MURCIA.- Los episodios de contaminación atmosférica en la ciudad de Murcia en las últimas fechas exigen, según EQUO RM, medidas efectivas que vayan más allá de las recomendaciones genéricas que ha hecho el ayuntamiento, como no usar el coche, apagar el motor en los semáforos, o usar más el transporte público.
Estas medidas son adecuadas, según la formación
verde, pero hacen cargar toda la responsabilidad a la ciudadanía, sin
ofrecer alternativas desde el consistorio para mejorar la movilidad y
disminuir los niveles de contaminación.
"En el mes de agosto pasado se anunció a bombo y platillo, por parte
del alcalde Ballesta y del concejal de Urbanismo, Antonio Navarro, la
construcción de una red de 7,5 kilómetros de carriles bici que
recorrerían la ciudad de norte a sur y de este a oeste, dentro del
llamado "'Plan de Acción de la Bicicleta 2017-2019", con un presupuesto
licitado de casi un millón de euros. Sin embargo, ese proyecto ha sido
guardado en el cajón, sin que se hayan tenido más noticias al respecto".
"También se anuncian mejoras en el transporte público pero, hasta ahora,
el retraso en la aprobación de los Presupuestos Municipales para 2018
impide saber si se llevarán a cabo esas mejoras".
EQUO RM urge a la
Dirección General de Transportes a aprobar cuanto antes el Plan Director
del Transporte Regional, aunque espera que no ocurra como el Plan
Director de la Bicicleta de la ciudad de Murcia, aprobado en 2010 y
olvidado después.
Desde 2011, varias lineas que operan en pedanías han
sido suprimidas, y la frecuencia de paso de los autobuses ha disminuido,
dejando a miles de usuarios sin un servicio adecuado.
Desde EQUO RM se apuesta por el uso generalizado de la bicicleta,
pero para ello es necesario que desde el Ayuntamiento se construyan
carriles bici segregados que conecten el centro con las pedanías, además
de unir todos los barrios entre sí.
El partido verde opina que es
imprescindible potenciar el transporte urbano público sostenible, con el
aumento de la frecuencia de paso de los autobuses, sobre todo a las
pedanías, y que éstos sean de propulsión eléctrica. Por último, es
necesario habilitar aparcamientos disuasorios en las afueras del casco
urbano, debidamente conectados al centro mediante transporte público,
buses y tranvía.
Sólo así se conseguir revertir la situación de
contaminación atmosférica que sufre la ciudad de Murcia, que afecta
gravemente a la salud pública.
Según la Agencia Europea de Medio
Ambiente (AEMA), 31.000 personas mueren cada año en España debido a este
tipo de contaminación que provocan sobre todo los coches en las grandes
ciudades, además de provocar enfermedades respiratorias y alergias, así
como agravar afecciones en personas mayores y niños.
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