jueves, 3 de enero de 2019

¿Están de verdad “matando” a Zaplana?

MADRID.- Las críticas contra la juez de instrucción y el fiscal del caso Zaplana arrecian. Medios de comunicación, familiares, amigos e incluso políticos como Ximo Puig o Pablo Iglesias han apelado a la humanidad de la magistrada que instruye el denominado caso Erial, María Isabel Rodríguez, para que deje en libertad al ex presidente valenciano Eduardo Zaplana afectado de una leucemia y en prisión preventiva imputado por cobrar comisiones y blanquearlas, recuerda hoy www.revistavanityfair.es.

Pero la juez, que acusa al político de cobrar al menos 6,4 millones en sobornos a cambio de adjudicaciones públicas y esconder su dinero en paraísos fiscales, no cede: quiere que regrese del Hospital La Fe de Valencia dónde ingresó el pasado día 20 a la prisión de Picassent. 
Considera que no necesita estar “permanentemente ingresado” en un hospital que no es el de referencia de la prisión y ha pedido conocer todas las pruebas que su médico insiste en realizarle.
La tensión ha llegado a tal punto que el jefe de Hematología del Hospital La Fe de Valencia, Guillermo Sanz, amigo de la familia, además de emitir un duro informe que asegura que si el político vuelve a la prisión “morirá”, tuitea desde su cuenta personal para lograr la libertad de Zaplana. 
Además, la Sociedad de Hematología, de la que él es un destacado miembro, ha recomendado en un escrito que no vuelva a la cárcel. Los medios ya lo han titulado “El asesinato de Zaplana”. ¿Pero de verdad puede un juez permitirse que muera uno de sus investigados? ¿Por qué entonces qué la juez Isabel Rodríguez y el fiscal anticorrupción Pablo Ponce mantienen su posición?

1) La información es secreta: Tanto la juez como el fiscal poseen una información que es desconocida para el resto puesto que está bajo secreto de sumario. Rodríguez ha argumentado que “cuando se conozca el secreto de sumario se podrá comprobar que no está tan malo como sostiene”.
Cabria esperar conocer todos los datos para entender por qué han tomado esta decisión que hasta ahora se presenta como “arbitraria” e “inhumana” y que ellos creen haber razonado en sus escritos pero que ahora no pueden, todavía, ser públicos al estar la investigación en marcha.
Los abogados de la familia ya han manifestado en diversas ocasiones que es difícil sostener un secreto de sumario desde 2015 y que, desde su punto de vista y contrariamente al que mantiene la justicia, no existe ni riesgo de destrucción de pruebas, ni de fuga.

2) Una decisión compartida: No es solo que la magistrada y el fiscal, que conocen la información bajo secreto de sumario, se pronuncien a favor del ingreso en prisión de Zaplana. La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia, formada por cuatro miembros, ha desestimado hasta cuatro veces los recursos presentados por los abogados del político. Es decir: las decisiones que ha tomado la juez han sido evaluadas por otros jueces que han avalado de manera sistemática a la instructora.

3) Otros informes médicos positivos: La familia y abogados de Zaplana han apoyado su defensa en los informes elaborados por el médico personal de ex presidente Zaplana, el jefe de Hematología del Hospital La Fe de Valencia, Guillermo Sanz y que resaltan la gravedad de la enfermedad del político, además del médico que desde Houston le hace un seguimiento de sus analíticas. Por otra parte, inciden en que el primer informe médico de los forenses admitía que existía riesgo de que su enfermedad se complicara de forma muy severa en prisión.

Sin embargo, de la misma forma que la magistrada pidió antes de acordar la prisión un chequeo completo del detenido mucho más exhaustivo que los que pasan otros presos, autorizó un segundo informe a petición de la defensa en el mes de septiembre que concluyó que “la cárcel no supone un riesgo para él ni para su tratamiento”.
En la prisión de Picassent han estado suministrando al político complejos vitamínicos para paliar su delgadez, acrecentada por la depresión que el político padece por estar encerrado, pero consideran que no corre riesgo su vida.

4) Igualdad de oportunidades: La familia de Zaplana también ha manifestado su enfado ante la magistrada cuando se le denegó a la mujer del ex presidente dormir en el hospital con su marido como hacían otros familiares de enfermos, que el arzobispo Cañizares visitara a Zaplana o que unos jóvenes le cantaran unos villancicos.
La justicia ha tenido que recordarle a la familia que, pese a tener un ingreso hospitalario, Zaplana es un preso con medidas restrictivas que debe atenerse a las normas establecidas para todos.
Ningún preso duerme con su mujer -portadora de móvil, ordenador etc- ni recibe las visitas cuando quiere. Debe hacer la petición como el resto de los reclusos. Existe por tanto un régimen de visitas que debe cumplir.
Fuentes judiciales han señalado en todo caso que su objetivo es concluir por completo la investigación para levantar “cuanto antes” el secreto de sumario para decidir el futuro del político.

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