MURCIA.- Las profundidades marinas del sureste español albergan una gran riqueza en biodiversidad. Científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y de la Universidad de Alicante han hallado en la Región de Murcia y sur de Alicante distintas especies de corales de alto valor ecológico, en el marco de una campaña oceanográfica del proyecto LIFE INTEMARES que ha finalizado esta semana.
A
bordo del buque Ángeles Alvariño, del Instituto Español de
Oceanografía, los investigadores han explorado los fondos marinos de una
zona de unos 2.300 km2, donde se encuentran los cañones submarinos del Escarpe de Mazarrón, y la montaña submarina Seco de Palos.
En esta área han localizado especies indicadoras de hábitats vulnerables situadas a una profundidad de entre 150 y 1.500 metros.
La información recogida permitirá avanzar en el conocimiento de la zona
para ampliar su protección y ser declarada en un futuro Lugar de
Importancia Comunitaria (LIC) dentro de la Red Natura 2000.
Con esta campaña se ha constatado que este espacio es refugio de corales amarillos, corales bambú, una especie de coral negro (Leiopathes glaberrima) y varios corales blandos.
También han confirmado la presencia de corales duros blancos, que se
localizaron en la campaña geológica que se llevó a cabo en 2018.
Los
investigadores también han encontrado grandes bivalvos boreales, como
la ostra gigante Neopycnodonte zibrowii, en peligro de extinción y que
sobrevive en escasos lugares del océano.
También han destacado el
hallazgo de clavelinas de mar –equinodermos como las estrellas y
erizos-, que están protegidas por la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Además, han observado
otros invertebrados marinos vulnerables como esponjas y briozoos,
organismos de apariencia similar a los corales.
Esta
expedición también ha permitido mejorar el conocimiento sobre la
evolución de la vida marina en el sureste español.
Los científicos han
encontrado fósiles de especies características de regiones subárticas que llegaron al Mediterráneo durante los periodos glaciares,
como la almeja ciprina islandesa (Arctica islándica), el mejillón
boreal (Modiolus modiolus), el pectínido o vieira Chlamys islándica,
junto a vestigios de arrecifes de coral muy antiguos de Madrepora
oculata y Lophelia pertusa.
Durante la campaña, el grupo de
Geociencias Marinas del IEO ha estudiado la geología de la zona, dando
continuidad a los trabajos realizados en la campaña de 2018, lo que
permitirá continuar con el estudio de zonas con mayor probabilidad de
albergar hábitats sensibles.
El equipo de investigadores que ha
participado en esta campaña analizará en los próximos meses las muestras
y datos recogidos en esta campaña, que se enmarca en la acción del
proyecto destinada a mejorar el conocimiento para la declaración de
nuevas áreas marinas protegidas dentro de la Red Natura 2000.
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