Está visto que el Presidente Donald Trump quiere una guerra,
comercial con China o militar con Venezuela o Irán. Eso es al menos lo
que se desprende de la escalada verbal y represalias económicas y
comerciales con las que ahora pretende asfixiar a Cuba, Venezuela e
Irán, mientras no descarta una intervención militar contra el régimen de
Nicolás Maduro.
Pero entre tanto Trump acaba de iniciar con China una batalla de
continuas subidas de aranceles a las exportaciones de China a USA por
valor de más de 200.000 millones de dólares. A lo que a respondido el
Presidente chino Xi Jinping con una subida de aranceles a las
exportaciones de EE.UU por valor de 60.000 millones de dólares.
Y todo ello mientras continúan, a cara de perro, las negociaciones
para un pacto comercial entre Washington y Pekín, de las que Trump
pretende salir ganador sí o sí. Entre otras cosas porque ya está en
campaña electoral para los comicios presidenciales de 2020, y con esta
guerra comercial pretende llevarse muchos votos de las zonas más
industrializadas de los EE.UU.
Y a no perder de vista que Trump sigue escondiendo el informe
completo que el fiscal especial Robert Mueller elaboró sobre el
‘rusiagate’ y la posible obstrucción de Trump a la Justicia. Asuntos que
Nancy Pelosi, la líder de la mayoría demócrata de la Cámara de
Representantes del Congreso, puede utilizar para poner en marcha un
proceso de destitución de Trump.
De ahí la urgencia del presidente por encontrar un conflicto
comercial o militar y sus continuas provocaciones. En las que también ha
incluido unas amenazas a la Unión Europea, porque a Trump no le gusta
que la UE tenga su propia política de Defensa al margen de la OTAN, pero
la tendrá.
Bastante malestar ya tienen los primeros países europeos (Reino
Unido, Francia y Alemania), con la ruptura por Trump de los acuerdos
hallados con Irán en materia nuclear, como para que ahora Trump abra un
nuevo frente contra la UE.
Y ni imaginar queremos que se pueda abrir un conflicto armado en el
golfo arábigo, una vez que Arabia Saudí ha denunciado ataque en el
Estrecho de Ormuz a dos petroleros de su país, incidentes que están en
investigación y de los que fuentes sauditas culpan a patrullas iraníes. Y
todo ello en un momento en el que el Presidente Trump acaba de enviar
un portaaviones y varios buques de combate al Golfo Pérsico.
En cuanto a la tensión con la UE la Subsecretaria de Defensa USA
Ellen Lord ha protestado por los planes de Defensa Europea ante la Alta
Comisionada de Política Exterior de la UE Federica Mogherini en una
amenazante carta contra la Unión en la que habla de ‘conflicto de
intereses y de daños a la relación de la OTAN con la UE’. Y donde
amenaza sin rodeos con represalias económicas de USA contra las empresas
europeas.
Mientras tanto La Bolsa de Nueva York empezó ayer a caer por causa de
la batalla comercial con China. Y ya veremos que ocurre por la noche en
los mercados asiáticos y como se despiertan hoy los europeos.
Y a no perder de vista en todo ello él empeño de Trump de que Europa
no pacte con la tecnológica china Huawei en el desarrollo de las
autopistas del 5-G, diciendo que los chinos roban tecnología americana y
quieren espiar a la UE por el control de datos. Que es lo mismo que
quiere USA espiar a la UE y hacerla depender de sus vías tecnológicas
que son mucho más caras que las chinas.
Pero Trump que desde que llegó a La Casa Blanca ha tratado a patadas a
la UE, jaleando el Brexit y diciendo que la OTAN está ‘obsoleta’, se
equivoca con la UE, porque Europa seguirá su camino en comercio,
industria y en la Defensa. Le guste o no a Donald Trump.
(*) Periodista
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