FERROL.- La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, anunció hace unos días en Madrid la apertura de un nuevo «ciclo inversor, en el que se incluirán nuevos programas, que sin lugar a dudas supondrá un cambio de paso y de ritmo en la industria de la defensa española».
Aunque no concretó los planes de adquisición que tendrán prioridad, en el ámbito de la defensa se apunta hacia las fragatas F-110 para la Armada y a los vehículos de combate 8X8 para el Ejército como los más esperados en estos momentos. De hecho, en el caso concreto de las fragatas de nueva generación, tanto la Marina española como Navantia esperaban que la orden de ejecución se produjese antes de finales de este mismo año, lo que parece ya poco probable, según La Voz de Galicia.
El aplazamiento de la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año -lo que estaba previsto para septiembre pero debido a la crisis catalana se ha demorado- ha frenado destacados proyectos para la zona, incluyendo la luz verde para la construcción de estos navíos.
Antes de la presentación de las cuentas, el presidente de la Xunta se había reunido en Madrid con distintos ministros para reclamar la inclusión de fondos para este programa. Es un plan ambicioso, que implica la construcción de cinco unidades, con un diseño 100 % español, y que tendrá una gran repercusión para los astilleros de la ría, ya que tanto la Armada como Navantia han anunciado reiteradamente que los buques se fabricarán íntegramente en Ferrol.
La ministra de Defensa insistió en que su departamento «asumirá el papel que le corresponde como gestor de la política de adquisiciones, así como de responsable primero de la política de defensa, de la que la industria es parte esencial». Además, puso en valor el retorno a la sociedad que genera la ejecución de los programas militares.
«Por cada euro que se invierte en Defensa retornan 2,5», aseguró, al mismo tiempo que insistió en que la aportación del sector a la economía nacional se traduce en la aportación del 6 % del Producto Interior Bruto (PIB) y en el sustento de 55.800 empleados.
Después de unos años de restricciones presupuestarias, María Dolores de Cospedal afirmó que España está dispuesta a incrementar su inversión en Defensa, por compromiso y no «porque se sienta obligada por otros, al haber firmado un papel junto al resto de países aliados hace tres años», en alusión a la Cumbre de la OTAN en Cardiff de 2014, en la que los países miembros de la Alianza se comprometieron a alcanzar el 2 % del gasto dedicado a la Defensa.
«Afrontamos un cambio de ciclo, parecido al que se afrontó en los años noventa y la industria española debe estar dispuesta a asumir el reto, centrado tanto en la capacidad de internacionalización como en la investigación, el desarrollo y la innovación».
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