CASTELLÓN.- La constatación de que un médico de Atención Primaria de la Comunidad Valenciana cobra por cada hora de guardia presencial un 48% menos que lo que factura un mecánico de taller, como informó semanas atrás El Mundo, lleva a entender por qué un 30% de los facultativos que acaban su periodo como Médico Interno Residente (MIR) emigran a otros países.
Las cifras hablan por sí solas para justificar el éxodo: un galeno milenial cobra en casa 23,59 horas por estar de vigilancia en un día laborable,
cuando sus homólogos irlandenses son retribuidos con 70 euros a la
hora. Y con 105 euros si se trata de guardia en día festivo, mientras
que en Castellón y en el resto de la Comunidad son apenas 25,59 euros.
Irlanda
es uno de los países que en estos momentos demanda médicos españoles
para cubrir servicios de urgencias hospitalarias y guardias en centros
de salud, ofertas que recoge estos días el Colegio de Médicos de Castellón, tal y como ha podido constatar El Mundo.
Irlanda,
tal y como advierte el portavoz de la Central Sindical Independiente y
de Funcionarios (CSIF), Vicente Navarro, «es un país en el que el coste de la vida es similar al español.
«En cambio se paga dos y tres veces el salario que cobran los
profesionales valencianos y, además, como mejores condiciones laborales,
contratos indefinidos o anuales y renovables», señala el sindicalista.
Sirva
el ejemplo de que un facultativo valenciano de Urgencias tiene una
retribución anual de 29.400 euros frente a los honorarios de entre 55.00
y 75.000 euros que se cobran en la república irlandesa. Si es para
atender las emergencias en un hospital, la nómina aumenta a los 100.000
euros frente a los 46.586 euros retribuidos en Castellón, Valencia y
Alicante.
«Mientras tanto, en la Comunidad Valenciana -puntualiza
Navarro- se ofertan contratos a tres meses de verano y luego ya
veremos si sale alguna baja que sustituir».
Por si no fuera poco,
«no sólo se paga mejor, advierte el responsable de Sanidad del CSIF,
Irlanda es uno de los países de la Unión Europea con menor presión fiscal, por lo que, al final, no solamente se oferta tres veces más salario sino que se pagan muchos menos impuestos».
La situación, además, es idéntica en el caso de los enfermeros,
que se van a trabajar a Gran Bretaña, Francia o Alemania, lo que lleva a
poner el grito en el cielo a los sindicatos por la incesante fuga de
profesionales.
En el caso de los médicos, «formar un MIR cuesta
nos cuesta entre 200.000 y 250.000 euros y ahora que formamos más MIR
que nunca, se van más médicos a otros países de la UE que nunca», según
han advertido ya desde la Central Estatal de Sindicatos Médicos, CESM.
También la crítica es ácida por parte del CSIF tanto en cuanto que aseguran «llevar muchos años denunciando los bajos salarios de los empleados públicos y especialmente de los más cualificados,
debiendo tener en cuenta la Administración que la economía está
globalizada y se rige por las leyes de la oferta y la demanda».
«Si no
queremos quedarnos sin profesionales cualificados, debemos ofertar una
retribución adecuada a las funciones que realizan y su importancia en la
sociedad», concluye Vicente Navarro en su radiografía sobre la
emigración de sanitarios valencianos.
Hasta el 1 de julio de 2019 se han expedido en España 2.540 certificados de idoneidad para trabajar en el extranjero.
En la Comunidad Valenciana han sido 201 certificados repartidos entre
los colegios oficiales de las tres provincias, solicitados por 129
facultativos.
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