Fue una actuación ejemplar. Con esta frase y con sorprendente desparpajo, José Antonio Nieto,
quien fuera secretario de Estado de Seguridad en el período de tiempo
que se está juzgando en el Tribunal Supremo, contestó bajo juramento
cuando se le preguntó por la intervención de la policía española en el referéndum del 1 de octubre de 2017.
La pregunta era de la fiscalía del Supremo y muchos dimos un bote
cuando oímos la respuesta de un señor que ocupó con el gobierno del PP
un puesto de tanta responsabilidad.
Por si no hubiera suficiente con
esta, ahí va otra perla: "Técnicamente no hubo cargas policiales". No,
claro. Más de un millar de heridos de diferente consideración, imágenes
de una violencia inusitada contra gente pacífica que estaba ante los
colegios electorales... y no hubo carga policial alguna.
Realmente, este es el juicio de las sorpresas. Si la semana pasada
eran un sinfín de altísimas personalidades del gobierno español -desde
el expresidente Mariano Rajoy hasta Soraya Sáenz de Santamaría pasando por el inefable ex ministro de Hacienda Cristóbal Montoro o el irrepetible Juan Ignacio Zoido-
que repetían invariablemente que no sabían, no conocían, que aquello no
fue responsabilidad suya y respuestas similares, este lunes hemos
pasado directamente a la fase de invención.
Nieto llegó mucho más
preparado, con las respuestas precisas, sobre todo al interrogatorio de
la fiscalía, la abogacía del Estado e incluso de Vox. Fue detallando un
sinfín de inexactitudes, tanto que costaba reconocer en su explicación
los graves hechos que aquel día sucedieron en muchas poblaciones de
Catalunya y que dieron, en muy pocas horas, la vuelta al mundo.
Unas
imágenes que lastran aún hoy, y así será durante mucho tiempo, la imagen
de España en la comunidad internacional. Otra cosa fue cuando le
interrogaron las defensas y Nieto entró en contradicciones importantes.
No exageraba el conseller Quim Forn al asegurar que el relato del ex secretario de Estado de Seguridad estaba lleno de falsedades.
Llama la atención que el presidente del Alto Tribunal, Manuel Marchena,
no permita que se visionen imágenes y videos de los incidentes junto a
las declaraciones de los testigos. Habrá un visionado en otro momento
del juicio pero muchas de las declaraciones que se efectúan perderían
contundencia si se cotejaran con las imágenes.
Dicho en plata:
desmentirían a testigos como Nieto hablando de las cargas policiales, de
la violencia o de la actuación ejemplar. El hecho de que se pudiera dar
la réplica instantánea también haría que los testigos fueran mucho más
prudentes.
Pero Marchena, que este lunes ha enseñado los colmillos en
varios momentos, lo ha establecido así. Y así acabará, tenga o no tenga
razón que eso, en una sala, es lo de menos. Ya lo dejó claro a uno de
los abogados que le entró al quite en un momento del día: "No necesito
su conformidad".
Y así es.
(*) Periodista y ex director de La Vanguardia
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