Las últimas encuestas que circulan por Madrid colocan a Podemos como
el quinto partido nacional por detrás de PSOE, PP, C's y Vox y con menos
de 30 escaños, frente a los 72 que ahora suma con sus llamadas
‘confluencias’.
El ascenso electoral de Sánchez está basado en el aura del poder que
logró en la moción de censura contra Rajoy y gracias al apoyo de Podemos
y de las gestiones que Iglesias hizo con Junqueras y Puigdemont.
Y ahora ese ascenso de Sánchez al poder con Iglesias de costalero,
sumado a la crisis interna de Podemos, le puede costar muy cara al líder
podemita que está perdiendo votantes a chorros, en favor del PSOE, y que
pide a los suyos una campaña ‘boca a boca’ para arañar votos como sea y
donde sea.
Iglesias está asustado y desesperado y sabe que la culpa es suya
porque fue él quien organizó la escabechina de dirigentes de Podemos,
hasta lograr la marcha de Bescansa y Errejón, para quedarse a solas con
su compañera Montero en la cúpula del partido y en el famoso chalé.
Por eso Iglesias necesita los debates y quiere estar en los dos, en
el de TVE y el de A3TV, e imaginamos que enviando a Montero a uno de
ellos. Y su plan tras el 28-A es muy sencillo: entrar en el Gobierno de
Sánchez como ministro (o vicepresidente), dimitir de la secretaría
general de Podemos por el pésimo resultado electoral que espera a
Podemos y colocar a su parienta Irene Montero de lideresa de su partido,
para que el poder de Podemos se quede en su casa y en su familia.
Entre los debates y lo de Villarejo, al que Iglesias se agarra como a
un clavo ardiente, el líder podemita espera recuperar votos y frenar la
sangría de sus electores que se van, o regresan al PSOE. Lo que no
tendrá nada fácil.
Y lo que incluye para él y para Podemos el riesgo de ser adelantados
por Vox lo que para Iglesias y su gente sería un fracaso muy importante
que les quitaría buena parte de su discurso contra la extrema derecha.
En cuanto a su entrada en el gobierno todo dependerá de sí entre el
PSOE y Podemos suman 160 escaños para luego sumar los votos de PNV y de
ERC, partido este último que insiste en pedirle a Sánchez la
autodeterminación, lo que de mantenerse pondría en dificultad su
investidura.
Vamos a ver qué pasa pero está claro que hay dos incógnitas
fundamentales por desvelar para valorar el resultado final de las
elecciones en curso. Y esas incógnitas son: cuánto cae Podemos y cuanto
sube Vox. Es decir en estos dos partidos ‘populistas’ puede estar la
clave de los pactos de gobierno del día después del 28- A.
Que en todo caso no serán inmediatos porque antes habrá que esperar a
los resultados de los comicios municipales, autonómicos y europeos del
26-M, para ver qué negociaciones y cambalaches a tres bandas se pueden
hacer.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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