martes, 12 de noviembre de 2019

La ira del mar Menor en los resultados electorales

MURCIA.- La Región de Murcia es desde el domingo la primera comunidad en la que Vox logra alzarse como primer partido. Obtuvo el 28% de los sufragios, un punto y medio por encima del PP y casi tres por encima del PSOE. El 28-A el partido de Santiago Abascal obtuvo el 18,6% de los votos y más de 50.000 votos menos de los que logró en las estas elecciones, según un relato en La Vanguardia de hoy.

Los sondeos ya le auguraban unos buenos resultados en esta comunidad autónoma pero pocos preveían que pudiera convertirse en la primera fuerza política.
¿Qué ha pasado? Los analistas políticos de la región debatían ayer las causas en las tertulias locales. No es fácil llegar a conclusiones definitivas. Queda claro que el PP, pese a obtener un escaño más que el pasado 28 de abril, ha perdido la hegemonía política en esta comunidad donde los populares han sido el eje del sistema político murciano durante desde hace muchos años. Murcia sigue escorada a la derecha pero se ha ido más al extremo.
A este giro del electorado han colaborado a partes iguales circunstancias propias y ajenas. Sin duda, el procés , las imágenes de Barcelona en los días posteriores a la sentencia, han pesado en una región donde el sentimiento español pesa mucho. Del mismo modo, la exhumación de los restos de Francisoc Franco del Valle de los Caídos, ha actuado como un estimulante del voto extremo en una sociedad que es profundamente conservadora.
La ultraderecha ha sido la lista más votada en dieciséis de los 45 municipios de la Región, ganando en importantes ciudades de la comunidad como Cartagena –donde PP, PSOE y Ciudadanos gobiernan en un pacto que no ha gustado a los vecinos– Molina de Segura y Alcantarilla. Además, se sitúa como segunda fuerza en Murcia capital y Lorca.
Pese a que los populares han recuperado posiciones, con una subida de más de 8.000 votos lograron tres diputados, uno más de los que tenían en la legislatura pasada, no han logrado detener el imparable avance de Vox.
Lo que más ha deteriorado la imagen del PP de Murcia ha sido la degradación y los graves problemas medioambientales que sufren las aguas del Mar Menor y que en las pasadas semanas ofreció a medio mundo unas imágenes apocalípticas con miles de peces agonizando en la orilla por falta de oxígeno en el agua.
Buena prueba de ello es que los de Abascal ha recogido más adhesiones en el campo y la zonas de Cartagena, Torre Pacheco y San Javier, tres municipios muy afectados por la crisis de la laguna salada que sufrió un empeoramiento tras el temporal del pasado mes de septiembre.
Lo que resulta paradójico es que los electores hayan apotado por Vox, un partido que ni tan siquiera participó en la manifestación de protesta –una de las más importantes que se recuerdan en la zona– y que además sintoniza con el negacionismo de la crisis climática.
El PSOE, por su parte, ha sido otro de los grandes derrotados en Murcia, al pasar de primera a tercera fuerza política. Los socialistas mantienen sus tres diputados, pero perdiendo dos escaños en el Senado tras dejar por el camino más de 14.000 sufragios de los cosechados en abril. 
Su retroceso se produce pese a una intensa campaña en clave regional centrada en la crítica a la gestión de los populares con respecto al Mar Menor.
Ciudadanos ya no tendrá representación regional murciana en el Congreso de los Diputados. La formación naranja, que gobierna en la Comunidad en coalición con el Partido Popular, pierde la friolera de 98.000 votos con respecto a los anteriores comicios. Del 19,54% del 28-A pasa al 7,4% de ayer.
La gran pregunta que anoche dejaron las urnas es qué va a pasar con Ciudadanos, que se queda fuera del mapa en la Región de Murcia después de cuatro años instalado como tercera fuerza murciana en las generales. El papel de la formación naranja en el gobierno del PP de López Miras, con el apoyo de Vox, se pone en cuestión ahora que se avecina una catarsis interna.
La Región de Murcia es desde el domingo la primera comunidad en la que Vox logra alzarse como primer partido. Obtuvo el 28% de los sufragios, un punto y medio por encima del PP y casi tres por encima del PSOE. El 28-A, el partido de Santiago Abascal se había quedado en el 18,6% de los votos, con más de 50.000 sufragios menos de los que logró este 10 de noviembre.
Los sondeos ya le auguraban unos buenos resultados en esta comunidad autónoma pero pocos preveían que pudiera convertirse en la primera fuerza política.
¿Qué ha pasado? Los analistas políticos de la región debatían ayer las causas en las tertulias locales. No es fácil llegar a conclusiones definitivas. Queda claro que el PP, pese a haber obtenido un escaño más que el pasado 28 de abril, ha perdido la hegemonía política en esta comunidad donde ha sido el eje del sistema político desde hace muchos años. Murcia sigue escorada a la derecha pero se ha ido más al extremo.
A este giro del electorado han colaborado a partes iguales circunstancias propias y ajenas. Sin duda, el procés, y las imágenes de los disturbios en Barcelona en los días posteriores a la sentencia del 1-O, han pesado en una región donde el sentimiento español tiene mucha presencia. A la vez, el traslado de los restos de Franco del Valle de los Caídos ha actuado también como un estimulante del voto extremo en una sociedad que es profundamente conservadora.
La ultraderecha ha sido la lista más votada en dieciséis de los 45 municipios de la región y ha ganado en importantes ciudades de la comunidad como Cartagena –donde PP, PSOE y Ciudadanos gobiernan en un pacto que no ha gustado a los vecinos–, Molina de Segura y Alcantarilla. Además, se sitúa como segunda fuerza en Murcia capital y en Lorca.
Pese a que los populares han recuperado posiciones, con una subida de más de 8.000 votos lograron tres diputados –uno más de los que tenían en la legislatura pasada–, no han logrado detener el imparable avance de Vox.
Lo que más ha deteriorado la imagen del PP de Murcia ha sido la degradación y los graves problemas medioambientales que sufren las aguas del mar Menor, que en las pasadas semanas ofreció unas imágenes apocalípticas, con miles de peces agonizando en la orilla por la falta de oxígeno en el agua.
Buena prueba de esta influencia es que los de Abascal han recogido más adhesiones en el campo y las zonas de Cartagena, Torre Pacheco y San Javier, tres municipios muy afectados por la crisis de la laguna salada, que sufrió un empeoramiento tras el temporal del pasado mes de septiembre.
Lo que resulta paradójico es que los electores hayan apostado por Vox, un partido que ni siquiera participó en la manifestación de protesta –una de las más importantes que se recuerdan en la zona– y que además sintoniza con el negacionismo de la crisis climática.
El PSOE, por su parte, ha sido otro de los grandes derrotados en Murcia, al pasar de primera a tercera fuerza política. Los socialistas mantienen sus tres diputados, pero han perdido dos escaños en el Senado tras haberse dejado por el camino más de 14.000 sufragios de los cosechados en abril. 
Su retroceso se produce pese a una intensa campaña en clave regional centrada en la crítica a la gestión de los populares con respecto al mar Menor.
Ciudadanos ya no tendrá representación regional murciana en el Congreso de los Diputados. La formación naranja, que gobierna en la Comunidad en coalición con el Partido Popular, pierde la friolera de 98.000 votos con respecto a los anteriores comicios. Del 19,54% conseguidos el 28-A pasa al 7,4% del domingo.
La gran pregunta que dejan las urnas de este 10 de noviembre es qué va a pasar con Ciudadanos, que se queda fuera del mapa en la Región de Murcia después de cuatro años instalado como tercera fuerza murciana en las generales. El papel de la formación naranja en el gobierno del PP de López Miras, con el apoyo de Vox, se pone en cuestión ahora que se avecina una catarsis interna.

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