ejercicio la banca
proporcionaba empleo en España a 247.361 trabajadores, según los datos
estadísticos del Banco de España. La curva de creación de empleo se
mantuvo estable hasta el año 2004, comenzando un crecimiento desde el
año siguiente hasta culminar en 2008 con 278.301 trabajadores, lo que
supuso, aproximadamente, un incremento de unos 30.000 trabajadores
(12,4%). En ese sentido, la explosión de la burbuja tras la crisis
tendría que haber supuesto, al menos teóricamente, una pérdida de empleo
similar a la experimentada con el boom urbanístico.
“Pero las cifras no se corresponden con ello ni mucho menos”, destaca
el sindicato. “Podemos ver que tras el comienzo de la crisis se han
perdido en el sector más de 84.000 empleos, lo que supone una caída
mayor del 30%, caída que nos consta sigue incrementándose durante este
ejercicio 2017, con lo cual podemos afirmar que se han perdido unos 50.000 empleos más de los que se crearon”, destaca en su estudio.
Mientras, los balances económicos apuntan que, en los últimos 20
años, la productividad del sector ha crecido un 428%. En Fine
“lamentamos” que ese importante incremento de productividad se deba a
“prolongaciones de jornada salvajes por parte de los empleados que
mantienen su puesto de trabajo, ante el temor a formar parte de la lista
de despedidos”.
Además, la formación sindical considera que cuando finalice el pago a
los prejubilados afectados por los ajustes (a los 63 años) y se
recuperen los tipos de interés (probablemente en 2018), los beneficios
de la banca “literalmente se dispararán y los trabajadores seguirán en
su casa”.
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