El Vicepresidente de la Generalitat y responsable de la cartera de
Economía, al que el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro ha dejado
prácticamente sin funciones al asumir la Hacienda catalana, sería
partidario de suspender el Referéndum del 1 de Octubre, según fuentes
nacionalistas preocupadas por el nivel de protesta que se extendió ayer,
y que ha continuado hoy por las calles de numerosos pueblos de
Cataluña, que muchos pretenden mantener hasta el día del Referéndum, y
que puede escaparse del control de los organizadores, por actuaciones
indiscriminadas de grupos anarquistas que tienen mucha fuerza e
implantación en Barcelona.
Abona la tesis de esa suspensión el estado de ánimo de Oriol, al que
los catalanes han visto llorar en público ante las cámaras de TV3 e,
incluso, según algunos preguntarse en voz alta cuál sería el futuro de
sus hijos y, sobre todo en qué condiciones se celebraría ese Referéndum,
después de que la Guarda civil requisase el miércoles un millón de
papeletas y el martes el censo electoral, así como toda la
documentación sobre la formación de las Mesas. De un momento a otro, la
Guardia Civil podría requisar las urnas que estarían, según fuentes de
inteligencia, en un contenedor en el puerto de Barcelona.
Por otra parte las detenciones del miércoles, ordenadas por el
Juzgado número 13 de Barcelona, ha sido un golpe muy duro para los
organizadores del Referéndum, ya que la Guardia Civil habría
desarticulado el núcleo duro de la organización de la consulta, e
incluso se está investigando si algunos de los detenidos ha manejado
dinero para financiar la consulta, que estaría fuera de España. Lo que
más preocupa en estos momentos a Oriol Junqueras es poner en marcha un
Referéndum que está destinado al fracaso y que le puede costar (si no le
ha costado ya) su inhabilitación política. Por eso él sería partidario
de no llegar a convertir el Referéndum en un ridículo que haría
imposible una proclamación unilateral de la independencia.
La salida sería entonces unas elecciones constituyentes, y una prueba
de su nueva posición sería la entrega de los datos económicos que pedía
Montoro, que se hizo ayer por parte de la interventora de la
Generalitat, en pleno conflicto de las detenciones y los cuarenta
registros que estaba practicando la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Hoy el ministro De Guindos, en unas declaraciones a Financial Times, ha
admitido que el Gobierno está dispuesto a discutir un nuevo modelo de
financiación para Cataluña si hay una renuncia al Referéndum. Es la
misma puerta al diálogo que abrió el miércoles en una declaración
institucional el Presidente del Gobierno, e igual a la oferta que acaba
de hacer el Partido Popular y el PSOE: “Un diálogo dentro de la Ley, si
hay una renuncia al Referéndum”.
Entre la larga lista de reacciones mediáticas a los sucesos del
miércoles, con las detenciones, los registros de dependencias de la
Generalitat y las manifestaciones de protesta, parece que Oriol
Junqueras ha leído con detenimiento un largo comentario que publica la
Agencia de noticias norteamericana Bloomberg, de influencia decisiva en
todos los mercados y medios económicos y financieros. El comentario
lleva por título. “los separatistas catalanes van camino del fracaso”,
en el que cuenta que todas las secesiones que han prosperado en las
últimas década, y algunas que no lo han hecho, han estado marcadas por
la violencia.
Cuando los secesionistas se dan cuenta de que tienen que luchar por
su causa, las guerras que libran suelen durar décadas, antes de que sus
causas se resolvieran con una votación.
En este caso, según la agencia, los separatistas catalanes no tienen
la capacidad ni la desesperación para plantar cara al Ejército
español, ni siquiera a la Policía española, que recientemente
confiscó material relacionado con el Referéndum, demostrando que
controla la situación en Cataluña. Tampoco cuentan con patrocinadores
poderosos ni con apoyo internacional de ningún tipo.
El Presidente del
Gobierno español, tiene una posición dominante cuando amenaza con que
las Fuerzas de Seguridad españolas interfieran y con posibles cargos
penales a los diputados separatistas catalanes. Así que no hay motivos
para que Rajoy ceda, ni forma alguna de que la secesión prospere, aunque
llegue a producirse la votación, se dé una alta participación y una
mayoría de catalanes vote a favor de la independencia (lo que va en
contra de las últimas encuestas, que muestran una ligera preferencia por
el statu quo).
“A menos que los separatistas catalanes estén dispuestos a librar una
resistencia armada en el largo plazo, la única forma que tienen de
lograr su objetivo es convenciendo a la mayoría de los españolas de que
estos están mejor sin Cataluña. Eso va a ser difícil por el mismo
motivo que esgrimen los secesionistas para demostrar que Cataluña puede
sobrevivir por sí sola: la rica región es contribuyente neto al resto
de España. Pero la realidad es que los separatistas, se han metido en
un callejón sin salida. No están dispuestos a asumir la larga y
peligrosa ruta que los llevaría al éxito, y no tienen argumentos para
un escenario de consenso, ni siquiera un apoyo abrumador en la propia
Cataluña”.
(*) Periodista y economista
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