martes, 24 de septiembre de 2019

La industria española del porcino se asoma a los "números rojos" por la demanda china

MADRID.- La presencia de Peste Porcina Africana (PPA) en China ha hecho crecer la demanda de carne de porcino española un 52% en este año en comparación con 2018 y ha producido un aumento de los precios. El sector ve oportunidades para crecer, pero su impacto no es igual en toda la cadena. Productores, mataderos y empresas exportadoras son las más beneficiadas, mientras que la industria cárnica que emplea la carne de porcino como materia prima ve aumentar sus costes un 40% y el sector se encamina hacia los "números rojos", a juicio de El Economista.

España se ha convertido este año en el primer exportador de porcino a China, desbancando a Alemania y a Estados Unidos -en este último caso también por la guerra comercial abierta-, como consecuencia del aumento de la demanda de este tipo de carne a raíz del brote de Peste Porcina Africana (PPA) que está azotando al país asiático y ha hecho descender la producción china -suponía el 50% del total mundial de porcino-, al sacrificar aproximadamente un tercio de su cabaña de cerdos.
Una mayor demanda de este mercado asiático -en el que España tiene muy buena reputación por la calidad y seguridad alimentaria y es un proveedor referencial-, que también está repercutiendo en los precios, que siguen al alza. Es un impacto que se ve, en general, como positivo para el sector por el incremento de alrededor del 52% de las exportaciones a China en volumen y más del 90% en valor, aunque coinciden en señalar que hubieran preferido que las ventas no fueran por PPA.
Es un efecto en toda la cadena de porcino español que está siendo desigual según en qué lado del sector se está. Este aumento de la demanda en China está beneficiando de forma directa a las empresas autorizadas para exportar al país. No obstante, este impacto también es positivo para el resto del sector porcino en España. "Todo producto que sale a China es un desahogo en un país en el que el 50% de la producción va destinada a exportación", incide Daniel de Miguel, director Internacional de Interporc.
"Los ganaderos, mataderos y salas de despiece están exportando mucha carne de cerdo ahora al sudeste asiático y les va bien. Hay más demanda que oferta, los precios han subido en la Lonja y se está haciendo negocio. España, además, tiene una buena reputación en estos mercados en los que hemos sabido introducirnos y dar buena calidad, servicio y precio. Es un crecimiento importante y hay una fuerte actividad económica y de negocio, pero la otra cara es que la carne que se está exportando no está en el mercado nacional y las industrias que la utilizan como materia prima se encuentran casi con una escasez y, sobre todo, con una subida de precios. Ahora hay un gran comprador, que es el sudeste asiático, que compite con los compradores españoles de carne de porcino para elaborar. Esto hace que, en el mercado, cuando la demanda supera la oferta, haya tensión en los precios", explica Miguel Huerta, secretario de ANICE (Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España).
Una falta de materia prima que está afectando a todas aquellas industrias cuya actividad se centra en la producción de, por ejemplo, jamón serrano, salchichas tipo Frankfurt jamón cocido o mortadela. Es un sector en el que los costes desde primeros de año han crecido un 40%. 
"El cálculo hasta septiembre es que el aumento de los costes de la materia prima supera el beneficio de la industria elaboradora cárnica el año pasado. Este sobrecoste en los nueve primeros meses del año sería de 661 millones de euros. Como sector, estamos casi en números rojos. Es preocupante porque es una situación que puede seguir el año que viene", señala el secretario de ANICE.
Esto ha llevado a plantear medidas de apoyo al sector ante la Administración. "El mercado es el mercado y luchar es difícil", afirma Miguel Huerta, pero sí se pueden adoptar algunas acciones que, sobre todo, giran en torno a tres ejes: la convocatoria del Observatorio de la Cadena, dentro de la Ley de Instrumentos de Mejora de la Cadena Alimentaria, para que todos los eslabones puedan conocer la situación y la coyuntura; habilitar alguna línea de apoyo para las empresas o de financiación para asumir el sobrecoste, y potenciar las exportaciones de productos elaborados de valor añadido "porque es una línea de negocio y hay que apoyar estos productos, que son más difíciles de exportar al ser necesario conocer cómo se consumen". 
También se demanda que haya un mayor número de empresas fabricantes con autorización para vender en China, avanzando a su vez en abrir más el protocolo de exportación hacia más productos elaborados.
A pesar de estos problemas en las industrias cárnicas, "no se puede hablar de desabastecimiento en el mercado nacional porque no todas las empresas pueden exportar a China", asevera Miguel Ángel Higuera, presidente de Anprogapor (Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino), ya que además la producción de cerdos está aumentando entre un 4% y un 4,5% en España, siendo este país el único que crece en esta dirección, aunque la situación es desigual. Por ejemplo, sube en Aragón el censo de porcino que, en Cataluña, está estabilizado. 
"El aumento de la exportación va vinculado con el incremento del sector. El efecto tendría que ser neutro en volumen de producto a lo largo del año".
Pero, lo cierto es que "las empresas cárnicas están llamado a los productores de cerdo. Esto quiere decir que van al día. Si te llaman para ver si tienes cerdo es porque tienen espacio para matar más. Por ejemplo, en Cataluña, no hay género en cámara, se coloca lo que se sacrifica en la semana", apunta Jaume Bernis, responsable del sector porcino de COAG.

Precios, al alza

Los productores de porcino también se están beneficiando de esta mayor demanda de China, sobre todo, por los mayores precios. "Este año, empezamos en datos negativos. Desde Navidad, el precio ha subido un 40%, pero la media es del 10% en comparación con el año anterior", indica Miguel Ángel Higuera, presidente de Anprogapor
El mercado chino "nos lleva a una situación sin precedentes con precios de 1,7 euros el kilo de carne y 60 euros por lechón (20 kilos), matiza Daniel Quilez, productor y responsable del sector porcino de UAGA-COAG en Aragón.
Los más beneficiados son aquellos ganaderos que tienen su propia granja, aunque son minoritarios, puesto que aproximadamente el 90% de las explotaciones son integradas. En general, los contratos de productores de explotaciones integradas, se han mejorado, aunque depende de la tipología de la contratación. 
Por ejemplo, Daniel Quilez reconoce que su contrato anual de cobro por cerdo producido ha subido, aumentándose la cantidad que percibe en un euro, pasando de 11,5 euros a 12,5 euros en el último año. "El hecho de que los integradores ganen dinero hace que haya una tendencia en los precios al alza, pero no como debería ser. En cualquier caso, nos interesa que nuestras empresas ganen dinero y que haya renovaciones al alza", ha añadido.

Aumentan las empresas exportadoras

España no solo es el primer proveedor de carne de porcino a China, sino que se ha convertido también en el país con el mayor número de empresas certificadas para exportar a China con un total de 28, que se caracterizan por tener una gran capacidad de exportación. Una cifra que sigue aumentando porque recientemente otras siete compañías han conseguido la certificación para exportar al país asiático. 
Además, las empresas autorizadas pueden exportar nuevos productos como embutidos, jamón con hueso, carne refrigerada... lo que permite diversificar las exportaciones por tipología de producto.
Este aumento de exportadoras -la cifra es todavía baja si se compara con las más de 600 empresas que hay en España en el sector porcino-, no se debe exclusivamente a la mayor demanda con motivo de la PPA porque el país asiático exige unos "estándares duros y exigentes y el procedimiento de autorización es escaso en el tiempo. Estas últimas siete empresas llevan esperando desde 2015. Se tardan años en conseguirlo. Además, China abre el proceso de vez en cuando porque hay mucha competencia, todos los países quieren exportar y el país tiene que tratar de ser conservador y no abrirse a cualquier empresa", expone Daniel de Miguel, director Internacional de Interporc.

¿Qué pasará con el fin de la PPA en China?

La subida de precios no ha impedido que los ganaderos vean la situación con cierta cautela. La mayor demanda en China es "buena para la producción, hay más movimiento de dinero, se hacen inversiones y se mejoran las explotaciones. En general, es positivo para el sector, pero con ciertas preocupaciones porque esto puede cambiar. Hay que tener los pies en el suelo porque no sabes cuánto durará la PPA en China", indica Pedro Matarranz, responsable de Porcino de UPA.
Los productores de porcino también están preocupados por lo que pueda pasar en el caso de que esta demanda caiga o deje de existir por haberse solucionado el problema con la PPA. "La demanda se reducirá. Esa producción no la podremos vender y tendrá un efecto negativo en el país. Habrá que buscar otros mercados, aunque también puede haber demanda de otros países a los que se está extendiendo la PPA", asegura Pedro Matarranz, de UPA, quien muestra su inquietud por el posible efecto sobre el precio. 
"Si pasase, sería un caos y se cerrarían granjas porque no se podrían colocar los animales. El que no aguante, tendrá que cerrar. Ahora el precio es bueno y no queremos que se disparen y volvernos locos por la demanda. Ahora exportamos, pero, mañana, a ver qué hacemos. No hay que poner precios excesivos para que la economía se genere de forma equilibrada".
No son los únicos cautos. Todo el sector coincide en que China es un mercado que ofrece oportunidades de negocio atractivas, pero que hay que abordar con cautela, tratando no solo de focalizar las ventas en el país por la PPA porque es una situación que puede cambiar. 
El sector no prevé que la demanda baje en el corto e, incluso en el medio plazo, porque la PPA está descontrolada en este país asiático y se requieren conocimientos para erradicarla y tener una determinada estructura de la que China todavía carece porque hay muchas granjas de reducidas dimensiones y todavía se siguen criando cerdos en el traspatio de las casas. Pero, llegará el momento, en el que el país no tenga PPA y/o disponga de explotaciones modernizadas e industrias con las que empezar a autoabastecerse.
"Asia, ahora, acapara el crecimiento porque han pasado de una dieta de arroz a la de carne y la población aumenta", señala Daniel de Miguel de Interporc, quien incide en que "no hay que concentrarse en un mismo mercado. Es importante repartir la cesta entre otros países que son interesantes". 
Dentro de ellos, está por ejemplo, Japón, que es "clave y estratégico" y en el que se viene trabajando, así como Filipinas, país este último en el que también se ha confirmado el brote de PPA y cuya demanda de carne de porcino va a ir en aumento. Tan solo en lo que va de año, las ventas a este país han crecido un 7% en volumen y, con la peste, se confía en aumentar este porcentaje. También Corea es "interesante".
No obstante, en el caso de que el ritmo de exportaciones se mantuviera, las ventas a China supondrían en torno al 9% o 10% de la producción. "Ahora, es un cliente que crece mucho, pero nuestro principal mercado es la Unión Europa y España, que supone el 70% de nuestra producción y hay que cuidarlo. China no es un mercado estructural", afirma Miguel Ángel Higuera, presidente de Anprogapor.

El sector pide más medidas ante la PPA

La presencia de PPA en China y Filipinas, así como los brotes detectados en Europa en países como Polonia o Bélgica, preocupan al sector por lo que van a pedir más medidas para evitar que llegue a España. Y es que las consecuencias serían nefastas para el sector -el virus puede ser devastador-, ya que se cerrarían las puertas de la exportación a muchos países y habría granjas que podrían llegar a desaparecer.
"Es una seria amenaza. Estamos elaborando un documento con medidas de control y de prevención consensuado con las asociaciones para trasladarlo al ministerio y trabajar con la administración central y las comunidades autónomas en más prevención y planes de contingencia", señala el director Internacional de Interporc.
En la necesidad de reforzar el plan de bioseguridad también inciden desde Anprogapor, asociación desde la que se pone el foco no solo en medidas para el sector porcino, sino que abogan por trabajar con cazadores y con los turistas para evitar que se traigan productos susceptibles de portar el virus, entre otras acciones. 
Desde COAG, UAGA-COAG y UPA, igualmente abogan por más medidas de control y vigilancia, sobre todo, en los movimientos de vehículos de animales y personas porque "los números y la bonanza del mercado se rompería del día a la noche, se dejaría de exportar, el 70% del producto se quedaría en Europa y se colapsaría el mercado, lo que se traduciría en una fuere caída del precio de la carne y se entraría en pocos días en pérdidas continuadas", concluye el responsable de COAG.

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