MADRID.- A las 5 horas y 13 minutos de la noche de este 9
de julio, una gran bola de fuego brillante cruzó los
cielos de la Península Ibérica. Varios testigos informaron del fenómeno desde
diferentes puntos del país hasta su precipitación al mar Mediterráneo frente a las costas de la Región de Murcia.
La bola de fuego ha sido también registrada
por los detectores que la Universidad de Huelva opera en los
observatorios astronómicos de La Hita (Toledo), Calar Alto (Almería), La
Sagra (Granada) y Sevilla.
Estos detectores trabajan en el marco del
proyecto SMART (Spectroscopy of Meteoroids by means of Robotic
Technologies), que tiene como objetivo monitorizar continuamente el
cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera
terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.
El análisis realizado por el profesor
José María Madiedo (Universidad de Huelva), investigador responsable del
Proyecto SMART, ha permitido establecer que la bola de fuego se produjo
como consecuencia de la brusca entrada en la atmósfera terrestre de una
roca procedente de un cometa.
La velocidad de esta roca rondaba los 65.000 kilómetros por hora, lo cual dio lugar a que ésta se volviese
incandescente, generándose así el espectacular fenómeno luminoso.
El
evento se inició sobre la provincia de Almería, a unos 89 km de altitud.
Desde allí avanzó en dirección noreste, finalizando a unos 31 km de
sobre el mar Mediterráneo, frente a las costas de Murcia.
Según
se desprende también del análisis de este evento, una parte de la roca
habría logrado sobrevivir a su brusco paso a través de nuestra
atmósfera, cayendo al mar en forma de meteorito. No obstante, los
cálculos indican que la masa de este meteorito sería muy pequeña, de tan
sólo unos pocos gramos.
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