martes, 7 de agosto de 2018

El PP cierra filas en torno a Casado

MADRID.- El PP ha decidido cerrar filas en torno a su presidente, Pablo Casado, al que el caso del máster le ha dejado acorralado. Desde la formación aseguran públicamente que no están preocupados y que su líder es “víctima de una persecución” de sus rivales políticos y que “los inocentes no deben dimitir”, pero el caso recuerda mucho al de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que se esforzó por todos los medios en defender su prestigio y que tuvo que acabar dimitiendo debido a la presión y a un inesperado vídeo en el que se le veía robando unas cremas. 

Pero lo de Casado es incluso más grave si cabe para un PP que podría ver como su nuevo líder es investigado, abriendo en el partido una herida difícil de curar que derivaría en una guerra interna y haría resurgir a la figura de Soraya Sáenz de Santamaría, que permanece en silencio esperando pasar al ataque si finalmente el Supremo da el golpe de gracia al que fue su rival en las primarias.
De momento, los dirigentes del PP que se han pronunciado, pocos, han defendido a ultranza a Casado. La última en hacerlo ha sido la portavoz del PP en el Congreso, Dolors Montserrat, que ha asegurado que el caso del máster “tiene poco recorrido y es irrelevante” y ha lamentado que haya una doble vara de medir de la que se quieren aprovechar los políticos rivales.
En una entrevista en Rac1, la portavoz popular ha destacado que pondría “totalmente” la mano en el fuego por su líder y ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de haber modificado su currículum y de no haber presentado su tesis.
Asimismo, Montserrat ha insistido en que Casado estará a disposición judicial, ya que “lleva cuatro meses dando respuestas” y cuando hizo el máster no se exigía la realización de un trabajo final.
Preguntada por las implicaciones éticas de este caso, Montserrat ha respondido que “la ética es la ley y la ley no va más allá”, y ha pedido que no se hagan futuribles y que se deje trabajar al Tribunal Supremo.
El caso es que aunque desde el PP nieguen preocupación, si la hay, a menos de puertas para dentro. Los sorayistas, que son unos cuantos, han decidido permanecer en silencio a la espera de los acontecimientos y recuerdan que ya advirtieron antes del Congreso del partido la situación compleja que se podría generar si Casado, al que ya le había salpicado el caso del máster, tenía por delante. Si el Supremo acaba imputando a Casado, pasarán a la acción para reclamar su lugar en el partido.
Al tiempo, continúa el proceso para que la denominada pieza C del caso Máster, relativa al de Casado y en la que figuran siete imputados, llegue al Tribunal Supremo, después de que la Fiscalía de Madrid haya rechazado recurrir la decisión de la titular del juzgado de instrucción número 51 de la capital, Carmen Rodríguez-Medel.
En todo caso, no será previsiblemente hasta después del verano cuando se empiece a conocer el hipotético horizonte judicial de Casado, a quien la jueza atribuye los delitos de prevaricación administrativa y cohecho impropio para los que se contempla una inhabilitación para cargo público de entre 3 años y medio y 7 años.
Lo del máster es el más importante pero no el único escollo para Casado, ya que tras algo más de dos semanas en el cargo también ha visto cómo el partido se enfrentaba en el Ayuntamiento de León a una posible moción de censura contra Antonio Silván, que finalmente no se ha concretado, por el caso Enredadera.

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