Todos los
‘VIPs’ (“Very
Important People”: gente muy importante) de
este mundo han tenido que realizar un pago secreto e infame
para llegar al poder y mantenerse en él,
según asegura Alberto
Canosa. Este pago se hace a Moloch, a los amos
ocultos del mundo, es decir, al “lado oscuro de la Fuerza”,
en palabras de “Star Wars”.
Es lo que se llama en Méjico
“pagar el derecho de piso”.
El
precio más caro es vender tu Alma al diablo,
y el más barato es “comerse marrones” en el
trabajo, como hacemos todos los días los currantes. Pero hay un
precio muy extendido que todos ocultan, que es el pago de sangre,
es decir, sacrificios de animales y hasta de seres humanos.
Esto es satanismo criminal puro y duro.
Los
compradores son pobres diablos, con ínfulas de fama y
delirios de grandeza, que serán eliminados como
basura, una vez que dejen de ser útiles a sus amos siniestros.
Por eso se dice que el peor negocio del mundo es hacer pactos
con el diablo.
Por
lo tanto no tiene nada de envidiable la posición social de los
que están arriba, porque su situación es muy comprometida. Los
cobradores son seres sin Alma, es decir, desalmados, y por eso
aprecian tanto el esclavizar el Alma de otros
seres.
Es
muy común que todos los VIPs tengan un vidente o espiritista,
supuestamente contactado con ángeles, pero
ángeles caídos, que les diga lo que tienen o no tienen
que hacer en cada momento. Pero ya se sabe que la sinceridad no es
una virtud de los demonios, y por eso los engañan
constantemente, porque el diablo es el padre de la mentira.
Una
vez que una persona tiene un alto salario fijo y una familia que
mantener está enganchada por los testículos para vender hasta a
su madre, si fuera preciso.
Esto
no es nuevo porque el poder de los adoradores de Saturno viene
desde muy antiguo, según el escritor británico
David Ike, (Saturno=Satán) pero no hay nada eterno
porque todo es cíclico, y ahora mismo las tornas
están cambiando radicalmente a favor de la Luz, los hijos de
Júpiter.
Cada
vez hay más personas que se están conectando con la energía
Crística para hacer frente a esta pesadilla y transformar el
mundo en el paraíso prometido: la Jerusalén Celestial. Por eso
tienen tanto miedo, porque saben que este año se
les acaba el tiempo de hacer fechorías y tropelías.
¡Alabado
sea el Creador del Universo!
Santo,
santo,
santo
es el Señor,
Dios
del universo.
Llenos
están el Cielo
y
la tierra de su gloria.
Hosanna
en el Cielo.
Bendito
el que viene
en
el nombre del Señor.
Hosanna
en el Cielo.
(*) Periodista
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