Con el objetivo de acelerar el trámite parlamentario de los
Presupuestos de 2020 y aprobar lo antes posible su techo de gasto, que
subiría un 3,8 % en unos 127.609 millones de euros, las Ministras de
Economía y Hacienda han presentado ayer las que son sus previsiones
macro económicas para 2020 con relativo optimismo y, según ellas,
bastante prudencia.
Propuestas esenciales para el curso político porque si no se aprueban
los Presupuestos decaerá la legislatura e iremos a unas terceras
elecciones, lo que al margen de la inestabilidad política dañaría las
expectativas sobre la situación económica. Que sin duda se une a la
crisis catalana y al vuelco ya iniciado en las políticas sociales (llegó
al Congreso la Ley de Eutanasia) y en la acción Exterior.
La vicepresidenta del Gobierno Nadia Calviño ha hecho público el
cuadro macro económico en el que se van a desplegar los nuevos
Presupuestos Generales del Estado de 2020, cuya aprobación este Gobierno
espera que se logre antes del mes de agosto.
En sus previsiones el Gobierno reconoce la ralentización del
crecimiento en España que quedará en el 1,6 %, dos décimas por debajo
del 1,8 anunciado inicialmente (pero por encima de la media europea). Y
para el año 2021 otra caída hasta el 1,5 %.
Sobre la creación de empleo el Gobierno prevé una bajada de 6 décimas
hasta el 1,4 % lo que sitúa la tasa de paro en el 13,6 %. Al tiempo que
sitúa el déficit público en el 1,8 %, y la deuda pública en el 94,6 %.
En su conjunto no son malas noticias porque el crecimiento sigue,
pero falta por ver el efecto del Brexit en España, que no es asunto
menor, también el cómo se comportan las principales economías de nuestro
entorno europeo y qué ocurre con la anunciada rebaja de las
subvenciones de la UE, lo que es una mala noticia para nuestro país.
Y que se ande con mucho cuidado el Gobierno con su esperada reforma
del mercado laboral porque si se hacen bruscos movimientos en este
sector las alarmas se pueden disparar, dentro y fuera de España.
Como se están disparando por el impacto en la economía global (sobre
todo en China) de la epidemia del coranovirus que ya ha superado la cota
de los 1.000 muertos y que está amenazando seriamente la celebración
del Mobil Congress 2020 de Barcelona, de donde ya se han retirado muy
importantes marcas y empresas (la última ha sido Facebook) y que si esto
sigue así podría quedar suspendido antes que concluya el próximo
viernes, lo que sería una mala noticia para España y pésima para
Barcelona.
El Gobierno debe andar con pies de plomo y sobre todo no acumular
muchos problemas y desafíos a la vez, aunque su debilidad parlamentaria
le obliga -al necesitar los votos de ERC para los Presupuestos- a unir
la crisis catalana con las Cuentas del Estado, mientras por otra parte
crece sin cesar la inquietud e inestabilidad internacional.
(*) Periodista
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