miércoles, 14 de febrero de 2018

C’s, ‘cornudos y apaleados’ / Pablo Sebastián *

Al presidente Rajoy y a su ministro Montoro les da igual el no aprobar los Presupuestos Generales de 2018, ni tampoco los de 2019 porque si hace falta se prorrogarán durante dos años los de 2017 (algo que nunca pasó y jurídica y constitucionalmente es muy discutible) y gobernarán por decreto aunque si deben aprobar el techo de gasto de 2019.

Lo importante para Rajoy es que las elecciones generales se celebren en el año 2020, a ver si para entonces escampan las lluvias de la corrupción y el PP recupera impulso electoral. Rajoy no se quiere marchar de Moncloa por nada del mundo, considera que la Oposición no existe y que son incapaces de pactar una moción de censura para echarlo del poder lo que bien podrían hacer en dos meses Sánchez, Rivera e Iglesias si se pusieran de acuerdo.

Pero el pacto tripartito de la oposición ya fracasó cuando se pretendió la investidura de Sánchez en marzo de 2016, motivo por el que PSOE y C’s no apoyaron la censura a Rajoy que Iglesias planteó en el Congreso de los Diputados meses atrás.

Es decir que Rajoy torea a la oposición y de especial manera a C’s que se han situado en la tesitura de ‘Cornudos y apaleados’ por causa de: el claro incumplimiento del PP del pacto de investidura sobre corrupción; y por los continuos ataques que el presidente Rajoy, sus ministros y los dirigentes PP lanzan contra C’s, como se vio en la última sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.

El Gobierno y el PP atacan a Ciudadanos porque el partido de Rivera le exige a Rajoy que cumpla con el pacto de su investidura en lo relativo a la corrupción que prohíbe que los imputados por la corrupción sigan en la vida pública como ocurre con la senadora Pilar Barreiro del PP imputada en el caso Púnica.

Esto quiere decir que Rajoy ha rasgado el pacto de su investidura y por lo tanto el partido de Rivera debería confirmar el final del acuerdo que dicen ‘congelado’. Aunque visto lo ocurrido y las constantes revelaciones de la corrupción del PP, lo que debería hacer C’s es decir ya que no votarán los Presupuestos de 2018 ni aunque Pilar Barreiro deje el escaño del Senado y que, a partir de ahora, ‘cada uno en su casa y Dios en la de todos’.

Naturalmente, lo que subyace en la furia del PP contra C’s es el resultado catastrófico de los ‘populares’ en Cataluña y el triunfo de Arrimadas en esa Comunidad. Y sobre todo las últimas encuestas electorales que dan a C’s la victoria nacional por delante del PP y del PSOE.

Pero además la avalancha de los casos de corrupción del PP, que no cesa de crecer en medios y los juzgados, está provocando desconcierto y malestar entre los seguidores de C’s que no entienden que Rivera continúe apoyando a Rajoy. 

Y que lo haga, como si fuera ciego, sordo y masoquistas mientras desde el Gobierno y el PP los corren a palos incluso con acusaciones como la de decir que C’s colabora con los partidos soberanistas catalanes, lo que es falso y que es exactamente lo que ahora hace el PP con el PNV.

Se dice que ‘bien está lo que bien acaba’, pero en esto de la corrupción del PP no hay punto final sino un pozo sin fondo. Del que C’s se debe alejar lo antes posible porque ya hay quienes no entienden su actitud permisiva que sin duda los puede contaminar.

Además si Rivera e Iglesias están hablando de reformar de la Ley Electoral ¿por qué no podrían hablar de la censura a Rajoy e invitar Sánchez a esa conversación? Solo con que los tres se vieran a almorzar el pánico invadiría La Moncloa, RTVE y la Fiscalía del Estado y eso solo para empezar.


(*) Periodista


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