VALLADOLID.- La Junta de Castilla y León modificará la Ley de Caza antes de que acabe
la legislatura autonómica después de que el Tribunal Superior de
Justicia castellano-leonés emitiera, a instancias del Partido Animalista
contra el Maltrato Animal (Pacma), un auto que, según los animalistas,
"paraliza cautelarmente cualquier actividad cinegética hasta nueva
orden".
La Consejería de Fomento y Medioambiente del gobierno regional ha
abierto conversaciones con varios grupos parlamentarios para conseguir
esa modificación vía decreto ley o bien a través de una proposición de ley presentada por estos grupos.
El propio consejero de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León,
Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha explicado en Salamanca que su
departamento está trabajando con representantes de Partido Popular, PSOE
y Ciudadanos para “adoptar una decisión adecuada y rápida”.
El tribunal tomó su decisión el martes, después de que el Pacma presentara
un recurso para impugnar el Reglamento de caza autonómico, por lo que
la suspensión afecta a “toda la actividad cinegética hasta que se dirima
la impugnación”, ha explicado Laura Duarte, portavoz del partido animalista.
Duarte ha argumentado que el reglamento “no cumple la Directiva de Hábitat de la UE, que se aplica a todas las especies”, por lo que, “si no es correcto, se debe proceder a esta paralización”.
“No se ha prohibido la caza, sólo se impide su actividad hasta que se resuelva el recurso“, ha precisado Duarte, quien ha pedido “extremar la vigilancia para evitar que nadie la practique” hasta conocer la resolución.
Sin embargo, en un comunicado facilitado el miércoles, la presidenta del Pacma, Silvia Barquero, ha afirmado que “éste es un ensayo general de lo que será vivir en un país sin caza”, donde “los cazadores tendrán que colgar sus escopetas”.
Eso supondrá “un enorme respiro para los animales y las personas que disfrutan del campo de manera pacífica, sin la amenaza de las balas”, ha añadido.
Barquero ha anunciado también que el departamento jurídico del Pacma estudia repetir esta acción en otras comunidades autónomas.
La Real Federación Española de Caza (RFEC), apoyada por la de Castilla y León, ha contestado con un comunicado en el que califica el auto de “ilegal” y asegura que “es muy probable que el TSJCyL haya prevaricado” al dictarlo, ya que “es una resolución manifiestamente injusta”.
Además, entiende que estos letrados “se han extralimitado en sus competencias”
pues la caza es una “competencia exclusiva de las CCAA” y el auto “deja
sin efecto la Constitución y el Estatuto de Autonomía”, extremo para el
cual este tribunal “no tiene absolutamente ninguna competencia”.
Varias organizaciones y entidades también han mostrado su escepticismo en las últimas horas respecto a los efectos del auto.
Así, el Colegio de Ingenieros de Montes cree que “no
tiene fundamento técnico” y “aplica de forma incorrecta el principio de
precaución” y las organizaciones agrícolas UPA y COAG acusan al TSJCyL
de “dar alas” a los partidarios de que “todo el campo se convierta en
selva”.
La Fundación cinegética Artemisan ha añadido que la
actual Orden Anual de Caza de la Junta sigue “plenamente vigente”, ya
que el auto “no se pronuncia sobre el fondo de un asunto que aún no es
firme” y puede ser recurrido en un plazo de cinco días.
De hecho, ha
confirmado que se personará “de inmediato” como codemandada para
defender los intereses “no sólo para el sector cinegético, agrícola,
ganadero y turístico, sino también para la conservación de las especies
protegidas”.
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