MADRID.- Más allá de las recomendaciones de evitar los desplazamientos en vehículo privado y usar el transporte público, la mayor parte de las ciudades españolas no tiene un plan para reducir los niveles de contaminación, que se superan de manera recurrente a lo largo del año, o no lo han puesto en marcha.
La confederación Ecologistas en Acción daba la voz de alarma esta semana al advertir que 16 ciudades españolas, incluida Murcia, habían superado las emisiones de partículas en suspensión de diámetro inferior a 10 micras (PM10), las más contaminantes, y solo Madrid y Valladolid han advertido a la población y tomado medidas de restricción de tráfico.
El Ayuntamiento de Madrid mantendrá
mañana las restricciones de tráfico por el episodio de contaminación
que se prolonga desde el pasado miércoles, mientras en Valladolid la
circulación de vehículos se ha limitado hoy a 30 kilómetros por hora,
según el Plan de Acción por contaminación del aire urbano aprobado en
febrero.
A esta dos ciudades se sumará en los próximos días Barcelona,
que iniciará el 1 de diciembre el protocolo de episodios de
contaminación atmosférica para reducir las emisiones de dióxido de
nitrógeno.
Otras ciudades cuentan con algún tipo de protocolo de protección de la salud ante episodios de contaminación, como Avilés, Gijón o Valencia, aunque no lo han puesto en marcha estos días.
Pero también La Coruña, Bailén, Granada, Huelva, Lérida, Murcia, Puertollano (Ciudad Real), Santander, Sevilla, Talavera de la Reina (Toledo), Valencia, y Zaragoza han
superado estos días el límite de partículas en suspensión, establecido
en 50 microgramos por metro cúbico, según Ecologistas en Acción.
En
otras seis ciudades (Barcelona, Getafe, Guadalajara, Salamanca, Sevilla
y Zaragoza) se han disparado los niveles de dióxido de carbono.
Sin embargo, la mayoría de estas ciudades han desmentido que se hayan alcanzado niveles de alerta o han asegurado que son picos "puntuales",
que en ocasiones atribuyen a episodios específicos junto a algunas de
las estaciones de medición, como obras de remodelación en Santander o
partículas de sal del mar en La Coruña.
En La Coruña,
el Gobierno local ha asegurado que ya trabaja en un plan de acción de
calidad del aire, aunque indica que los protocolos anticontaminación no
son de su "estricta competencia", sino autonómica.
También Guadalajara ha
atribuido a la Junta de Castilla-La Mancha la competencia de activar un
protocolo de actuación y después las entidades locales "actúan en
consecuencia".
Este es también el caso de Getafe,
otra de las ciudades señaladas por los ecologistas, que dispone de un
año para presentar un plan anticontaminación en el marco del que la
Comunidad de Madrid aprobó ayer mismo.
En Puertollano,
el Gobierno local ha tomado medidas para reducir la contaminación del
aire, como la peatonalización de calles o la celebración de una Semana
de la Movilidad, mientras que en Talavera de la Reina
han indicado que vigilarán la emisión de gases contaminantes aunque
atribuyen los últimos niveles de contaminación a un hecho "puntual".
En Santander,
los datos registrados en la ciudad "están muy por debajo" de los
valores medios permitidos, según el Centro de Investigación del Medio
Ambiente (CIMA) del Gobierno de Cantabria, por lo que no ha comunicado
ninguna incidencia ni ha planteado la adopción de medidas.
Algunos ayuntamientos que cuentan con protocolos propios de actuación, como el de Avilés y Valencia, han asegurado así mismo que no se han superado estos días los niveles de alerta establecidos.
En
todo caso, en la ciudad asturiana han recordado que ya hay previsto un
nuevo plan de actuación el Gobierno regional que ha salido a información
pública la semana pasada.
El Gobierno de Zaragoza no
ha considerado necesario llevar a cabo medidas extraordinarias después
de que la ciudad haya superado las emisiones de partículas PM10 y los
niveles de dióxido de carbono al tratarse de una situación "de carácter
excepcional".
En Murcia, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un protocolo de control e información a la población, que incluye consejos orientados a reducir la actividad deportiva y al aire libre y trabaja también en otras medidas de tipo "estructural".
Salamanca centra
su estrategia en impulsar un nuevo modelo de ciudad con un Plan de
Infraestructura Verde para "aumentar la calidad ambiental y reducir la
contaminación y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida".
El Ayuntamiento de Granada admite que la ciudad tiene una mala calidad del aire y prevé aprobar el próximo viernes en pleno el plan en este sentido.
Sevilla,
por su parte, ha adoptado medidas "paliativas" para la contaminación
incidiendo en la implantación de la peatonalización del casco urbano,
zonas verdes, y un transporte público sostenible.
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