MADRID.- El número de casos de acoso y violencia hacia los profesores aumentó un 15% en
el curso 2016-17 respecto al anterior, especialmente desde el alumnado,
cambiando la tendencia descendente de los tres años anteriores.
Lo
dice el Informe del Defensor del Profesor 2016-17 del sindicato de
docentes independientes ANPE, que desde hace doce años ha atendido a
32.500 profesores, 2.249 el pasado curso, es decir, casi 300 más que en el anterior.
La comunidad autónoma de Madrid es la que más demandas atiende "curso tras curso", seguida por Galicia, Canarias y Murcia.
En concreto, el pasado curso se ha incrementado un 15% el número total de casos atendidos por esta institución -un servicio de atención inmediata y gratuita
para las víctimas de conflictividad en las aulas-, que ha detectado que
se ha pasado de un 3% a un 12% las agresiones y amenazas de los
estudiantes a sus profesores.
En lo relativo a los compañeros de los docentes, aumentó un punto porcentual (del 18% al 19%) los problemas con la administración educativa y dos puntos (del 26% al 28%) lo relacionado con la dirección del centro.
Respecto a los padres, aumentaron asimismo las denuncias a profesores (de un 18 a un 19%), al igual que la presión para modificar calificaciones (de un 7% a un 8%).
El 70 % de los profesores atendidos el pasado curso presentaba ansiedad y el 9 % depresión con situaciones de baja laboral.
El
presidente de ANPE, Nicolás Fernández Guisado, ha recordado que el
colectivo de profesores de centros públicos asciende a 500.000 docentes,
y ha explicado que las denuncias no son ya solo respecto a cursos de
Secundaria, sino que se iguala con Primaria.
Ha opinado
que la subida en denuncias puede deberse a mayor sensibilización para
denunciar, a los "recortes" o que por la crisis más alumnos están más
tiempo en el sistema educativo.
Y aunque "han mejorado
las faltas de respeto e indisciplina de tono menor", Fernández Guisado
ha recalcado que han crecido los casos más graves: amenazas y agresiones
físicas y verbales de alumnos a profesores, casos de ciberacoso
(suponen el 20 % de los conflictos denunciados) y denuncias de padres a
docentes.
Ha abogado por mejorar cuanto antes la
convivencia en los centros, ya que las consecuencias en la salud de los
docentes tienen efectos sobre el resto de la comunidad educativa.
También
ha pedido al Ministerio de Educación reforzar la prevención de
cualquier conducta violenta en los centros y ha exigido el desarrollo de
la Lomce en cuanto a la autoridad del profesorado.
Los
coordinadores del servicio del Defensor del Profesor, Crisálida
Rodríguez y Jesús Niño, han comentado que la mayoría de casos de
conflictividad se produce en escuelas públicas -son mayoría en el país-
pero que también reciben del resto del sistema, incluida la Universidad y
escuelas de Arte.
Por otra parte, Rodríguez ha señalado
que "hay un antes y un después del wassap tanto por los alumnos como por
los grupos de padres".
Así critica los wassap de padres
que "hacen las tareas de los hijos" o "se ponen en contra de los
docentes", por ejemplo, si una madre del grupo, de repente, decide que
una profesora no sea la tutora de su hijo o se quiere que un alumno con
alguna deficiencia no siga en una clase.
Asimismo, ha
apuntado a que en el ciberacoso a los docentes los alumnos acosadores
pueden pertenecer a distintas clases sociales, quizá a aquellas con más
medios.
Jesús Niño ha explicado que muchos docentes
sufren ansiedad, estrés, depresión y llegan a replantearse seguir en la
profesión, y ha abogado por estrechar la relación entre padres y
docentes.
Por su parte, el presidente de ANPE-Madrid,
Francisco Melcón, ha dicho que se detectan más denuncias por parte de
profesores de Primaria, y que se han elevado las faltas de respeto hacia
el docente y "las denuncias sin fundamento" desde padres.
En
Madrid siguen llamando los profesores al Defensor porque "los recortes
siguen latentes", según Melcón, que ha criticado que los docentes con
menos recursos tienen que "hacer lo mismo o mejor".
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