viernes, 9 de abril de 2010

El consejero Marín acompaña a Argelia a un grupo de especuladores-depredadores inmobiliarios murcianos

MURCIA.- El consejero de Empresa, el cartagenero Salvador Marín, viajará la próxima semana a Argelia acompañando, y acompañado, de un grupo de conocidos especuladores inmobiliarios murcianos en busca de negocio fácil e insostenible en países del Tercer Mundo por su alto nivel de corrupción institucional y la desrregulación de la actividad urbanística. Es la única tecnología que el sector murciano de la Construcción puede y sabe exportar en plena Sociedad del Conocimiento.

Argelia, una dictadura militar férrea y sin libre mercado, tiene hoy un déficit de un millón de viviendas, y como Marruecos y Guinea Ecuatorial, dos ejemplos también de "democracias", es objetivo prioritario de nuestros especuladores-depredadores con la cobertura de la extrema derecha política enquistada en la Comunidad Autónoma.

El papelón del profesor Marín resulta, pues, patético como mascarón de proa de este viaje del que tendríamos que avergonzarnos los demócratas murcianos por todo lo que significa en los planos político y económico con un pueblo condenado al silencio y la pobreza de la gran mayoría.

La nota oficial de esta teórica misión comercial habla de forma eufemística del "objetivo de abrir líneas de colaboración y aprovechar las oportunidades de negocio en este mercado" cuando tienen previsto encontrarse con conocidos políticos corruptos de aquel régimen de partido único y un nacionalismo que enmascara una dictadura a espaldas del pueblo y en manos de unos pocos.

También está previsto encontrarse con representantes de empresas españolas del sector de la construcción, ya afincadas en Argelia, "para conocer sus experiencias en este mercado", cautivo de la corrupción por otra parte, referidas básicamente a la porosidad de sus dirigentes y a cuanto ascienden sus exigencias de peaje para incorporarlas al precio final.

Como no podía ser de otra manera, al viaje se ha incorporado el INFO, nuestro organismo regional presuntamente más corrupto, según opinión muy generalizada en diversos ambientes del empresariado murciano y basada en experiencias propias de nuestros emprendedores, que parece saber bien de lo que hablan.