martes, 11 de febrero de 2020

El Gobierno enfría sus previsiones y teme el daño exterior / Pablo Sebastián *

Con el objetivo de acelerar el trámite parlamentario de los Presupuestos de 2020 y aprobar lo antes posible su techo de gasto, que subiría un 3,8 % en unos 127.609 millones de euros, las Ministras de Economía y Hacienda han presentado ayer las que son sus previsiones macro económicas para 2020 con relativo optimismo y, según ellas, bastante prudencia.

Propuestas esenciales para el curso político porque si no se aprueban los Presupuestos decaerá la legislatura e iremos a unas terceras elecciones, lo que al margen de la inestabilidad política dañaría las expectativas sobre la situación económica. Que sin duda se une a la crisis catalana y al vuelco ya iniciado en las políticas sociales (llegó al Congreso la Ley de Eutanasia) y en la acción Exterior.

La vicepresidenta del Gobierno Nadia Calviño ha hecho público el cuadro macro económico en el que se van a desplegar los nuevos Presupuestos Generales del Estado de 2020, cuya aprobación este Gobierno espera que se logre antes del mes de agosto.

En sus previsiones el Gobierno reconoce la ralentización del crecimiento en España que quedará en el 1,6 %, dos décimas por debajo del 1,8 anunciado inicialmente (pero por encima de la media europea). Y para el año 2021 otra caída hasta el 1,5 %.

Sobre la creación de empleo el Gobierno prevé una bajada de 6 décimas hasta el 1,4 % lo que sitúa la tasa de paro en el 13,6 %. Al tiempo que sitúa el déficit público en el 1,8 %, y la deuda pública en el 94,6 %.

En su conjunto no son malas noticias porque el crecimiento sigue, pero falta por ver el efecto del Brexit en España, que no es asunto menor, también el cómo se comportan las principales economías de nuestro entorno europeo y qué ocurre con la anunciada rebaja de las subvenciones de la UE, lo que es una mala noticia para nuestro país.

Y que se ande con mucho cuidado el Gobierno con su esperada reforma del mercado laboral porque si se hacen bruscos movimientos en este sector las alarmas se pueden disparar, dentro y fuera de España.

Como se están disparando por el impacto en la economía global (sobre todo en China) de la epidemia del coranovirus que ya ha superado la cota de los 1.000 muertos y que está amenazando seriamente la celebración del Mobil Congress 2020 de Barcelona, de donde ya se han retirado muy importantes marcas y empresas (la última ha sido Facebook) y que si esto sigue así podría quedar suspendido antes que concluya el próximo viernes, lo que sería una mala noticia para España y pésima para Barcelona.

El Gobierno debe andar con pies de plomo y sobre todo no acumular muchos problemas y desafíos a la vez, aunque su debilidad parlamentaria le obliga -al necesitar los votos de ERC para los Presupuestos- a unir la crisis catalana con las Cuentas del Estado, mientras por otra parte crece sin cesar la inquietud e inestabilidad internacional.


(*) Periodista


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