MADRID.- Las matriculaciones de turismos y todoterrenos en España descendieron en agosto un 30,8 %
en comparación con el mismo mes de 2018, hasta 74.490 unidades, y
acumulan un descenso del 9,2% en los ocho primeros meses del año, según
los datos difundidos este lunes por las patronales de fabricantes
(Anfac), de vendedores (Ganvam) y de concesionarios (Faconauto).
Se trata de
la mayor caída para agosto en cuanto a la comercialización de turismos
desde 2008, cuando se desplomó un 41,27 % en plena crisis económica.
Las matriculaciones de vehículos comerciales ligeros se estancaron en agosto,
mientras que en el conjunto del año continúan creciendo, un 2,4%, y los
vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses cierran el
mes de agosto con una fuerte caída de las ventas del 25,9%.
Las ventas en el canal de particulares son las menos afectadas, de los tres canales, por el efecto comparativo,
con un descenso del 27,5% y 41.657 unidades. Sin embargo, en el
acumulado del año, las entregas a particulares son las que más están
sufriendo, con un descenso del 14,3%, hasta las 395.055 unidades. El
canal de alquiladores es el que registra este mes una tasa de descenso
mayor, con un 36% de caída.
Esta fuerte caída es atribuible en gran parte al efecto comparativo por la entrada en vigor de las nuevas pruebas de emisiones WLTP,
que infló las ventas un 48% en agosto del año pasado.
Cerca del 70% del
incremento de las matriculaciones en agosto de 2018 correspondieron al
canal de empresa frente al 15% de los particulares, evidenciando que las
redes de distribución tuvieron que dar salida al
amplio stock de vehículos no homologados aumentando el esfuerzo promocional y las matriculaciones tácticas.
En
agosto de 2018, se matricularon 107.692 unidades, un hito histórico en
el sentido de que fue el mejor agosto en ventas de la serie, con un
incremento del 48% respecto del mismo mes del año anterior. Esta subida
respondió a la entrada en vigor el 1 de septiembre de la normativa de
medición de emisiones WLTP y RDE para partículas.
Las marcas y
concesionarios se vieron obligados a sacar antes de esa fecha los vehículos no homologados y
por eso, el incremento. Este año, sin efectos extraordinarios, las
entregas vuelven a volúmenes similares a los registrados en 2017. En los
primeros ocho meses del año, las entregas de vehículos turismos y
todoterrenos caen un 9,2%, hasta las 883.649 unidades.
Según Noemi Navas, directora de comunicación de ANFAC , en el último cuatrimestre del año «veremos tasas de crecimiento, por el efecto comparación, pero el mercado seguirá registrando una importante debilidad
en las comercializaciones, sobre todo a los particulares».
Desde esta
organización creen necesario la puesta en marcha de medidas urgentes
para revertir esta tendencia cuanto antes «con un plan de choque y
medidas de estímulo a la compra de vehículos nuevos».
El director de Comunicación de Faconauto
valora los motivos excepcionales que han provocado las cifras del mes
de agosto, ya que, según Raúl Morales, «las automatriculaciones que han
hecho los concesionarios el mes pasado, antes de la llegada, este 1 de
septiembre, de la normativa europea de medición de emisiones RDE,
nos han dejado el mejor agosto desde el año 2007, si no tenemos en
cuenta, claro está, el del año pasado, que fue histórico por motivos
excepcionales».
Desde la Asociación de concesionarios perciben una
«demanda latente» y una bolsa de conductores que están posponiendo su
cambio de vehículo, los cuales podrán beneficiarse en el último
cuatrimestre de un importante esfuerzo promocional y de las unidades de kilómetro cero
que los puntos de venta han acumulado en los últimos meses, y esperan
que se anime la actividad comercial de los concesionarios y que el
mercado vuelva a dar muestras de mejora.
Desde Ganvam
su directora de Comunicación, Tania Puche, asegura que «el juego
matemático hace que la cifra de caída salga llamativamente alta porque
estamos comparando con un mes atípico como fue agosto del año pasado,
donde las matriculaciones se dispararon hasta máximos históricos como
consecuencia de la entrada en vigor del WLTP y la necesidad de dar salida al stock sin homologar.
Si lo comparamos con agosto de 2017, cuando ya sin PIVE se matricularon
del orden de 72.888 unidades, la variación marca una ligera subida; en
cualquier caso, un claro indicador de que el mercado necesita un balón
de oxígeno es que el canal de particulares acumula ya un año de
bajadas».
Desde la Asociación Nacional de Vendedores creen que «los
datos ponen de manifiesto que no se está produciendo renovación del
parque con el perjuicio medioambiental que supone, comprometiendo toda
la inversión en innovación que se le exige el sector para poder reducir
su impacto sobre el entorno».
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