MADRID.- Sólo el 25% de los diputados (una media de 87 por año) renunció a la tarjeta personalizada por valor de 3.000 euros al año que
el Congreso pone a disposición de los parlamentarios para desplazarse
en taxi en el ámbito de la Comunidad de Madrid, de los que 41
pertenecían a Unidos Podemos, cuyo grupo integraban 67 miembros.
El
coste de estas tarjetas no supone una cantidad fija ya que su uso es
finalista, esto es, el Congreso solo abona los viajes que el
parlamentario realice efectivamente. Lo que está fijado es el precio
máximo por diputado, 3.000 euros al año, lo que supone una media de 250
euros al mes.
Si todos los que no renunciaron a la tarjeta
hubieran agotado su consumo, el Congreso de los Diputados habría pagado
más de 3,15 millones de euros de media en los casi tres años que ha
durado esta XII Legislatura.
No obstante, la Cámara Baja no detalla el
gasto total en que se ha incurrido, ni tampoco lo que ha consumido en
desplazamientos en taxi cada diputado que solicitó la tarjeta.
Según
los datos del Congreso desde el inicio de la Legislatura (en julio de
2016) hasta el pasado mes de abril -las Cortes se disolvieron el 5 de
marzo-, en torno a 262
diputados de media por cada año de Legislatura solicitaron la tarjeta,
lo que supone un 75% del hemiciclo.
Entre ellos figuran los 32 de Ciudadanos -solo en 2016 dos diputados 'naranjas' no la reclamaron-, siete de los nueve de ERC -en 2018 la solicitaron todos-, los cinco del PNV y prácticamente todos los integrantes del Grupo Mixto.
De los 134 diputados del PP, la cifra varió año a año, pero solo 25 parlamentarios de media no la reclamaron en esta Legislatura, mientras que en el PSOE de los 84 diputados en torno a 17 no la pidieron.
Por contra, de los 67 parlamentarios que formaron parte del grupo confederal de Unidos Podemos,
mucho más de la mitad, en concreto 41, desecharon esa tarjeta frente a
los 26 que sí la demandaron. Eso sí, se desconoce si pertenecían a
Podemos e Izquierda Unida, que sumaron 50 diputados, a En Comú (12) y a
En Marea (5).
Además del
taxi, el Congreso cubre a los diputados los gastos de transporte en
medio público (avión, tren, automóvil o barco), así como los gastos
derivados del aparcamiento en las estaciones de tren y aeropuertos.
Se
trata de un reembolso de gasto, es decir, no se facilita una cantidad al
parlamentario, sino que se le abona directamente el billete a la
empresa transportista.
Si lo que usan es su propio automóvil para
el cumplimiento de sus funciones parlamentarias, se les abona 25
céntimos por kilómetro así como, en su caso, los importes de los peajes
de autopistas, siempre con la debida justificación.
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