miércoles, 3 de octubre de 2007

El Foro Ciudadano pone en ridículo las ocurrencias del consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, sobrino político del presidente Valcárcel

MURCIA.- "Cuando aún no se conocen los objetivos, las líneas generales y los proyectos de actuación de la Consejería de Cultura en la nueva etapa que se ha abierto tras las pasadas elecciones regionales del 27 de mayo, los primeros anuncios del Consejero Pedro Alberto Cruz y su equipo han provocado ya fundada alarma y preocupación en diversos sectores relacionados con la actividad cultural en nuestra Región.

En las primeras declaraciones de los nuevos responsables políticos, aparecía un cierto reconocimiento de la precaria situación en que se encuentra la cultura regional, tanto desde el punto de vista de los ciudadanos como de los creadores y agentes culturales, y se asumía un discurso crítico sobre la necesidad de invertir la tendencia a la espectacularización de la cultura. Sin embargo, las primeras medidas adoptadas, y muy particularmente el anuncio de la creación de una Bienal de Arte para el primer trimestre de 2008, ponen de manifiesto cuánto había de indebida apropiación del lenguaje ajeno y de propósito de repetir los graves errores del pasado, volviendo una vez más la espalda a los problemas de fondo de la cultura regional.

La anunciada Bienal de Arte -con el nombre de Proyecto de Arte Contemporáneo (PAC)- nos parece una costosa ocurrencia personal del nuevo Consejero, que pretende ignorar los riesgos muy evidentes del “sobresaturado y caduco modelo del bienalismo que funciona sobre todo como promoción de curadores internacionales, perpetuando un sistema endogámico del que se autoalimenta”, por citar a las plataformas críticas de creadores que se han manifestado ante otras bienales (Sevilla, Valencia, etc.), hoy en inevitable crisis.

En estas capitales españolas, pero también fuera de nuestras fronteras, la polémica sobre el sentido de las bienales está abierta y es muy viva. Las críticas subrayan las razones exclusivamente geoturísticas de “uno de los formatos que más han contribuido a los procesos de banalización que sufre el arte contemporáneo”, como señala la plataforma de creadores constituida a partir de la bienal sevillana.

Lo que hasta ahora se ha anunciado sobre la Bienal murciana -el coste desorbitado (1,2 millones de euros), el nombre del comisario, la lista de artistas internacionales invitados, entre los que no se encuentra nadie de la Región-, así como el resto de los aún escasos detalles conocidos, junto a la proclamación del pretendido carácter de “ inflexión dentro de las políticas culturales de la Región de Murcia”, formulada por su máximo responsable político, justifican plenamente el rechazo del Foro Ciudadano a esta iniciativa. Creemos que se trata de una nueva vuelta de tuerca en la fascinación por el espectáculo y los grandes “eventos” y “proyectos estrella”, que ha dominado las políticas públicas de la cultura en la Región de Murcia durante las últimas décadas, y que finalmente puede acabar teniendo efectos contraproducentes en el debilitado tejido cultural murciano, al que privará de unos recursos de los que está muy necesitado.

Siendo todo ello muy grave, lo que nos parece más censurable es la completa ausencia de un debate previo sobre las necesidades y prioridades del contexto cultural de la Región. ¿Con quién se ha discutido este proyecto, a quién se ha consultado, en que “foro de la cultura” ha sido avalada esta idea? ¿Cómo puede ser considerada una prioridad la organización de una Bienal en una Comunidad como la murciana, donde se acumulan los déficits y las carencias más básicas en materia de cultura? A propósito de esto último, exigimos una completa transparencia en los aspectos económicos del proyecto, a fin de conocer los honorarios y el coste de cada apartado y acción prevista.

Desde el Foro Ciudadano, fuimos ya muy críticos con el anterior Consejero, cuando anunció hacia el final de la legislatura una subvención millonaria (en euros) a una instalación o intervención de Gabarrón, sostenida con el escaso presupuesto público, que finalmente fue retirada (¿o solamente aplazada?) por la proximidad de las elecciones. La ocurrencia de la Bienal por parte del nuevo Consejero merece el mismo rechazo, y suscita incluso una mayor inquietud por su condición de proyecto institucional con vocación de continuidad.

Una vez más, se abusa del talismán del “prestigio internacional” -que no discutimos- de los comisarios o artistas elegidos, y se confía en que ese solo factor va a producir efectos dinamizadores y de interacción sobre los ciudadanos de la Región, convocados como pasivos espectadores, y sobre los artistas de aquí- muchos de ellos también con su prestigio laboriosamente trabajado-, con los que no se establece vínculo alguno, desconociendo así la realidad en que viven y trabajan unos y otros. Una vez más, y como siempre que se busca desesperadamente el impacto mediático, se tiene en cuenta sólo a la ciudad de Murcia y se ignora a las otras 44 ciudades y pueblos de la Región. Por todo ello, la Bienal anunciada nos parece un despropósito abocado al fracaso.

¿Acaso desconocen el nuevo Consejero y su equipo los recortes, el redimensionamiento y la revisión constante a los que se han visto sujetas en los últimos años las otras bienales españolas antes mencionadas (como las de Valencia o Sevilla)?

No cuestionamos aquí el valor de los creadores convocados -y pagados- por nuestra Consejería, ni los interesantes discursos que en muchos casos atraviesan sus obras, sino que más bien alertamos sobre los riesgos de estetización y descontextualización a los que pueden verse fácilmente abocados, simplemente por su desconocimiento de la realidad política, social y cultural de nuestra Región.

Nos parece que no tiene ningún sentido promover desde los poderes públicos regionales una política en materia de arte contemporáneo que no esté basada en un verdadero diálogo entre lo local y lo global, un diálogo que no puede producirse cuando sus únicos protagonistas son unos creadores completamente alejados de las redes de personas y lugares que conforman la realidad regional. Existen otras opciones para este diálogo necesario entre lo local y lo global, es posible hacer una política cultural que otorgue el mayor protagonismo a los actores locales y que encare de otra manera, mucho más realista y eficaz, los procesos de sedimentación discursiva en la creación contemporánea.

Desde el Foro Ciudadano, anunciamos nuestra intención de promover un debate público sobre este más que discutible proyecto de Bienal y sobre sus implicaciones, un debate que en realidad debería impulsar la propia Consejería de Cultura en el ámbito de sus propias responsabilidades, y que ha de pasar necesariamente por la creación de estructuras horizontales de participación democrática, para que sea posible el diálogo, la libre expresión y los más amplios acuerdos entre todos los sectores concernidos.

Para terminar, este improvisado e irresponsable proyecto de Bienal revela, sobre todo, una carencia inexcusable de visión estratégica, y pone de manifiesto la urgente necesidad de definir el proyecto general de política cultural en el que se incardina, sus objetivos y prioridades, sus recursos y estrategias, los mecanismos de participación, etc., tanto en materia de arte contemporáneo como en el resto de capítulos de la acción cultural pública."

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah, ¿pero es que este proyecto lo ha ingeniado Pedro Alberto Cruz? Pensaba que se había presentado bastante antes de que él fuera nombrado consejero... A ver si nos informamos mejor antes de criticar.

Anónimo dijo...

Una cosa es presentar un proyecto en periodo electoral y otra muy distinta hacerlo a los medios en Madrid, algo que ya hecho. El PAC de Pedro Alberto Cruz (curiosa coincidencia) podría haberse evitado o como mímimo, consensuado o modificado según sus criterios que para eso es el Consejero. Ha tenido mano de hierro para otras cosas no nos creemos su mano de mantequilla para otras..... a no ser que con esté intentado perjudicar a alguien en concreto,que podría ser, pero, como Consejero tiene la última palabra de cualquier proyecto y sobre los protocolos para que se gestione correctamente.