MADRID.- Los abogados del exjefe de la Policía Local de Coslada
(Madrid), Ginés Jiménez, natural de Alcantarilla, y de otros cuatro agentes
procesados por una supuesta trama de corrupción policial destapada en 2008 que extorsionaba a dueños de locales, han asegurado que no había tal trama, ni asociación ilícita.
Así
lo han explicado tres letrados antes de que la Audiencia Provincial de
Madrid comenzara el juicio contra Ginés Jiménez y otras once personas
acusadas de integrar o permitir una presunta trama de policías corruptos
destapada en 2008 y por la que la Fiscalía pide más de 26 años para el
exjefe policial.
La Sección 17 de la Audiencia madrileña
juzga desde este lunes y hasta el 23 de marzo, con varias sesiones cada
semana, a Ginés Jiménez Buendía, a su mujer, a su hijo, a tres
ciudadanos rumanos relacionados con la prostitución y a seis agentes de
la localidad.
El juicio arranca tras diez años de instrucción judicial con numerosos recursos de diferentes partes. Las
detenciones se practicaron en mayo de 2008 en el marco de la denominada
operación Bloque, en la que fueron arrestados 26 agentes, varios de los cuales estuvieron en prisión provisional.
Ginés
Jiménez ha declinado hacer declaraciones a la prensa por respeto al
tribunal, pero su letrado, Oskar Zéin, ha recordado que hasta mayo de
2012 "había una presunta conexión por presunta asociación ilícita, pero
quedó archivada" tras una sentencia del Juzgado de Instrucción 21 de
Madrid que ratificó la Audiencia Provincial.
"Ya no hay
trama, ya no hay asociación, ya no hay organización. Son hechos
absolutamente distantes y distintos para unos y otros" acusados, ha
sostenido, tras destacar que los delitos que se imputan a su defendido no tiene relación con los que se imputan al resto de procesados.
Ha
hecho hincapié en que de los 26 agentes arrestados en mayo de 2008 en
la denominada 'operación Bloque' solo siete van a juicio, y lo hacen
diez años después.
El letrado Eulogio García, que
representa a tres de los policías procesados, también ha sostenido que
"no hay asociación ilícita, ni extorsión, ni absolutamente nada", porque
se declaró el sobreseimiento.
"Sí hay una instrucción
mala", con dilaciones indebidas, ha afirmado, algo que considera
"indignante" y "un fracaso absoluto de la instrucción de la justicia" en
el que "habría que entrar a fondo".
García ha subrayado que todos los agentes procesados, salvo Ginés Jiménez, volvieron a trabajar e incluso han recibido felicitaciones por su trabajo, pero las detenciones de 2008 les dejaron "hundidos".
Por
su parte, Marcos García Montes, letrado de otro agente, ha explicado
que "es una instrucción realizada con los pies" que "empezó en la
Comisaría de San Blas y acabó en la UDYCO central (Unidad contra el
Crimen y la Delincuencia Organizado) sin que se diera traslado del
procedimiento" y que acumula "numerosas irregularidades" y "nulidades".
Ha
asegurado que su cliente no sabe de qué se le acusa, solo que va a
juicio por coacciones y ha destacado que estuvo en prisión provisional
pero finalmente la Fiscalía solo pide para él una multa.
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