miércoles, 9 de enero de 2019

Villarejo buscó trapos sucios de empresarios y políticos que querían sacar a González de la presidencia del BBVA

MADRID.- La Audiencia Nacional ha abierto una investigación secreta en el marco del caso Tándem en la que investigará la guerra sucia del excomisario José Manuel Villarejo, supuestamente contratado por el banco BBVA, para frenar el asalto que Sacyr planeó para hacerse con la entidad presidida por entonces por Francisco González entre diciembre de 2004 y febrero de 2005, según informa ‘El Español’. 

El Juzgado Central de Instrucción nº 6, donde se investiga la actividad del excomisario desde su detención en noviembre, ha abierto una nueva pieza secreta en torno a los trabajos que prestó al BBVA para saber cuales iban a ser los movimientos de Sacyr.
Según documentación a la que han accedido Moncloa.com y ‘El Confidencial’, Villarejo, a través de una agencia de detectives, buscó trapos sucios de los empresarios (al menos tres de Murcia muy conocidos) y políticos que querían sacar a Francisco González de la presidencia. Para hacer esta información, las dos publicaciones se basan en en el análisis de 4.000 documentos del excomisario.
El 1 de diciembre de 2004, tres días después de que Sacyr anunciara su intento de controlar el BBVA, el banco solicitó a Villarejo una “colaboración profesional” a través del Gabinete de Investigación y Análisis (GIA), el equipo de trabajo puesto a sueldo de la entidad.
El banco dirigido por González le dio a Villarejo todo el control y éste detectó a una serie de personas, a las que denominó ‘grupo hostil (GH)’ que formaban parte del núcleo de la operación de Sacyr para hacerse con el control del BBVA. El excomisario llamó a ese proyecto de espionaje ‘operación Trampa’.
Para el BBVA era “fundamental” conocer el alcance e importancia de “dicho complot”, así como saber quiénes eran las personas implicadas. Y Villarejo descubrió quienes eran esas personas. 
Entre ellas estaban el presidente de la constructora, el murciano Luis del Rivero, y el vicepresidente de la misma, Juan Abelló. También eran ‘hostiles’ Vicente Benedito, antiguo directivo del banco que se había ido a Sacyr, y J. Domingo Ampuero, actual presidente de Viscofán
Todos ellos estaban, según Villarejo, “asesorados jurídicamente por Matías Cortes”, abogado vinculado al Santander, y contaban con el “apoyo político” de Miguel Sebastián, el exministro de Industria, Turismo y Comercio del PSOE hasta 2011.
Las averiguaciones de Villarejo confirmaron los rumores de que el Ejecutivo socialista quería infiltrarse en la segunda entidad de España y provocar la salida de su primer ejecutivo, aupado al cargo por el Gobierno del PP de José María Aznar.
En el BBVA creían además por entonces que la operación estaba orquestada en última instancia por el expresidente ya fallecido del Banco Santander Emilio Botín y que el objetivo final de la operación de Sacyr era hacer presidente a Abelló
La entidad acordó pagar al comisario un mínimo de 360.000 euros más IVA (417.600 euros), más un pago adicional de otros 120.000 euros tras el éxito de la operación.
El caso es que al final Sacyr renunció a la operación y para ello tuvo un papel muy importante el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, que puso trabas a la operación desde el principio y advirtió a la constructora de que si llegaba al 5% del BBVA, el regulador analizaría la “idoneidad” de que una empresa de este sector tomase una posición tan predominante en un banco tan importante.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Seguro que el FANTASMA del PALACE estaba en el asedio.