BARCELONA.- Las más que previsibles dificultades para una pronta formación de Gobierno en Catalunya están llevando al Ejecutivo de Mariano Rajoy a revisar los plazos de su propia agenda política. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, insiste en que "en las próximas semanas" se acometerá la negociación política del nuevo sistema de financiación autonómica con
el objetivo de lograr un acuerdo en el 2018, según publica El Periódico.
Sin embargo, fuentes del
Gobierno asumen en privado que el acuerdo no llegará a tiempo de ser
incorporado a unos Presupuestos del Estado para el 2018 que
serán muy difíciles de negociar. Siendo así, el sistema no podría tener
efectos económicos el próximo ejercicio -tal como pretendía el
Ejecutivo y exigen los barones autonómicos- y habría que esperar al
2019. De confirmarse esta hipótesis, se sumaría un año más a la
caducidad del actual modelo, y ya serían cinco.
El ministro Montoro ha dicho de forma reiterada que su departamento
no puede poner en marcha la negociación política del nuevo modelo de
financiación con la ausencia de Catalunya en las conversaciones,
afirmación en la que este martes ha insistido el coordinador general
del PP, Fernando Martínez-Maillo, quien ha aprovechado además para criticar que el sistema actual procede del "error del 2009" cometido por José Luis Rodríguez Zapatero al
acordarlo "solo con una parte", pues las comunidades gobernadas por los
populares evitaron aprobarlo.
En cuanto al futuro método, el anterior
Govern, presidido por Carles Puigdemont, se autoexcluyó
de la negociación al rechazar enviar un representante de la Generalitat
a la comisión de expertos creada en febrero y, después, al comité
técnico del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), que
finalmente se constituyó en octubre.
Desde entonces, el debate sobre el nuevo modelo languidece en
reuniones técnicas, sin ninguna propuesta concreta de Hacienda sobre la
mesa, a la espera del desbloqueo político de Catalunya. Todo ello en
medio de una irritación creciente de los barones autonómicos de uno y
otro signo político que han interpretado como un agravio la rápida
aprobación que, sin embargo, sí han logrado los regímenes forales del País Vasco y de Navarra.
"Vamos muy retrasados", se ha quejado la 'consellera' balear de Hacienda, la socialista Catalina Cladera,
tras la última reunión técnica del 28 de diciembre. "Todavía nos
encontramos en reuniones técnicas y el Estado ni siquiera ha convocado a
los consejeros al CPFF para mostrarnos su propuesta y poderla
discutir", afirma.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo (PP),
ha sido el primero en constatar que la situación catalana podría
"condicionar" o "alargar durante un tiempo determinado" las
negociaciones para el nuevo modelo de financiación autonómica, o bien
"retrasar" un acuerdo.
Según los temores expresados por Feijóo, si gobiernan los
independentistas, la negociación podría verse "condicionada" bien porque
estos decidan no acudir al CPFF o bien porque muestren "un desinterés
absoluto" en que haya un acuerdo multilateral y exijan uno bilateral con
Catalunya.
Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (PSOE),
ha asegurado que durante este año va a estar "enormemente vigilante"
para que la "deriva de Catalunya" no se traduzca en un problema
financiero para el resto de españoles.
García-Page ha admitido que "va a
ser muy complejo" alcanzar un acuerdo en materia de financiación
autonómica, pero ha señalado que ese acuerdo no puede pasar "por que se
intenten compensar los desastres políticos de Catalunya vía cheques".
La portavoz de la Junta de Castilla y León, Milagros Marcos (PP), también ha culpado a la "inestabilidad" registrada en Catalunya de
"ralentizar" temas de Estado relevantes para la comunidad como la
negociación del nuevo modelo de financiación autonómica, un acuerdo que
ha confiado en cerrar en el año que ahora empieza.
Montoro quiere iniciar la negociación política del nuevo sistema a partir de conversaciones con el PSOE en las próximas semanas. En paralelo, el propio presidente Mariano Rajoy anunció
su intención de reunirse en enero con los líderes políticos de las
formaciones parlamentarias para negociar los Presupuestos del Estado
para el 2018. Con toda seguridad, la financiación autonómica se abordará
también en estos contactos.
Montoro dijo en noviembre en el Congreso de los Diputados que
su objetivo era lograr un acuerdo de financiación autonómica "en los
primeros meses del 2018", de modo que ya pudiera tener efectos
económicos este año, previa incorporación al proyecto de Presupuestos
del Estado que el Gobierno espera poder tramitar en el Parlamento.
Pero ambas negociaciones están lastradas por la agenda catalana. En el caso de los Presupuestos, el PNV rechaza prestar su imprescindible apoyo parlamentario al Gobierno mientras persista la aplicación del artículo 155 de la Constitución sobre
Catalunya. Y si la formación de un nuevo Govern se demora, también se
demorará la retirada del 155 y, por ende, el apoyo del PNV a los
Presupuestos.
De ahí que fuentes del Gobierno asuman en privado un nuevo
retraso en la aplicación del nuevo sistema de financiación
autonómica hasta el 2019.
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