miércoles, 3 de octubre de 2007

El presidente de "Maioris" apuesta por ajustar el precio del suelo en España para evitar la crisis y salvar la construcción

PALMA.- El presidente del grupo mallorquín de promoción inmobiliaria "Maioris", Joan Cabotá, apostó por un ajuste real de los precios del suelo para que el valor que llegue al finalista no se haya multiplicado en relación al precio que tenía antes de ser recalificado.

También para evitar la especulación directa, con el objetivo de "salvar" al sector de la construcción y evitar la crisis "a pesar de que eso suponga menores ganancias para los promotores".

Así lo manifestó minutos antes de presentar el IX Aniversario del Instituto de Empresa de Baleares en la sede de la Confederación de Asociaciones de Empresarios de Baleares, a la que también asistió el presidente de la entidad, Josep Oliver.

A juicio de Cabotá "el precio del suelo en España es imposible" ya que los valores "no están sobre el mercado" debido a que "hay una especulación que se debe evitar", por lo que manifestó la necesidad de encontrar fórmulas para que el suelo no quintuplique su valor a la hora de ser vendido.

"Si se ponen precios justos se podría salvar totalmente el sector de la construcción, el promotor ganaría menos dinero pero ha llegado la hora" manifestó el presidente del grupo inmobiliario, quien recalcó que "hay soluciones para evitar la crisis".

Respecto al paro registrado en el sector de la construcción, Cabotá apuntó que "hay un problema" y señaló que las grandes obras públicas que se llevaron a cabo en la pasada legislatura "fueron muy importantes" y ahora hay que estar a la espera de ver su continuidad. "Si la obra pública continúa, salvará una parte del sector" sostuvo.

Asimismo, auguró que la construcción de viviendas se frenará "y habrá un año o dos de crisis", por lo que en su opinión, se han de buscar soluciones para evitar el paro en el sector de la construcción y regresar a "parámetros normales" porque, según afirmó, "no se puede seguir creciendo en construcción como hasta ahora".

A este respecto, el empresario afirmó que en las islas hay mercado para construir "pero hay que cambiarlo" ya que, según explicó, el mercado del archipiélago se divide entre las viviendas residenciales, con un alto coste de construcción, y las viviendas para la gente residente, cuyo precio aboca a los jóvenes a recurrir a pisos de protección oficial. "Una formula distinta a lo que se hace ahora y consumir menos territorio es un cambio obligatorio" recalcó.

Respecto a la crisis provocada por las hipotecas de riesgo en Estados Unidos y que en España se ha dejado sentir con la declaración de suspensión de pagos de la inmobiliaria valenciana Llanera, Cabotá aseguró que "en Baleares, efectivamente, vamos a tener problemas".

El empresario resaltó que hay una crisis financiera mundial, una crisis financiera en Estados Unidos y una crisis inmobiliaria en España debido a que "se ha construido en los últimos años muy por encima de las posibilidades que se podía", por lo que las consecuencias de estas tres crisis "podrían traer problemas".

"En Baleares se va a notar, menos que en toda España porque aquí los empresarios están más asentados y hay un mercado más reducido, pero espero que no tenga incidencia", opinó.

Asimismo, informó que su grupo inmobiliario está en estos momentos invirtiendo en Panamá y México, dos países que "cuentan con una buena progresión y gran potencial de compra de los americanos", al tiempo que aseguró que también se están estudiando las posiblidades de inversión en Dubai.- (Agencias)

1 comentario:

Anónimo dijo...

«Existe preocupación porque el nivel de ventas ya no es suficiente para absorber la oferta; la demanda se ha ralentizado y parece que hemos agotado un ciclo». Es la opinión de Pedro Gil Flores, consejero delegado de Gladius Real Estate, consultora especializada en el sector inmobiliario, el principal ponente de la jornada de ayer. Gil considera que entre los «próximos doce y veinte meses la situación será difícil, porque asistimos a un periodo de ajuste en el sector», aunque matiza que «no hay que dejarse llevar por los síntomas externos», como la crisis en los mercados financieros y la incertidumbre política, que, en su opinión, «están distorsionando el mercado inmobiliario». José García Caballero, que dirige el Instituto de Estudios Inmobiliarios y es vicepresidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Región de Murcia, cree que el sector se enfrenta a una «situación delicada, difícil, pero no de crisis». A su juicio, si bien es real la contracción en la venta de viviendas y los créditos financieros, existen factores que garantizan una «demanda sostenida», como son la inmigración, el alto porcentaje de población joven, las nuevas formas familiares (monoparentales, parejas de hecho, separados) y el que los tipos de interés, a pesar de su subida, «siguen a unos niveles aceptables, muy lejos del 18% que se alcanzó en la crisis de los años noventa». José Hernández, de la promotora murciana Grupo Rey, sitúa en el mes de marzo, con la drástica caída de la valenciana Astroc, la principal estrella del boom inmobiliario, el inicio del cambio en la coyuntura del sector. «Se está produciendo una adaptación de la oferta a la nueva demanda, lo que nos va a obligar a realizar planes de comunicación para llegar a un público más joven, porque el sector que adquiría una vivienda como inversión ha terminado», opina. Hernández cree que el mercado inmobiliario se mantendrá estable durante el 2008, «aunque con una pequeña tendencia a la baja», y confiesa que la actual situación «nos tiene preocupados, pero sobre todo ocupados».