ÁGUILAS.- Convaleciente en el hospital, José Luis Pascual Martínez, secretario general del Ayuntamiento de Águilas, tiene pocas dudas de que el alcalde Juan Ramírez (PP) le ha pasado factura por el caso de La Zerrichera. «He recibido un toque de atención fuerte», confesó el miércoles este funcionario al portavoz socialista Ramón Román, según dice hoy "La Verdad".
Y con ese toque de atención se refería al contenido de su declaración al fiscal jefe del TSJ el pasado 12 de enero, que ponía en entredicho la actuación del primer edil de Águilas en el escándalo urbanístico.
José Luis Pascual, además, será probablemente citado a declarar el mes que viene por el juez Antonio Alcázar, en calidad de testigo, y se reafirmará casi con seguridad en el cúmulo de presuntas irregularidades que cometió Ramírez.
Además del secretario municipal -que se recupera en el Hospital Rafael Méndez de Lorca de una afección cardiovascular- también prestarán declaración los portavoces del PSOE e IU y otras personas y funcionarios relacionados con el expediente.
A Ramón Román y al portavoz de IU, Miguel Carrasco Cayuela, no les cabe ninguna duda de que el expediente que le ha abierto el alcalde al secretario -que lo deja seis meses sin empleo y sueldo- «es una venganza por lo de La Zerrichera». La apertura de ese expediente estuvo seguida el día después por el ataque cardiovascular.
Expedientes sin firmar
El motivo del castigo administrativo, según el alcalde, estaba en que José Luis Pascual se había negado a firmar 27 expedientes que frenaban la actividad municipal. A juicio del secretario, tales expedientes «no contaban con suficientes garantías jurídicas», apuntó el PSOE.
Este apéndice al escándalo de La Zerrichera empezó el pasado martes tras un Pleno municipal en el que estuvieron el alcalde y el secretario. Este último, ajeno al parecer a lo que se le venía encima. Al finalizar la sesión, Juan Ramírez citó a los portavoces a su despacho y les comunicó que le había abierto un expediente al secretario general, y que los argumentos los daría a conocer posteriormente. Ramón Román y Carrasco Cayuela sólo recibieron como explicación que había 27 expedientes sin firmar sobre la mesa del secretario.
En la puerta del despacho del alcalde esperaba, en ese momento, el funcionario que debía notificar la apertura del expediente al propio secretario. El portavoz de Izquierda Unida, Carrasco Cayuela, escuchó por boca del alcalde Juan Ramírez que el expediente «no era una venganza» contra el Pascual.
Según manifestó el primer edil en la reunión con los portavoces, el secretario no había actuado desde el año 2002 como el Gobierno municipal esperaba de él, y que la gota que colmó la paciencia de Ramírez son esos 27 expedientes sin firmar.
El familiar de un asesor
Las relaciones entre ambos se deterioraron de forma casi irreversible con motivo de La Zerrichera, y estos expedientes han sido el detonante. El PSOE e IU no conocen su contenido, aunque creen que no todos los informes son urbanísticos. Algunos de ellos se refieren a la contratación de personal, y en concreto a un familiar de un asesor del alcalde.
Dicho familiar, una sobrina, ha sido propuesta al parecer para el área de Planeamiento Urbanístico, según el socialista Ramón Román.
El alcalde aludió a las contrataciones en la misma reunión, puesto que se quejó de que el secretario general no firmaba la autorización, y que tampoco informaba de su negativa a hacerlo. Para la oposición, entra dentro de lo normal que los funcionarios municipales se anden con pies de plomo antes de firmar nada, a la vista de lo ocurrido con la recalificación de La Zerrichera.
La historia se repite
José Luis Pascual, funcionario de carrera, lleva siete años como secretario general, lo cual supone un récord en la historia reciente de Águilas, a la vista de lo que le sucedió a su antecesora en el cargo. Según la oposición, a esta funcionaria «la echaron» del Ayuntamiento y tuvo que jubilarse anticipadamente porque no soportaba las presiones que recibía. Atribuyen a Juan Ramírez la salida de la secretaria como represalia por un expediente que aquella rechazó años atrás.
El alcalde se negó ayer a atender las preguntas de este periódico para dar su versión de lo sucedido. Por la tarde mantuvo otra reunión con los portavoces municipales, al parecer para entregarles el informe del expediente contra el secretario general. Se da la circunstancia de que el sustituto de José Luis Pascual está de baja por depresión.
Declaración al fiscal
El secretario municipal desveló al fiscal jefe del TSJ las presuntas irregularidades que cometió el alcalde de Águilas en la recalificación de los terrenos de La Zerrichera. En primer lugar, relató que Juan Ramírez fue receptivo a las presiones que recibió para reactivar el proyecto, que había sido archivado porque afectaba a un espacio natural protegido. En concreto, refirió cómo el alcalde había dicho en una reunión que «le rebañaban la cabeza» sino levantaba la suspensión para urbanizar.
Asimismo, José Luis Pascual indicó que el Pleno municipal que debía dar luz verde se convocó de forma irregular, hasta el punto de que presentó un escrito de advertencia para que el asunto de La Zerrichera no se tratara en dicha la sesión al existir dudas legales. y defectos de forma y fondo. El secretario, como otros funcionarios municipales y de la Comunidad Autónoma, dio a entender que la recalificación de los terrenos ya había sido decidida con antelación a los trámites administrativos.
El alcalde Juan Ramírez, que siempre ha mantenido que actuó legalmente, se encuentra judicialmente en una situación comprometida, ya que, aunque fuera presionado por otros, ha ido dejado un rastro muy visible en el proyecto del Grupo Hispania.
www.laverdad.es
Y con ese toque de atención se refería al contenido de su declaración al fiscal jefe del TSJ el pasado 12 de enero, que ponía en entredicho la actuación del primer edil de Águilas en el escándalo urbanístico.
José Luis Pascual, además, será probablemente citado a declarar el mes que viene por el juez Antonio Alcázar, en calidad de testigo, y se reafirmará casi con seguridad en el cúmulo de presuntas irregularidades que cometió Ramírez.
Además del secretario municipal -que se recupera en el Hospital Rafael Méndez de Lorca de una afección cardiovascular- también prestarán declaración los portavoces del PSOE e IU y otras personas y funcionarios relacionados con el expediente.
A Ramón Román y al portavoz de IU, Miguel Carrasco Cayuela, no les cabe ninguna duda de que el expediente que le ha abierto el alcalde al secretario -que lo deja seis meses sin empleo y sueldo- «es una venganza por lo de La Zerrichera». La apertura de ese expediente estuvo seguida el día después por el ataque cardiovascular.
Expedientes sin firmar
El motivo del castigo administrativo, según el alcalde, estaba en que José Luis Pascual se había negado a firmar 27 expedientes que frenaban la actividad municipal. A juicio del secretario, tales expedientes «no contaban con suficientes garantías jurídicas», apuntó el PSOE.
Este apéndice al escándalo de La Zerrichera empezó el pasado martes tras un Pleno municipal en el que estuvieron el alcalde y el secretario. Este último, ajeno al parecer a lo que se le venía encima. Al finalizar la sesión, Juan Ramírez citó a los portavoces a su despacho y les comunicó que le había abierto un expediente al secretario general, y que los argumentos los daría a conocer posteriormente. Ramón Román y Carrasco Cayuela sólo recibieron como explicación que había 27 expedientes sin firmar sobre la mesa del secretario.
En la puerta del despacho del alcalde esperaba, en ese momento, el funcionario que debía notificar la apertura del expediente al propio secretario. El portavoz de Izquierda Unida, Carrasco Cayuela, escuchó por boca del alcalde Juan Ramírez que el expediente «no era una venganza» contra el Pascual.
Según manifestó el primer edil en la reunión con los portavoces, el secretario no había actuado desde el año 2002 como el Gobierno municipal esperaba de él, y que la gota que colmó la paciencia de Ramírez son esos 27 expedientes sin firmar.
El familiar de un asesor
Las relaciones entre ambos se deterioraron de forma casi irreversible con motivo de La Zerrichera, y estos expedientes han sido el detonante. El PSOE e IU no conocen su contenido, aunque creen que no todos los informes son urbanísticos. Algunos de ellos se refieren a la contratación de personal, y en concreto a un familiar de un asesor del alcalde.
Dicho familiar, una sobrina, ha sido propuesta al parecer para el área de Planeamiento Urbanístico, según el socialista Ramón Román.
El alcalde aludió a las contrataciones en la misma reunión, puesto que se quejó de que el secretario general no firmaba la autorización, y que tampoco informaba de su negativa a hacerlo. Para la oposición, entra dentro de lo normal que los funcionarios municipales se anden con pies de plomo antes de firmar nada, a la vista de lo ocurrido con la recalificación de La Zerrichera.
La historia se repite
José Luis Pascual, funcionario de carrera, lleva siete años como secretario general, lo cual supone un récord en la historia reciente de Águilas, a la vista de lo que le sucedió a su antecesora en el cargo. Según la oposición, a esta funcionaria «la echaron» del Ayuntamiento y tuvo que jubilarse anticipadamente porque no soportaba las presiones que recibía. Atribuyen a Juan Ramírez la salida de la secretaria como represalia por un expediente que aquella rechazó años atrás.
El alcalde se negó ayer a atender las preguntas de este periódico para dar su versión de lo sucedido. Por la tarde mantuvo otra reunión con los portavoces municipales, al parecer para entregarles el informe del expediente contra el secretario general. Se da la circunstancia de que el sustituto de José Luis Pascual está de baja por depresión.
Declaración al fiscal
El secretario municipal desveló al fiscal jefe del TSJ las presuntas irregularidades que cometió el alcalde de Águilas en la recalificación de los terrenos de La Zerrichera. En primer lugar, relató que Juan Ramírez fue receptivo a las presiones que recibió para reactivar el proyecto, que había sido archivado porque afectaba a un espacio natural protegido. En concreto, refirió cómo el alcalde había dicho en una reunión que «le rebañaban la cabeza» sino levantaba la suspensión para urbanizar.
Asimismo, José Luis Pascual indicó que el Pleno municipal que debía dar luz verde se convocó de forma irregular, hasta el punto de que presentó un escrito de advertencia para que el asunto de La Zerrichera no se tratara en dicha la sesión al existir dudas legales. y defectos de forma y fondo. El secretario, como otros funcionarios municipales y de la Comunidad Autónoma, dio a entender que la recalificación de los terrenos ya había sido decidida con antelación a los trámites administrativos.
El alcalde Juan Ramírez, que siempre ha mantenido que actuó legalmente, se encuentra judicialmente en una situación comprometida, ya que, aunque fuera presionado por otros, ha ido dejado un rastro muy visible en el proyecto del Grupo Hispania.
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