"Estamos de acuerdo en avanzar en modernización, en reutilización y
en desalación, pero consideramos que estas tres fuentes se han mostrado
insuficientes para acabar con los problemas de agua que padece la Cuenca
del Segura, por lo que la inclusión de nuevas interconexiones es para
nosotros innegociable".
Asimismo, ha lamentado la postura adoptada por el partido Ciudadanos
que "sigue nadando en la indefinición ideológica".
Así, Cano ha
criticado que la formación naranja "no haya aportado nada al documento"
y, sin embargo "haya puesto en duda y cuestionado que se recojan las
aportaciones de los regantes".
Según Cano, "las propuestas del PSOE de autosuficiencia hídrica o de
un Plan Hidrológico Regional son a todas luces insuficientes y no
solucionan ningún problema". El dirigente popular ha lamentado también
siga apostando por la desalación como solución principal por lo que les
ha recordado que "hay 44 millones de árboles que regar en el Altiplano,
Noroeste y la Vega Media y Alta, donde no llega la desalación"
Por lo que el popular ha instado a la responsabilidad y a la altura
de miras de las diferentes fuerzas políticas "porque la Región de Murcia
no puede esperar más".
Por ello ha defendido como solución "las interconexiones de cuencas
como eje vertebral, las aportaciones externas y los recursos
convencionales y no convencionales para acabar de forma definitiva con
el déficit estructural y severo que padece la Región de Murcia y la
cuenca del Segura".
"El Partido Popular considera que la Región de Murcia tiene una
oportunidad histórica de llegar a un acuerdo que supondría acabar de una
vez por todas con el déficit hídrico que padecen nuestros agricultores
y regantes, e incorporar las medidas al Pacto Nacional del Agua".
Tercia la ministra Tejerina
La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio
Ambiente, Isabel García Tejerina, destacó este lunes que busca «una
política de agua que nos permita afrontar esta escasez de la manera más
eficiente posible y con el máximo consenso. Y en este empeño, las claves
han sido y seguirán siendo la planificación y el diálogo,
indispensables para hacer frente a un desafío que avanza de manera
inexorable".
Tejerina, que partició en el Foro
ABC Sevilla, desgranó los
pilares que sustentarán el futuro Pacto Nacional por el Agua, en el que
el Ministerio lleva meses trabajando con más de 125 reuniones con todos
los agendes implicados.
Según explicó la titular de
Agricultura, se trata, en palabras de la ministra, de buscar «una
política de agua que nos permita afrontar esta escasez de la manera más
eficiente posible y con el máximo consenso. Y en este empeño, las claves
han sido y seguirán siendo la planificación y el diálogo,
indispensables para hacer frente a un desafío que avanza de manera
inexorable».
A este momento, se ha llegado tras un intenso trabajo de
planificación hidrológica llevado a cabo en la pasada legislatura. «Sin
planificación hidrológica, sencillamente no es posible hacer política de
agua. Especialmente en un país como España, en el que el agua es un
recurso natural que requiere la máxima atención», dijo.
En
palabras de la ministra, se busca «un pacto que haga de la gestión del
agua una auténtica política de Estado, integradora, consensuada y
solidaria. Un pacto con vocación de permanencia. Un pacto de todos y
para todos».
Por ello, se busca el consenso, dijo García Tejerina,
«porque toca avanzar juntos, para cuidar el agua, para atender las
demandas de forma sostenible y para proteger a las personas". Pero el
Pacto Nacional por el Agua, ha apuntado, pretende ir todavía más allá:
"El Pacto Nacional por el Agua suma, en realidad, un pacto por el
crecimiento, un pacto por la sostenibilidad y un pacto por la cohesión
de España».
«Con este Pacto, todas las Comunidades
Autónomas saldrán beneficiadas por diferentes actuaciones: inversiones,
ahorro, mejoras medioambientales, adaptación al cambio climático,
disminución del riesgo de inundaciones. Y con una mejor gobernanza del
agua, con la que el conjunto de España ganará».
La
ministra de Agricultura apuntó que los ejes del Pacto Nacional por el
Agua son la atención a los déficit hídricos, las variables
medioambientales, la gestión de los riesgos de inundaciones y lo
relativo a la gobernanza del agua.
En su intervención explicó sobre la
cobertura de los déficit hídricos que hay diferentes líneas de acción:
desde la ejecución, en cada una de las demarcaciones hidrográficas, de
las infraestructuras que sean necesarias; hasta el fomento de recursos
no convencionales, como la reutilización y la desalación; pasando por el
impulso al ahorro y la eficiencia que supondrá la culminación de la
modernización de los regadíos, que se inició «también bajo un Gobierno
del PP con el Plan Hidrológico Nacional hasta 2008, adaptando la
agricultura a los nuevos desafíos del cambio climático».
Para
paliar los déficit García Tejerina señaló que el Pacto abordará las
transferencias de agua entre distintas demarcaciones hidrográficas,
«siempre que sea viable social, económica y ambientalmente». «Y, aquí
destaco especialmente, es fundamental siempre que exista un consenso»,
subrayó.
Sobre la sostenibilidad, otro de los ejes del
Pacto, dijo que es fundamental «para que el agua siga impulsando el
crecimiento también en las generaciones futuras». Por ello remarcó el
compromiso de España con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la
Agenda 2030 de Naciones Unidas, así como con los compromisos adquiridos
en el Acuerdo de París.
Para cumplir con ello, el Pacto Nacional por el
Agua debe considerar la mejora del saneamiento y la depuración, donde se
colaborará desde el Ministerio con las autoridades municipales
competentes; la protección de espacios de especial interés
medioambiental, para el que se desarrolla un Plan de Protección Integral
que establezca una estrategia común en todas las vomunidades autónomas;
la adaptación de nuestras masas de agua a los efectos del cambio
climático; y el avance en la concertación de caudales ecológicos.
La
ministra añadió que para ello «hemos definido ya más de 3.250 caudales
ecológicos en tantos tramos de nuestros ríos, y queremos continuar
haciéndolo para garantizar la salud de nuestros ecosistemas fluviales».
Otro
de los ejes del futuro Pacto Nacional por el Agua, señaló Isabel García
Tejerina, es la puesta en marcha de proyectos estructurales destinados a
prevenir el riesgo de inundaciones.
Se trata de desarrollar las medidas
de los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación, «de forma ordenada y
sostenible, aplicando criterios comunes que permitan priorizar su
ejecución conforme al análisis coste-beneficio y a la viabilidad
ambiental».
Para abordar estas soluciones, insistió que «es
imprescindible reforzar la coordinación y cooperación de todas las
administraciones implicadas, para impulsar las mejores medidas de
protección de las ciudades, los bienes y el medio ambiente».
Respecto
a la gobernanza del agua, la ministra de Agricultura incidió que
«debemos garantizar el cumplimiento de nuestros compromisos con la Unión
Europea en materia de estabilidad económico financiera de nuestro
sistema del agua», para lo cual se deberá, «por un lado, revisar la
tarificación para incentivar el ahorro y permitir una mayor recuperación
de los costes asociados al servicio del agua.
Entre estos costes
asociados al agua debemos contemplar el coste ambiental, introduciendo
mecanismos que permitan reducir la presión sobre las masas de agua y
recuperar estos costes».
También señaló que en materia de gestión del
dominio público hidráulico «debemos trabajar en la mejora del
seguimiento de las aguas superficiales y subterráneas, tanto de su uso, a
través de sistemas de contadores, como de su estado y calidad; en la
mejora de la gestión de los acuíferos compartidos; en la mejora del
Registro de Aguas para la lograr mayor eficiencia; o en la revisión de
las normas de seguridad de las infraestructuras».
En su
intevención, García Tejerina insistió que para llegar al momento actual
de negociación del Pacto ha tenido lugar antes un intenso trabajo de
planificación desarrollado a cabo en la pasada legislatura.
Entre 2011 y
2016, se desarrollaron los planes hidrológicos de cuenca de todos los
ríos dependientes de la AGE. Además, se aprobó el Plan
Crece, con una
inversión de cerca de 1.200 millones de euros hasta 2020 para ayudar a
las administraciones regionales y locales a cumplir sus obligaciones de
depuración y saneamiento; y se aprobaron también los primeros Planes de
Gestión del Riesgo de Inundaciones, con una inversión de 800 millones de
euros. Asimismo, desde el Ministerio se declararon 135 reservas
naturales fluviales, protegiendo especialmente cerca de 2.700 kilómetros
de ríos, que "decidimos preservar en mejor estado de conservación, con
escasa o nula intervención humana, y dando garantías para su
mantenimiento", dijo la ministra.
En toda esa
planificación, García Tejerina refirió que el Gobierno ha tenido muy en
cuenta el cambio climático, llevando a cabo, por primera vez en España,
una política de adaptación al cambio climático, expresada en la gestión
del agua por el Plan
PIMA Adapta, y a través del establecimiento,
también por vez primera, de caudales ecológicos en nuestros ríos.