martes, 4 de diciembre de 2018

Según el Tribunal Supremo, el murciano Luis Nicolás Mateos no estafó a nadie

MURCIA.-En septiembre de 2017 la Audiencia Nacional condenaba al empresario murciano Luis Nicolás Mateos a seis años de cárcel por estafa continuada, falsificación de documento mercantil y delito contra la Hacienda pública en el proyecto del complejo turístico Lagoa en Brasil, que nunca llegó a levantarse. El empresario recurrió al Tribunal Supremo, que ahora le ha dado la razón.

De esta manera,  ha absuelto a Nicolás Mateos del delito de estafa continuada, «revocando y dejando sin efecto la declaración de nulidad de los contratos de compraventa relativos a la promoción Lagoa Resort, revocando y dejando sin efecto también la condena a indemnizar a los compradores relacionados», se lee en la sentencia.
El TS mantiene las condenas por los delitos de falsificación de documento mercantil (6 meses de prisión y multa de 5.400 euros) y contra la hacienda pública (6 meses de prisión y multa de 79.000 euros), pero suprime las indemnizaciones a los clientes denunciantes. 
La sentencia dice también que desde diciembre de 2005 hasta marzo de 2008 fueron «varios cientos de personas» los que entregaron distintas cantidades de dinero para comprar los apartamentos. 
Según los contratos, la parte vendedora se comprometía a hacer entrega de los de una primera fase en junio de 2008 y los de la segunda en el primer trimestre de 2009.
En este sentido, detalla el Tribunal Supremo que van «incluidos los pagarés emitidos por los compradores y que hayan sido cobrados por el acusado o su sociedad Grupo Nicolás Mateos S. L. o por un tercero por endoso y en las cantidades que se pudieran haber acreditado en ejecución de sentencia pagadas por los compradores a las entidades bancarias derivadas de la emisión y retención judicial de los pagarés». 
Asimismo, el tribunal recuerda a los afectados que tienen derecho a ir «por la jurisdicción civil» para reclamar «por el incumplimiento de los contratos de compraventa relativos a la promoción inmobiliaria Lagoa Resort».
Los hechos se remontan a hace ahora quince años. Fue en 2003 cuando Nicolás Mateos comenzó a ofrecer 3.500 apartamentos de lujo en el complejo residencial Lagoa Do Coelho Resort, en el estado de Río Grande do Norte, en Brasil, que supuestamente debía contar con centros comerciales, un lago, un teatro e instalaciones deportivas. 
Entre los compradores de viviendas en la zona sonaron nombres de varios futbolistas famosos, así como de un cineasta. Las casas valían entre 76.500 y 130.758 euros. Lo que ocurrió fue que no se llegaron a hacer. Aunque el alto tribunal no cree que el murciano quisiera engañar a nadie.
En opinión del Supremo, «no se puede construir un delito de estafa porque no se reseña engaño alguno, falsificación o apropiación mínimamente definida de dinero». Asimismo, destaca que «los contratos fueron civilmente válidos». 
El tribunal sostiene que Nicolás Mateos «es ajeno a la ilicitud sobrevenida de los avales, que estaban bastanteados (al proceso de estudio de las escrituras de apoderamiento realizado por las entidades de crédito se le denomina 'bastantear') por la Comunidad Autónoma de Murcia, y al también sobrevenido incumplimiento de sus obligaciones por las aseguradoras, no existiendo elementos probatorios que permitan afirmas que los avales fueran simulados».
«En efecto, se hace referencia a una campaña de publicidad como medio del que se valió el acusado para la captación de fondos, pero de ahí no puede inferirse una actuación fraudulenta o engañosa», prosigue el Supremo.

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