jueves, 21 de septiembre de 2017

Rajoy sigue sin tomar decisiones ‘ejecutivas’ / Pablo Sebastián *

Frío discurso del presidente del Gobierno Mariano Rajoy y ausencia de contundentes decisiones ‘ejecutivas’ ante la gravedad de la situación en Cataluña y el creciente desafío al Estado del Gobierno de la Generalitat. El que preside Carles Puigdemont sentado en el delito de ‘sedición’ sin que el Gobierno o el Tribunal Constitucional actúen contra los responsables del golpe de Estado catalán. Los que se han atrincherado detrás de una muralla de manifestantes a los que pretenden enviar a una batalla campal de orden público donde no se pueden excluir actos de violencia.

Está muy bien la actuación de los jueces y la fiscalía para desmontar todo el equipo del vicepresidente Oriol Junqueras que preparaba el referéndum y   confiscación de papeletas y documentos para la celebración de la consulta del 1-O, lo que prueba que los servicios de inteligencia están acertando por más que aún les queda por descubrir e incautar las urnas y copias del censo.

Y está bien que el presidente Rajoy explique y defienda la aplicación de la Ley en Cataluña en defensa del Estado de Derecho y la Constitución. Pero ayer noche se esperaba mucho más de Rajoy porque los jefes del golpe de Estado catalán siguen sentados en las instituciones que el Estado tiene en Cataluña violentando la legalidad y haciendo llamamientos a la rebelión popular sin que nadie los saque de las instituciones.

Y vamos a recordar las decisiones que Rajoy debe y puede tomar porque con su estrategia de débil y ‘proporcional’ respuesta está envalentonando a los manifestantes independentistas camino de un enfrentamiento civil de dimensiones imprevisibles y contra el que difícilmente se puede dar una respuesta ‘proporcional’. He aquí algunas de las decisiones ‘ejecutivas’ que Rajoy debe y puede tomar:

-El Tribunal Constitucional, a petición del Gobierno o ‘de oficio’ y en cumplimiento del artículo 92 de la Ley del propio TC, debe proceder a la ‘suspensión’ inmediata del presidente de la Generalitat y su gobierno, así como a la de la presidenta del Parlament y los miembros de la Mesa de la Cámara que la apoyan.
-El Gobierno de Rajoy, ante la pasividad de los Mossos de Escuadra que incumplen la orden de la fiscalía de investigar e impedir el referéndum, debe activar la Ley de Seguridad Nacional para poner a los Mossos bajo el control directo del ministerio de Interior.
-El Gobierno, a ser posible con el apoyo del PSOE y C’s, debe requerir a Puigdemont que acate de inmediato la legalidad y en el caso contrario convocar el Senado para activar el artículo 155 de la Constitución que permitirá al Ejecutivo suspender la autonomía catalana, cuando lo crea necesario y en la medida y proporción que lo considere oportuno.
-La Fiscalía del Estado que ha imputado al gobierno catalán y a quienes le apoyan los delitos de ‘desobediencia, prevaricación y malversación’, deben ampliar sus acusaciones a los delitos de ‘sedición’ –por el claro tumulto que acompaña a los rebeldes- y ‘revelación de secretos’ –por uso de bases de datos para el referéndum- y si se producen incidentes violentos también al delito de ‘rebelión’.

Si el Tribunal Constitucional, el Gobierno y la Fiscalía no actúan en este sentido en las próximas horas se van a equivocar una vez más porque si se llega a la fecha del 1-O con Puigdemont en la Generalitat y Forcadell en el  Parlament lo más probable es que Puigdemont a partir del 1-O proclame la independencia de Cataluña desde ¡la presidencia de la Generalitat! Y a partir de ahí Dios dirá, porque no basta con suspender el referéndum, hay que restituir la legalidad y el orden constitucional.


(*) Periodista y editor de www.republica.com 


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