viernes, 15 de noviembre de 2019

Fuera de los partidos políticos también hay solución / Félix de la Fuente *

No hace muchas décadas nos decían en las clases de religión que fuera del catolicismo no había salvación. Ahora, en términos similares, los grandes partidos nos dicen “nosotros somos los únicos que podemos gobernar, los únicos que podemos resolver los problemas de España”. Los pequeños partidos no se atreven a decir esto, porque parecería presuntuoso y ridículo, pero en el fondo piensan lo mismo.

¿Por qué digo esto? Lo españoles hemos aprendido a convivir, a pesar de lo que nos habían enseñado. Dejamos de ser intransigentes religiosa y políticamente, pues salimos también de la dictadura, y eso no ha supuesto ningún trauma. No hay conflicto alguno entre personas religiosas y personas que no creen en Dios ni entre personas de diferentes religiones. También nos habían dicho que la dictadura era el mejor régimen político. Y pasamos de la dictadura a la democracia sin necesidad de readaptación

Sin embargo, en el momento presente tenemos un grave problema de convivencia, y no sólo en Cataluña. Problema, además, entre las regiones periféricas y regiones del centro. Pero este problema no se debe a los ciudadanos, HA SIDO CREADO ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE POR LOS PARTIDOS POLÍTICOS”. 

Naturalmente que unos partidos son más responsables que otros. Durante años han venido aplicando maquiavélicamente el principio “divide y vencerás” y va siendo hora de que reconozcan su culpabilidad y dejen de gritar “y tú más”. 

Y va siendo hora también de que los ciudadanos no nos dejemos manipular por esta política de enfrentamientosYa sé que es difícil en estos momentos sustraerse a la tentación de hablar de lo que estamos viviendo en Cataluña, pero, por muy negro que se presente el panorama, debemos mirar hacia el futuro en busca de soluciones. 

Creo que la mayoría de los españoles, seamos de izquierdas, de derechos o de centro -y pienso que la mayoría no nos sentimos encuadrados en estas categorías caducas-, la mayoría de los españoles, ya seamos nacionalistas o no nacionalistas, queremos el bienestar para todos, queremos justicia social, es decir viviendas dignas, sueldos dignos, formación de calidad, y también queremos paz. 

No, no estamos en una situación prebélica, pero sí que hay enfrentamiento, hay enemistad, hay caras largas. Y esto no nos favorece a nadie en ningún sentido. Si se han tenido que repetir las elecciones, esto nos ha costado 140 millones a los españoles y esta cantidad se tendrá que retirar de las partidas sociales. Si se queman contenedores o se destruye mobiliario público, seguiremos otros 50

años más con barracones para nuestros niños en lugar de escuelas dignas. Si dejamos de comprar productos catalanes, por el mero hecho de estar fabricados en Cataluña, aunque los trabajadores sean andaluces o de origen andaluz en un 80%, estamos mandando a muchas familias inocentes al paro. Si se tienen que indemnizar a camioneros murcianos o almerienses (no por casualidad son estas provincias los caladeros de votos de Vox) retenidos en la frontera por la pasividad del gobierno, lo tendremos que pagar todos los españoles.

No es el enfrentamiento lo que queremos la mayoría de los españoles. Pero tampoco podemos quedarnos de brazos cruzados. No podemos estar lamentándonos eternamente de nuestros partidos políticos. 

No los vamos a hacer cambiar por muchos millones de mensajes que mandemos por WhatsApp o por muchas horas que pasemos metidos en las redes. España, es decir la situación de los españoles, no va a mejorar con el sistema actual de nuestros partidos políticos. 

No dudo de la buena voluntad y del idealismo de la mayoría de los políticos españoles, pero es el sistema partidario el que los pervierte, el que hace que miren más por los intereses del partido que por el bien de los ciudadanos. 

Está claro es que los actuales partidos no van resolver el conflicto, unos porque no pueden, otros porque no quieren y otros porque viven del conflicto, a pesar de haber sido ellos los que lo han creado. No hace falta enfrentarse a los partidos políticos o renegar de ellos, pero es necesario pasar de ellos. Los ciudadanos tenemos que demostrar que somos capaces de entendernos, de dialogar, de convivir, de buscar soluciones conjuntas

Apelo a los miles o millones de funcionarios y jueces jubilados que están en condiciones de poder dedicar al menos una o dos horas a la semana al servicio de los demás, para que se impliquen desinteresadamente en plataformas ciudadanas de tipo político. Ahora están libres de las presiones de los partidos políticos. 

Ellos han cargado hasta ahora con la mayor parte del trabajo necesario para que funcionara el país. Ahora, sabrían cómo hacerlo de forma desinteresada. El funcionariado independiente es uno de los principales motores de un país. Otro gallo nos cantaría si los políticos no metieran sus manos en la justicia o en la administración.

No hace falta suprimir a los partidos políticos ni tampoco condenarlos a muerte. Pero si queremos resolver los problemas de España, debemos buscar otras vías. PASAR DE LOS PARTIDOS POLÍTIC0S QUIZÁS SEA LA ÚNICA SOLUCIÓN.



(*) Ex funcionario del Parlamento Europeo

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