“Cosas veredes”, le dijo don Quijote a Sancho. Y a todos los Sanchos que en España somos: Felipe, rey de la República Catalana.
Después del 1 de octubre, Cataluña puede hacer honor a eso de lo que
siempre hemos presumido. Incluso, en el reinado de Juan Carlos I: España
es una república coronada. Cataluña, la primera; después, vendrá el
País Vasco, Galicia y todos los que quieran apuntarse.
Cierto es que quien avisa no es traidor. Ya lo dijo en su día Pablo
Iglesias: si Felipe quiere seguir siendo rey, tendrá que presentarse a
unas elecciones. ¿Cómo el rey Simeón de Bulgaria, que, en el 2001, se
convirtió en Primer Ministro de la república de Bulgaria? Por qué no.
Nadie de entonces ni en ninguna de las monarquías europeas, empezando
por la española de su amigo, el rey Juan Carlos, se escandalizó porque
el rey Simeón fuera jefe de gobierno de una república. ¿Y qué decir de
Otto de Habsburgo?, que de ser el heredero al trono del imperio
austro-húngaro, se convirtió en un político con gran reputación, y, como
tal, miembro del Parlamento Europeo por el estado de Baviera.
Si somos sensatos, tendremos que reconocer que una república es mucho
más democrática que una monarquía. Cada cuatro años votamos y elegimos
presidente. Mientras que, en una monarquía, el hijo hereda al padre, por
muy tonto que sea. Que haberlos, los ha habido. Incluso entre los
Felipes de la monarquía española.
Por lo tanto, no es tan dramático aceptar que Felipe VI pueda ser el
último rey de España, al menos, de la Monarquía. Y, a lo mejor, ¿por qué
no? rey de la república española.
De aceptar el reto de Podemos y que se presentara a unas elecciones, hasta podría ganar.
Otra cosa es Leonor. Hay que ser muy ridículos y absurdamente
optimistas pensar que esta niña pueda ser, un día, reina de España, como
sucesora de su padre.
Aceptemos las sabias palabras que el rey Faruk pronunció cuando
perdió el trono de Egipto: No me importa, porque dentro de unos años
solo quedarán cinco reyes: los cuatro de la baraja y la reina de
Inglaterra.
Después de ésta… ¿también la república?
(*) Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario