CARTAGENA.- Navantia comunicó este martes a la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, que prevé poner a flote el primero de los 4 submarinos S-80 en octubre de 2020 -se apuntó anteriormente 2021 como fecha- y entregarlo a la Armada en septiembre de 2022, según las previsiones de los responsables del astillero público en Cartagena.
Robles
visitó la nave donde se fabrican las secciones de los cuatro
submarinos, en la que se prevé que antes de acabar este año concluya el
montaje de las cinco que tiene el casco del primero.
Navantia
concretó que ya están construidas las cinco del antiguo S-81, cuya
longitud tuvo que ser aumentada 10 metros al comprobarse que tenía
problemas de flotabilidad, mientras que del S-82 ya se han realizado
cuatro y del S-83 un fragmento.
Los responsables de la empresa
estatal informó a Robles de que el primer sumergible de la serie, con
una longitud de 80 metros y un diámetro de 7,5, efectuará su primera
salida al mar en julio de 2021.
Defensa decidirá el 15 de febrero
de 2020 si Abengoa o Técnicas Reunidas es la adjudicataria de la
instalación del sistema de propulsión independiente del aire de esta
serie tras estudiar sus propuestas
Navantia detalló que trabaja en
los dos primeros sumergibles S-80 con el objetivo de comprobar su
respuesta en la fase de pruebas para concluir el resto de los
contratados por la Armada, que podrán ser tripulados por 32 personas,
cuando los tres operativos hoy, los S-70, requieren de 60.
En este
sentido, fuentes de Navantia señalaron que los S-80 son los submarinos
convencionales «más avanzados tecnológicamente».
En la actualidad,
España, Japón, Alemania y Suecia son los cuatro países capaces de
construirlos, mientras que Francia, Rusia, China, Reino Unido y Estados
Unidos pueden hacerlos con propulsión nuclear.
Robles se mostró
«gratamente impresionada» por la evolución del proyecto tras unos
«fallos y errores evidentes» y dijo que Navantia está cumpliendo los
plazos marcados y España dispondrá de una tecnología que la va a
convertir en una «potencia industrial» en condiciones de exportar este
diseño a las armadas de otros países.
En el mismo astillero se
encuentra dañado en su monocasco de fibra de vidrio el cazaminas Turia,
que encalló el pasado 27 de agosto en La Manga del Mar Menor durante las
tareas de búsqueda del avión C-101 del Ejército del Aire que se
estrelló en el mar el día anterior y cuyo piloto murió.
Sobre el
barco, Robles anunció que este miércoles se reunirá con el almirante
jefe del Estado Mayor de la Armada, Teodoro Esteban López, para decidir
cuál es la mejor opción, porque «que vuelva a navegar en unas
condiciones máximas de seguridad es lo único importante».
Posteriormente,
Robles se desplazó a la Academia General del Aire, donde comió con
profesores y alumnos para transmitirles el «apoyo y cariño» del Gobierno
y de la sociedad española tras los accidentes de dos aviones de la
base, que han costado la vida a dos instructores y una alumna.
«Pese
al dolor que sé que tenéis, pese a las lágrimas que sé que muchos
habéis derramado, hay sentimientos que son mucho más fuertes, que os han
movido a estar aquí y a seguir adelante», les transmitió antes de
declarar que el «mejor homenaje» a los compañeros caídos es el «trabajo,
la ilusión y el ejemplo» que dan.
«Ilusión que en los momentos
difíciles mueve a las personas a sacar lo mejor de sí mismas, a
transformar la sociedad y a hacer un mundo más justo», añadió.
Robles
también visitó la base del Ejército del Aire en Los Alcázares, afectada
por las inundaciones del 12 y 13 de septiembre, y los Centros de
Supervisión y Análisis de Datos de la Armada (Cesadar) y de Operaciones y
Vigilancia de Acción Marítima (Covam), ambos en Cartagena.
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