Es verdad que en todas partes cuecen habas como se ve en el juicio de
los ERE de la Junta de Andalucía de los tiempos de Chaves y Griñán y
donde el sinvergüenza del tal Guerrero anda riéndose del Tribunal. Y de
ahí pasamos a los juicios de la corrupción del PP en Valencia y Madrid
donde el cúmulo de golferas (Bárcenas, Bigotes, Correa, Granados,
González etc) es ilimitado y provoca risotadas en el PP como las de su
portavoz en el Congreso Rafa Hernando que se mofa de la prensa y pregona
que él es ‘de Almería’.
O sea, el rottweiler del PP viene a decir lo de ‘a otro perro con ese
hueso’. Y en medio de semejante espectáculo Ciudadanos a punto de
aprobarle los Presupuestos de 2018 a Rajoy que sigue bailando su ‘Gran
Noche’ por los salones de la Moncloa.
Y que tirará por los balcones del Senado a su senadora Pilar Barreiro
(como antes en un pueblo de Madrid tiraban a una cabra desde el
campanario) con tal de lograr los Presupuestos de 2018, para que don
Mariano, ‘el bailaor’ siga imitando a Fred Astaire hasta 2020 y culmine
su operación regalándole al PNV todo lo que pida y a los dos partidos
canarios lo que se les ocurra.
Y uno se pregunta ¿a qué esperan Rivera, Sánchez e Iglesias para
sacar a Rajoy de la pista de baile de la Moncloa y conseguir con un
‘impeachment’ como el de Nixon a la española para que Rajoy que continúe
‘bailando bajo la lluvia’ -pero fuera de Moncloa- como ‘Un americano en
París’?
Rajoy se ríe de la oposición y baila como una peonza en bodas y
bautizos convencido de que es el Rey del Mambo y el más listo de la
reunión. Pero si el trío ‘Los Panchos’, de Rivera, Sánchez e Iglesias,
supiera de verdad lo que es una democracia hace tiempo que Rajoy estaría
fuera de la Moncloa y en su lugar habría un Presidente ‘neutral’
presidido por un Mario Monti a la española, con un programa de Gobierno
de mínimos y pactado para solo unos meses con vistas a elecciones
anticipadas previo control democrático de RTVE y una vez que la Fiscalía
levante las alfombras de la corrupción.
Aunque todo esto es impensable en España. En primer lugar por culpa
de Pablo Iglesias que en 2016 prefirió la investidura de Rajoy a la de
Sánchez y porque Podemos en el tema catalán, que sin duda estaría de por
medio, está en contra de España. Y porque Rivera y Sánchez se miran de
reojo y temen el qué dirán o los efectos electorales del ‘impeachment’ a
Rajoy.
O sea que unos por otros, la Moncloa sin barrer, y Mariano bailando como una peonza la ‘Gran Noche’ de Raphael.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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