MURCIA.- Los cursos de formación relacionados con la industria alimentaria, los de actividades deportivas y físicas, y los de hostelería y turismo son actualmente los de mayor salida laboral para los desempleados de la Región de Murcia, según refleja el último estudio 'Inserta' del Servicio Regional de Empleo y Formación (SEF) que pone en relación las acciones formativas para personas sin empleo a lo largo de 2017 y su posterior acceso al mercado de trabajo.
El índice de inserción de estas familias profesionales es superior al
60 por ciento, muy por encima del dato general, que pone de manifiesto
que, globalmente, el 45,6 por ciento de los desempleados que completaron
un curso de formación del SEF el año pasado fueron contratados en los
siguientes seis meses.
Es decir, la formación se está consolidando como un factor
crucial para regresar a un mercado cada vez más exigente.
La familia profesional que 'absorbe' actualmente a una mayor
proporción de los formados en esa rama es la de la industria
alimentaria, con un 62,7 por ciento de inserción, a través de cursos
como los de 'Carnicería y elaboración de productos cárnicos',
'Manipulador de alimentos', o 'Envasado y empaquetado de productos
alimentarios'.
En el caso de las actividades físicas y deportivas (62,6 por ciento
de contratados), algunos cursos cuya inserción destaca especialmente son
los de 'Socorrismo en instalaciones acuáticas', 'Acondicionamiento
físico' o 'Animación físico-deportiva'.
Por su parte, Hostelería y
Turismo presenta una inserción del 56,2 por ciento, con cursos como los
de 'Operaciones básicas de cocina', 'Servicios de restaurante' o
'Sumillería'.
El estudio ha medido la inserción de los 5.708 alumnos que
finalizaron una acción formativa del SEF a lo largo de 2017. De esa
cifra, un total de 2.602 encontraron un empleo en el tramo de seis meses
inmediatamente posteriores a la fecha de conclusión del curso. Por
tanto, el estudio ha tenido en cuenta los datos de contratación hasta el
primer semestre del presente año.
Uno de los principales aspectos que pone de manifiesto el informe es
que el colectivo en el que más eficaz resulta la formación es el de
jóvenes menores de 30 años. El 52,7 por ciento de jóvenes que realizaron
un curso del SEF en 2017 encontraron empleo en los seis meses
siguientes. El porcentaje baja hasta el 49,3 por ciento para el tramo de
30 a 44 años, y hasta el 34,5 por ciento para los mayores de 45 años.
Además, los hombres encuentran más fácilmente un puesto de trabajo
(el 47,8 por ciento, frente al 43,2 por ciento de mujeres). El tiempo en
desempleo también es un factor directamente relacionado con la
inserción posterior, así, las personas que hicieron un curso cuando
llevaban un año o menos en paro fueron las que presentaron un mejor dato
de inserción laboral posterior (51,8 por ciento), seguidas de las que
llevaban entre uno y dos años en paro (44,3 por ciento) y finalmente las
que llevaban más de dos años sin trabajar (28,9 por ciento).
Por tanto, estos datos indican que el perfil actual de alumno que
encuentra empleo con mayor facilidad tras completar un curso del SEF es
un varón menor de 30 años que acumula menos de un año en desempleo.
La probabilidad de encontrar empleo tras hacer un curso para la
obtención de un certificado de profesionalidad es mayor que cuando la
acción formativa no da acceso al mismo. Así, en estos cursos (que son la
mayoría en el SEF) la cifra de inserción se eleva hasta el 48,9 por
ciento, es decir, 3,3 puntos más que el dato general.
Los certificados
de profesionalidad son titulaciones con validez en todo el ámbito
nacional y representan acreditación suficiente para el desempeño de una
profesión.
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