jueves, 29 de agosto de 2019

Con tales miembres no es posible hacer otro cesto / Félix de la Fuente *

La explotación de los países pobres de la UE por parte de los países ricos de la misma está echando abajo uno de los principales pilares en los que se asienta la democracia europea: la solidaridad. 
Cientos de miles de médicos, ingenieros, enfermeras, veterinarios, investigadores profesionales cualificados-… emigran de los países pobres o menos desarrollados hacia los países ricos de la UE en busca de unos salarios dignos y de un reconocimiento profesional. Rumania ha perdido en los últimos años unos cuatro millones de habitantes, Bulgaria millón y medio…. 
Personalmente les habrá ido muy bien, pero para el país de donde salen esto supone una sangría. Muchos de ellos tienen formación universitaria o profesional. Todos emigran hacia Alemania, Suecia, Francia Gran Bretaña, Austria, países que los reciben con los brazos abiertos pues suponen una riqueza incalculable por la que no han pagado ni un céntimo. Los países pobres pagan los estudios y los países ricos sacan los beneficios.

Esto vale también para España ¿Cuántos universitarios españoles han emigrado a estos países ricos? ¿Cuánto ha costado su formación a los presupuestos de España? No se trata de fomentar los nacionalismos ni de adoptar el papel de víctimas. Se trata de justicia y de solidaridad. Esta política de captación de talentos era casi exclusiva de los Estados Unidos. Ahora se está imponiendo en la UE. ¿Para qué gastar en la formación de médicos, enfermeras… si los podemos tener gratis de los países pobres?

La solidaridad entre las diversas regiones y los diversos países de la UE es el factor humano de la integración europea. La solidaridad es el fundamento de la política regional. Muchas de las carreteras y muchos de los túneles de nuestras ciudades, muchas de las depuradoras de España se han levantado con los fondos solidarios de la UE. La solidaridad es también el fundamento del sistema social y de la seguridad social europea. 
También es uno de los tres pilares de la democracia española. El artículo 2 de nuestra Constitución española dice: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”.

La solidaridad entre las regiones de España no es menos importante que la Unidad nacional o que la existencia de las autonomías -los otros dos pilares de nuestra democracia. Pero estoy seguro de que la mitad de los españoles no han oído hablar nunca de la solidaridad entre las diferentes regiones de España. A los políticos no les interesa hablar de eso.

Los fondos estructurales de la UE están pensados precisamente para ayudar a las regiones pobres y reducir la distancia entre regiones pobres y regiones ricas. Sin embargo, algo está fallando, pues la distancia entre los países ricos y los países pobres dentro de la UE no se está reduciendo. 
Son los países ricos los que más se benefician de la integración europea, pues sus productos industriales tienen mucho más valor que los productos agrícolas de los países pobres. Es de justicia, por tanto, que compensen de alguna forma a través de los fondos estructurales, -solidaridad- los beneficios que ellos obtienen,

Sin embargo, este éxodo de talentos que emigran hacia los países ricos puede dar al traste con la solidaridad, haciendo que sean los países ricos los que se beneficien a costa de los países pobres.

No es esto el único ejemplo de insolidaridad de los países de la UE. El problema de los refugiados ha dejado en evidencia también las vergüenzas de Europa.

¡Pobre Europa, el día que desaparezca la solidaridad entres su países y regiones! ¡Habrá desaparecido los más auténtico y más noble de nuestro continete!

¿Ha fallado la UE? Ni ha fallado la UE, ni han fallado los ciudadanos. La UE nos muestra el camino “…. Reduciendo las diferencias entre las diversas regiones y el retraso de las menos favorecidas”, dice el preámbulo del Tratado de funcionamiento de la UE. 
Respecto a los ciudadanos, la libertad de circulación de las personas dentro de la UE para buscar trabajo o establecerse en cualquier país es uno los logros fundamentales y más preciados de la UE. Tampoco podemos culpar a los ciudadanos que emigran

Son los egoísmos nacionales los que fallan. Los nacionalismos y la xenofobia están desintegrando Europa . Pero, ¿podemos quejarnos los españoles de esta falta de solidaridad de la UE? ¿Nosotros, que desconocemos lo que es la solidaridad entre las diversas regiones españolas y no sólo estamos permitiendo privilegios y discriminaciones regionales, sobre los cuales la UE nos ha llamado varias veces la atención, sino que incluso estamos tolerando, en aras de una libertad de expresión descabellada, el enfrentamiento y el odio entre unas regiones y otras?


¿Qué EU podemos construir con estos políticos?
(*) Ex funcionario del Parlamento Europeo

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