MURCIA.- Ecologistas en Acción se ha dirigido por escrito al
presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, así como
al consejero de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente, Javier Celdrán Lorente, denunciando las graves carencias de medios
materiales y recursos humanos que vienen sufriendo las Direcciones
Generales de Medio Ambiente y Mar Menor, y de Medio Natural, que las
está llevando a una situación insostenible.
La
Dirección General de Medio Ambiente y Mar Menor, y la Dirección General
de Medio Natural, gestionan un gran número de expedientes complejos, con
gran cantidad de proyectos y actividades sometidas a informe,
autorización, evaluación, control y seguimiento por parte del personal
de estas dos direcciones.
Muchas de ellas, además, requieren de un
seguimiento periódico por parte del personal técnico de la Consejería.
Sin embargo, la estructura interna de estas dos Direcciones Generales es
totalmente insuficiente para esta gestión, que además cuentan con
competencias y atribuciones muchas veces poco definidas entre servicios.
Otra
situación que complica la labor del personal técnico es que desde 1993,
se ha cambiado de Consejería en 12 ocasiones, aproximadamente cada dos
años, lo que en muchos casos también ha implicado el cambio de
Directores Generales en ambas.
En el último lustro, esos cambios y
reestructuraciones han llegado también a nivel de Servicios, quedando
desgajados por completo, y creando una carencia severa de puestos
intermedios (técnicos responsables, jefes de sección, etc.) de manera
que, expedientes de gran relevancia se tramitan directamente por
técnicos, en su mayoría interinos, que actúan sin estructura en la que
apoyarse, sin apoyo jurídico y/o sin superiores técnicos, en un
permanente estado de provisionalidad y precariedad.
Para
rematar, en estas dos Direcciones Generales, más de la mitad del
personal es eventual o provisional. Los interinos por programa tienen
contratos de tres años y no pueden tramitar expedientes ordinarios, y
los interinos contratados por acumulación de tareas lo están por 6
meses, y aunque sí pueden realizar trámites ordinarios, dada su corta
experiencia en el puesto que ocupan solo podrán desarrollar tareas
sencillas en teoría.
Por su parte, el cuerpo de
Agentes Medioambientales, con mayor proporción de personal estable,
tiene también situaciones de eventualidad (25 de 114, es decir 22%),
enfrentándose en el campo a situaciones delicadas con amenazas recibidas
durante el ejercicio de su trabajo.
En algunos cuerpos no se han sacado
plazas a oposición en más de diez años y algunas de las creadas se van
amortizando por jubilación. Todo este personal eventual se encuentra
sometido a una gran vulnerabilidad e indefensión, y el personal
definitivo ha de cargar con unas responsabilidades que exceden todo
límite.
Por otro lado, la gestión de espacios
protegidos carece, en su mayor parte, de las preceptivas regulaciones
específicas (PORN, PRUG, y Planes de Gestión). La mayor parte de las
especies de flora y fauna protegida carecen de planes de recuperación,
conservación o manejo.
También existen problemas
graves de recursos materiales, y deficiencias e infradotación en materia
informática y otros medios de trabajo. Por ejemplo, para realizar
trabajos de campo solo se dispone de vehículos poco adecuados que
superan de media los 15 años.
La precariedad de
medios y recursos humanos y materiales, así como la debilidad
organizativa de las dos direcciones generales, son problemas graves que
influyen directamente en el desempeño de sus funciones, y en la
obligación de garantizar, de una manera efectiva, los derechos de la
ciudadanía a una información pública y tutela ambiental efectivas, en
las necesidades de los agentes económicos sociales que ven sus trámites
dilatados en el tiempo, y en todos los trabajadores/as de las dos
direcciones que soportan cargas de trabajo y responsabilidades que
exceden lo razonable.
Para Ecologistas en Acción
es necesario y urgente el aumento de la dotación en personal funcionario
técnico y administrativo que se corresponda con la carga de trabajo
real. La estructura de plantillas de estas dos Direcciones Generales
debe aumentar sustancialmente, mediante un plan escalonado de personal.
Los trabajadores/as y las organizaciones sindicales han propuesto que la
Dirección General de Medio Ambiente y Mar Menor debe incrementarse en
65 técnicos/as (10 de ellos técnicos responsables), 20
administrativos/as y 10 plazas jurídicas. Y la Dirección General de
Medio Natural debería incrementarse en 60 técnicos/as (10 de ellos
técnicos responsables), 20 administrativos/as, 30 agentes
medioambientales y 5 plazas jurídicas.
También se
necesita una estructura orgánica adecuada, en la que las Direcciones
Generales puedan abordar sus funciones con garantías técnicas, seguridad
jurídica y sin precariedad laboral, así como la elaboración de un
programa de dotación de recursos y medios materiales (técnicos e
informáticos) y de formación específica.
Por último es urgente la
creación de una Consejería de Medio Ambiente específica y estable, que
pueda aglutinar y coordinar de una manera más efectiva todos los
recursos materiales y medios humanos.
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