Saura dio cuenta de la derrota, en primer lugar, y ofreció su análisis de las causas. Asumió la responsabilidad de los malos resultados electorales y concluyó su intervención poniendo el cargo a disposición de la citada Comisión Ejecutiva Regional.
«El apoyo a Saura ha sido unánime», según la nota de prensa difundida posteriormente por el PSRM e indica también que todos sus miembros en bloque «expresaron al secretario general su total e incondicional apoyo para continuar ejerciendo una oposición inteligente y responsable».
Según el comunicado oficial leído por Jara, durante la reunión de la ejecutiva «se realizó un primer análisis autocrítico de la situación, incidiendo en aquellos aspectos en los que hay que mejorar».
Los vocales y secretarios de la dirección socialista murciana coincidieron en la enumeración de factores que han influido en los resultados, entre ellos la debilidad orgánica del partido en determinadas zonas de la Región. «porque tenemos escasa militancia y no se incorporan jóvenes», según Jara.
Algunos asuntos de la política nacional han podido influir en la derrota. Pedro Saura mantiene que «en las regiones con un elevado voto popular, el PP ha sabido movilizar a su electorado y desmovilizar al nuestro», utilizando las negociaciones con ETA y el caso De Juana Chaos, por ejemplo.
Una de las conclusiones de la ejecutiva fue «mantener los principios que han orientado el programa socialista, aunque con la imprescindible adaptación de la estrategia para sintonizar mejor con los ciudadanos». Se acordó proseguir, por tanto, el análisis de los resultados electorales en los diferentes órganos del partido y consensuar con ellos las propuestas estratégicas de actuación.
«Las denuncias sobre corrupción no han calado suficientemente en la sociedad, que ha concedido el beneficio de la duda a los implicados al no existir una condena judicial», explicó Jara. «Nuestras críticas al modelo de crecimiento basado en el urbanismo masivo y en favor de un urbanismo racional y sostenible, se han visto anuladas por el contraargumento utilizado por el PP, y que sí ha calado en la sociedad, de que el PSOE estaba en contra del desarrollo urbanístico, lo cual es falso». Jara reconoció también que «el discurso del PP de agravio por la derogación del trasvase del Ebro sigue teniendo un peso importante y no hemos conseguido desactivarlo».
Otro aspecto que, a juicio de los dirigentes socialistas, ha lastrado sus resultados electorales es la bonanza económica que atraviesa la Región de Murcia desde hace años, ya que «la gente no suele plantearse cambios en estos momentos, pues su percepción de la realidad es satisfactoria», indica Jara, quien considera, además, que el PP ha sabido atribuirse este buen momento de la economía y minimizar la contribución que tienen las políticas del Gobierno central.
Por su parte, el secretario general del PSOE en Lorca, Leoncio Collado, atribuyó la derrota de su partido a la «injerencia» en la campaña de asuntos de política nacional como «ETA, De Juana Chaos o el trasvase del Ebro».
En una conferencia de prensa en la sede local, analizó la circunstancia de que su partido ceda el gobierno municipal de Lorca al perder cuatro concejales y más de 5.500 votos respecto a los comicios de 2003 y tras 28 años al frente del Ayuntamiento.
Collado aseguró que las causas del «bajón» socialista «han sido multifactoriales», y resaltó entre ellas fallos «en la logística general, regional y local», que «tal vez no ha sido la más idónea», así como «injerencias en las políticas locales de asuntos de política nacional» por «las que nos hemos visto arrastrados».
Para el todavía alcalde lorquino, ha habido «asuntos de política nacional que nos han restado fuerza», entre los que citó «la primera factura por la derogación del trasvase del Ebro» y asuntos como «las relaciones del Gobierno con el País Vasco, ETA, terrorismo y De Juana Chaos».
Collado también opinó que el PSOE en Lorca ha mantenido durante la campaña «un pulso con el Gobierno regional, que ha venido al abordaje. Ha habido asedio regional», y calificó la campaña electoral popular como «sucia y erosiva».
«Factores determinantes» de la derrota socialista también han sido, a juicio de Leoncio Collado, cuestiones como la preocupación ciudadana por asuntos como la inseguridad y la inmigración, y factores ligados al candidato, como su escasa permanencia en el cargo de alcalde, siete meses, después de sustituir en agosto pasado a Miguel Navarro.
«Ha sido una carrera contrarreloj de siete meses» precisó el secretario general de los socialistas, quien calificó su paso por la alcaldía como «un gran sprint, en el que el calor de la gente iba creciendo pero que ha terminado con una foto final sin victoria».
El alcalde adelantó que no dimitirá de su cargo porque «Leoncio Collado nunca dimite. Sólo reflexiono, reviso y me adapto a la realidad y a la nueva situación». Confesó que no se imaginaba el resultado de las urnas «en absoluto», y avanzó que ejercerá de jefe de la oposición en el Ayuntamiento».
Explicó también que deja el municipio en manos de Jódar «en unas condiciones inmejorables», reiteró que trabajará desde la oposición «para que Lorca no se pare» y advirtió que «no hace falta la auditoría» que el alcalde electo anunció que va a realizar cuando forme gobierno, ya que la deuda con bancos es de 42 millones de euros y no de 90 como dice el PP.
Al ser preguntado por su antecesor en el cargo, el socialista Miguel Navarro, respondió que «me reservo mi opinión sobre esa pregunta. Vamos a ser respetuosos. Es un tema interno».
También aclaró que nunca habría pactado con IU-LV para formar gobierno si se hubiera dado la circunstancia, y opinó que la creencia ciudadana de que ese pacto podría haberse producido «ha hecho que mucho voto útil se haya ido al PP».
En reiteradas ocasiones, pidió al PP que concluya la campaña. «Aviso a navegantes, porque si alguien lo pretende, habrá problemas serios».